Days Gone Bye

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Desperté esa mañana el sonido de una carrera de autos que derrapaban cada tanto. Casi dormido golpee el teléfono que reposaba en la mesa de luz, cuando deje de oírlo me di vuelta en la almohada poniendo la cara hacía abajo, alguien empezó a moverme, lo corrí con la mano. Siguió insistiendo, me di vuelta y vi a mi hermanita de 4 años parada allí.

-Hola Mari.-Dije realmente dormido. Un perro negro salto a la cama y empezó a lamer mi cara.-Salí de acá perro... dale Pitu, córrete.-dije corriéndolo de mi rostro, mi hermana rió por lo bajo.

-Buen día Nico.-Dijo subiendo a la cama y abrazándome, le devolví el abrazo. Era realmente hermosa, medía alrededor de 1,25 y tenía unos ojos color marrón con el pelo castaño. Mire sus uñas.

-Que haces con las uñas pintadas?

-Perdón.-Dijo ella a sabiendas que a mí no me gustaba que se pinte. Me enderece, me puse los jeans de la escuela, se era el primer día de escuela, iba a empezar 1er año de la secundaría. Me puse la chomba del uniforme y me despeine el cabello, estaba cansado, me había quedado hasta las 3 de la mañana hablando con Alejandro y la chica que me gustaba, Micaela. Camine como un zombie hasta el baño y me lave la cara y los diente, me moje el pelo y lo desparrame como hacía siempre, salí afuera, ahí estaba mi mamá.

-Hola hijito.-Dijo a la vez que me daba un beso en la mejilla y yo un abrazo.-PEINATE! Como vas a ir a la escuela así? Es el primer día!-Reí y me desparrame aún más el pelo mojado. Camine un poco más despierto a la cocina, comencé a preparar un chocolate con leche con un mate cosido y galletas con manteca para Mari y yo. Nos sentamos en la mesa redonda, uno frente a otro, nos mirábamos y tomábamos el desayuno, ambos teníamos una sonrisa, Mari empezaba el jardín de infantes. Mi abuela abrió la puerta de su habitación y nos dio un beso a todos, acabe de tomar el mate cosido y me levante, mire el reloj que me había regalado mi papá, eran las 7:40. Sonó el celular "Papá". Atendí.

-FELICIDADES PUTAZOOOOOO!!!!-Grito una voz del otro lado de teléfono.

-No te viste en el espejo?-Dije riendo, mi mamá me miraba con una cara seria.-Gracias viejo... che me entere de una junta la semana que viene, es de tiro. Vamos a ir?

-Seguro. Los Glielmi nunca rechazan una competencia.-Tras otras palabras colgué el teléfono. Tome la mochila y subí al Renault 12, mi hermana iba sentada en mi pierna, la estaba abrazando.

-Felicidades Mari! Al fin vas a entrar a la escuela... hoy te va a gustar, mañana ya no y pasado te van a preguntar si sos mi hermana. Por las dudas deciles que no ya veo que te echan... -Todos en el coche reímos, llegamos al semáforo de la avenida España para doblar hacía la escuela, mi mamá se adelanto después del verde y vi un camión de la YPF.

-NICO!!!-Mire a mi derecha... Mari estiraba su brazo hacía mi, estire el mío y tome su mano, el coche empezó a dar vueltas, la abrase, sentía muchos gritos...

-Siempre estaré contigo Mari... pase lo que pase. Recuérdalo amor.-Más gritos y todo oscureció de manera repentina.

Me desperté en una cama bastante cómoda, me enderece, tenía algo enganchado al brazo derecho, lo saque, era suero. Me levante, reconocí el lugar. Estaba en el hospital. En la mesa de Luz habían algunos dibujos y algunas fotos, mire el cajón, estaban mis llaves, mi teléfono y mi reloj, mire el segundo cajón, había algo de ropa. Me la puse. Me puse el reloj en la muñeca y guarde el teléfono y las llaves. Abrí la puerta con dificultad, había dos camillas trabando la puerta, me pareció raro. El lugar estaba destruido, había sangre y partes quemadas por todos lados. Seguí caminando hasta llegar a la salida. Había muchos autos en dirección a Juana Koslay. Vi una Mountain Bike, subí y pedalee hasta mi casa que estaba a 8 manzanas. Llegue a la calle Lamadrid, derrape frente a mi casa, la puerta estaba vierta, entre asustado y con los puños cerrados, cerré la puerta y camine hacia adentro, llegue la cocina, tome un cuchillo. Escuche a uno de los perros llorar, camine lentamente hacía la habitación de mi madre y vi a mi perro Pitu siendo devorado, las lagrimas no tardaron en aparecer.

Apocalipsis Zombie Una Historia En ArgentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora