Horas⌚

8:30 AM

Estaba sentada en la cama, eran las 8:00 de la mañana y decidí levantarme, era un viernes como otro cualquiera, no había ningún tipo de rastro de nubes en aquel cielo azul. Me dirijí hacia el armario somnolienta y lo habrí. En ese momento sentí algo en el estomago, como si mil pinchos seguidos de un terremoto hubieran ido a parar ahí.
-Solo será hambre- Me dije.
Después de prepararme la ropa para comenzar este nuevo día, fuí al baño. Ya sabéis... Cosas de chicas. Después de eso, volví a mi cuarto donde se encontraba mi ropa. La cogí y me la puse, en ese momento, se volvió a repetir el dolor pero esta vez más fuerte.
-De verdad... Tengo que comer ya-Dije con tono desesperado.
Cuando entré en la cocina, vi que que ya eran las 8:30, el autobús estaba apunto de llegar, así que cogí un batido de chocolate, unas galletas y me fui a la parada de autobús.
En ella solo había 2 chicos y 1 chica. Aquello me pareció raro así que me acerqué a la chica y le pregunté.
-Hola, buenos días.-Dije sonriendo.
-Buenos días.-Dijo ella, tenia una voz melódica y sus ojos resplandecían como el sol en verano.
-¿Sabes por qué hay tan poca gente hoy?.-Le dije
-Sí, hoy hay huelga-. Dijo
-Ah, vale. Muchas gracias-.Dije apartandome lentamente
-De nada-.Dijo mientras se le dibujaba una sonrisa. Y yo se la devolví
Aquella cara me sonaba mucho... Era como si de algo ya nos conocieramos.
Me senté en el suelo mientras esperabamos que llegara el autobús.
Cuando por fin llegó, me levanté y antes de subir miré hacia la derecha e izquierda.