Capítulo 1: Saludos y despedidas

1K 108 2
                                    

Holland Place se alzaba imponente en una de las calles más ricas y elegantes de Londres. Frente a la gran verja que contenía el blasón de la familia, Lukas se debatía indeciso si entrar o no.

-Luke, debes hacer algo. No podemos estar aquí mirando la mansión sin hacer nada. Parecemos dementes o ladrones espiando la casa de esta forma.- le espetó Rupert, su segundo al mando y su mejor amigo.
-Lo se.- dijo en un suspiro.- Entremos.

En la entrada había un gran revuelo de cajas, muebles y ropa. Había criados y sirvientas corriendo de un lado para otro. Al pie de la escalera, Lord Holland discutía con la ama de llaves, la señora Hughs.

-...Pero, Milord, son las cosas de milady.- insistía la señora Hughs.
-¡Lo se! Pero, como bien sabrás, milady ya no está. ¡No quiero seguir discutiendo! ¡Tirenlo todo!- gritaba Lord Holland.
-Milord, ¿esta seguro? Aún es reciente lo de su esposa. ¿No cree que pueda arrepentirse de tirarlo todo? Quizá su hijo...
-¡Cómo osas replicarme! ¡He dicho que lo tires todo! ¡Y no vuelvas a mencionar a ese maldito botarate!
-Me entristece saber que las viejas costumbres aun no han cambiado.- dijo Lukas a modo de saludo. Al verlo, la señora Hughs le sonrio con ternura y lagrimas en los ojos, pero antes de que esta se acercará a el para abrazarlo, Lukas le hizo un gesto para que se fuera. Su padre lo miraba, impasible.
-El hijo pródigo a vuelto. Que alegria.- dijo con sarcasmo malicioso.- ¿Qué hacés aquí? Pensé que no ibas a regresar nunca más.
-Bueno, madre a muerto y yo...
-¿No esperaras que la muerte de tu madre me haya ablandado el corazón, verdad?- dijo escupiendo las palabras.
-No. Se que nada lo haría. Sólo he venido a honrar la memoria de mi madre. Luego me marchare.- contesto Lukas con ira. A su espalda, oyó como Rupert se removia incomodo. Le había contado todo a su amigo, pero jamás había pensado que este presenciará uno de los desafortunados encuentros con su padre.- Creo que será mejor que me marche.
-¿Tienes donde dormir?- dijo su padre con enfado.
-No te preocupes, padre. Podre encontrar algun hotel donde dormir. No tendrás que verme.- y dicho eso, se fue.
Recorrió el gran vestíbulo hasta la entrada, pero al ver las cosas de su madre se paró. Recordaba cada prenda y joya, ya fuera por que las había visto en su madre puestas o por que esta se las hubiera descrito por carta. Reconocía los regalos que el mismo le había echo. Era una pena que todo se fuera a perder. Vio el gran retrato de su madre, que antes solía decorar el salón de música, ahora entre los restos que había que tirar. Su padre ya se había ido a su despacho, algo que comprobó muy bien la señora Hughs antes de acercarse a Lukas.

-¡Oh, mi señorito! ¡Cuanto le he echado de menos!- dijo esta abrazando a Lukas.
-Martha...-susurro mientras correspondía al abrazo. Aquella mujer morena y algo regordeta de cincuenta y tantos años había estado desde que el era pequeño y había cuidado siempre de el, sobre todo en los malos momentos.- Cuéntame, ¿que pasó?
-Querido, tu madre estaba muy enferma. Ella nunca se quejo, pero yo sabía que algo no andaba bien. A veces le costaba respirar y en las últimas semanas estaba cada vez más pálida. Milord, tu padre, la obligaba a asistir a los bailes y reuniones, ya lo conoce. Siempre queriendo demostrar lo superior que es a los demás. Pero al menos, habíamos conseguido que en el último mes dejará a su madre en paz.- dijo Martha con tristeza. Acarició la mejilla de Lukas y continuo.- Tus cartas eran un regalo para ella, para las dos. Esperaba en la entrada todas las mañanas y escondía las cartas. Luego, a medio día, cuando su padre se iba, se las leía. Le encantaba oír donde estabas y saber que estabas bien.
-Es culpa mía...- dijo en un susurro. Una lágrima cayó por su mejilla.
-¿De que esta hablando? ¡Claro que no es culpa suya!- lo regaño Martha.
-Tendría que haber estado aquí para cuidarla, para cuidarla de padre.
-Ambos sabemos que usted estaba mejor lejos de el. A su madre le hacía sufrir ver como te maltrataba tu padre. Marcharte es lo mejor que podrías haber echo, querido mio.- Lo consoló la señora Hughs. Se seco las lágrimas y saco la mejor sonrisa que tenia. Aquel gesto le hizo recordar cuando era pequeño y ella intentaba animarlo. Lukas le devolvió la sonrisa.- Bien, ¿tenéis un lugar donde dormir?
-El señorito tiene un barco, el Andromeda. Por ahora dormiremos ahí.- dijo Rupert por primera vez, haciendo incapie en mi apelativo de la niñez. Lukas le dio un codazo en respuesta.
-¿Quieres que te lleven todo lo de tu madre?- pregunto Martha.
-Te lo agradecería. Mandare a algunos de mis hombres para ayudaros.

~~~~~~~~~~~~♥♥♥~~~~~~~~~~~~~

No se que esperaba de aquello. Siempre se había imaginado los funerales como días tristes y deprimentes. Pero aquel día, mientras oía el discurso de despedía a su madre, lució un sol resplandeciente. Había una suave brisa que transportaba un olor a jazmín y violetas, las mismas flores que el tan expresamente había pedido que plantarán a los alrededores de la tumba de su madre. Sus flores favoritas. Ahora el partenon familiar tendría un toque de color.
Si hubiera sido por Lukas, se habría mantenido alejado de todos, pero gracias a la insistencia de Rupert y la señora Hughs, Lukas se hallaba junto a su padre, como debía ser. Habían apartado su ira el uno por el otro durante un breve momento, sólo para honrar a Violet Morgan, "amada madre y respetada esposa", tal y como rezaba su tumba.

La gente desfilaba para dar sus condolencias a la entristecida familia, formada simplente por Lukas, su padre y algún primo lejano. A Lukas le sorprendió reconocer muchas caras del pasado. Antiguos compañeros de escuela, damas que habían pasado sus tardes tomando el te con su madre, caballeros que habían jugado con su padre. ¡Cuanto tiempo había pasado de aquellos recuerdos!
-Pero si es el pequeño Luke. Estas muy guapo, que porte. No sabes cuanto te pareces a tu madre.- dijo una dama con una sonrisa triste.
-¿Caroline Knight?- dijo al recordarla. Esta asintió.
-A pasado mucho tiempo. Lamento mucho lo de tu madre. Sabes que la queria como a una hermana.- dijo mientras lo abrazaba.
-Lo se. ¿Cómo están sus hijos? La verdad es que los he echado de menos estos años.- pregunto al recordar a sus viejos amigos.
-Están bien. Pasate un día por casa, estoy segura de que se alegrarán de verte.
-Dentro de poco partire. No se si...
-Cómo quieras. Sabes que en nuestra casa siempre seras bienvenido.- dijo antes de marcharse.
-Gracias.- dijo respondiendole con una sonrisa.

Se quedó hasta el final. Espero a que todos los presentes se hubieran ido para despedirse de su madre. Lentamente se acercó a su tumba y depósito sobre ella un ramillete de violetas junto a una pequeña roca verde que había conseguido en una playa del caribe. Fue el primer regalo que le había enviado y que tan sorprendentemente había encontrado en uno de sus bolsos de baile.
-Mama... lo siento tanto. Te he echado tanto de menos.- dijo entre lágrimas mientras se sentaba cerca de su tumba.- Tendría que haberme quedado, aquí, contigo, para cuidarte. Aunque... También se que no es lo que tu querrías. Me habías hablado tanto del mundo cuando era pequeño... cuando tuve la oportunidad me propuse hacerlo, por ti... y por mi. Me hubiera encantado que vinieras conmigo a recorrer mundo. Seríamos tan felices...- Lukas se limpio las lágrimas del rostro y se levanto. La rabia y el dolor se apoderaron de él.- Pero ya es demasiado tarde. Juro honrar tu memoria, madre, pero también que el... malnacido que tengo por padre lo pagará bien caro. Te lo prometo.

Lukas miro la tumba antes de marcharse. Releyo la inscripción y a modo de despedida soltó una última lágrima.

N/A: BUENO, EL PROLOGO Y PRIMER CAPITULO YA ESTAN SUBIDOS. ESPERO QUE OS HAYAN GUSTADO COMO INTRODUCCIÓN A MI NUEVA HISTORIA. SIENTO NO SON MUY LARGOS, INTENTARE QUE EL PRÓXIMO LO SEA MAS. EN FIN, ESPERO QUE DISFRUTÉIS. SI PUEDO, Y SI NADA SE MAL, IRÉ SUBIENDO DE SEMANA DE SEMANA.

MUCHOS BESOS♡♡
_YetixX _

Secretos Compartidos (Saga por y para siempre #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora