Capítulo 32 «Chapo»

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Narra _______

¿David? Ha vuelto....
El hombre que quise y llame "papi" alguna vez, la persona que me defraudo y me lastimó. El hombre que creí que jamás me haría daño fue el primero.

—No puedo creerlo—se me resbaló mi helado de las manos haciendo que cayera al piso y enseguida un perrito muy bonito llegara a morder el cono y lamerlo

—Yo tampoco hija, apenas puedo asimilarlo—se quedó mirando fijamente al perro

—Tendré que enfrentarlo—dije decidida

—No ______, no hagas nada estúpido por favor—dejo de mirar al perro para después verme a la cara preocupada

—Mamá, deberás que no quiero hacerte sentir mal, pero estuviste lejos de mi por tres años, no te culpo pero...siempre suelo hacer cosas estúpidas o tomar decisiones extrañas—levante al pequeño perrito del suelo ya que había terminado con mi helado y lo comencé a acariciar—pero que perro tan mas mono

—No lo puedes conservar hija, la universidad no permite animales—menciono

—No me lo llevare—saque la lengua dejando atrás el tema de mi "padre"

—Eso espero—reviso su bolso y saco una tarjeta de el—aquí están mis datos y mi teléfono hija, me tengo que ir al trabajo

Tome la tarjeta en mis manos y la observe:

Marissa Kate Warren
Demonóloga
Teléfono: (Inventalo tu)

—Mamá eres ¿demonóloga?—pregunte sorprendida

—Si hija, perdón pero me había estado actualizando mucho de tu vida que se me olvido darte mi teléfono y decirte a que me dedico, tengo un caso pendiente que tratar, tratare de verte lo más pronto posible de nuevo—termino su helado rápido y se paro de la banca en la que estábamos—me voy, NO te lleves al perro, ¡te vigilo!—se fue poco a poco observándome hasta perderme

No me iba a llevar al perrito.
Pero es que si lo ves directamente a los ojos, puedes notar como te suplica que lo lleves.

—Me voy antes de que te lleve en mis brazos—lo deje en el suelo, me pare de la banca y camine

No mires atrás, no mires atrás...

Demasiado tardé. Volteé y me venia siguiendo.

—No te puedo llevar, la maldita universidad no me deja tenerte—hice un puchero y seguí caminando

Guau! Guau!

—Por favor no me mires así, me vas a poner sentimental—guau, guau, era lo único que repetía—ya me voy no me sigas

Camine mas a prisa pero el perrito me venía siguiendo aun.

—¡Tu ganas! Ven aquí—lo llame y vino corriendo enseguida como si me hubiera comprendido perfectamente

¿Como voy a hacerle para que lo dejen entrar a la universidad y no me lo quiten? Mierda no traigo mi bolsa, ni mi mochila lo único que tengo es mi chamarra.

Tengo que hacer que pase...

Lo pondré en mi pecho fingiendo que son mis tetas, en mi estomago fingiendo que tengo exceso de lonjas, o lo pongo en la gorra de sudadera tomando el riesgo de que asome su linda cabeza y me lo quiten.

Optare por la opción de exceso de lonjas.

Me fui caminando de regreso a la universidad entrando por la parte trasera evitando ser vista poniendo al perro bajo mi blusa haciendo que se vea como mi panza. Pero no todo puede salir perfecto desgraciadamente...

Compartiendo Habitación »Niall Horan Y Tu« Donde viven las historias. Descúbrelo ahora