[Jungkook]
Estaba emocionado. No, emocionado era poco, estaba super emocionadísimo, como diría Jin hyung. Y era completamente entendible mi postura, pues al fin iba a quedar con Rapmon hyung. Desde que Jin hyung se instaló en su piso habíamos quedado infinitamente menos veces de la que solíamos hacerlo. Primero porque si mejor no hacerlo en el piso para no molestar a la princesa –como él llamaba Jin hyung –, luego que si tenía entrenar con Jin hyung, que necesitaba más tiempo para ponerle a nuestro nivel, que ahora estaba ocupado con el nuevo encargo... y yo, como siempre, asentía y comprendía. Me moría de celos pero no me quejaba, pues ¿de qué serviría? Sabía de sobra que yo a Rapmon hyung no le gustaba, y también que a la primera que empezara a tocarle las pelotas –no de forma literal – me desecharía. Quizás lo hiciera de buenas maneras, pues cierto que me tiene un especial cariño, pero terminaría alejándome, y yo no quería eso. Yo no quería que me dejara por nada del mundo.
<<Acabo de terminar el entrenamiento con Jin>>
Agarré instantemente el móvil al escuchar el pitido del mensaje, leyéndolo a toda velocidad con una boba sonrisa en la cara.
<< ¿Vienes directamente?>>
<< Primero tengo que ir a mi piso a ducharme>>
<< No hace falta, puedes hacerlo en el mío ;) >>
Mordí mi labio inferior sin apartar la vista de la pantalla, encogido sobre mí mismo en el sofá con el aparato entre las manos, esperando ansioso una respuesta. Había hasta preparado una botella de vino de esas que me regalaba de vez en cuando Hwa y las cuales nunca había probado. De veras que me moría de ganas por verle, por sentirme especial para él como tiempo atrás.
<< Lo siento Jungkookie, cancela los planes>>
¿Eh? ¿Cómo que cancelar los planes? No, ni hablar. Hoy era mi día.
<< ¿Ocurrió algo?>>
<< No pequeño, tan solo me quedaré en casa con Jin >>
<< Ah...>>
<< Que lo paséis bien entonces>>
"Que lo paséis como la puta mierda y se os caiga la televisión encima" pensé, aunque obviamente no mandé. Yo siempre había sido un niño muy educado, al menos de cara al mundo exterior. En el mío podía ser lo que yo quisiera, solo que a solas. Y ahora me apetecía ser un cabrón. Me apetecía llorar y romper algo. Me apetecían muchas cosas, pero nada en comparación a las ganas que tenía de ver a Rapmon hyung.
"No le importas. No le importas ni la mitad de lo que lo hace Jin"
Y era verdad. Una de las cosas buenas que tenía ser una persona perspicaz, era que te dabas cuenta de detalles que podían pasar desapercibidos, y una de las cosas malas era el mismo motivo. Yo me había percatado del afecto que estaba cogiendo por el mayor del grupo, de el gran interés mutuo que crecía entre los dos y la constante preocupación de ambos por el contrarío. Jin hyung estaba sacando cosas del líder del grupo que yo pensaba que ni existían, y dolía.
Pero yo no me iba a quedar así.
¿No quería verme? Pues bien, no pensaba pasar el resto de la noche solo simplemente porque me hubiera sustituido. Me terminé la segunda de las dos copas que hacía un rato estaban llenas y agarré el móvil, marcando un número que me sabía de memoria. No tardaron ni dos segundos en responderme.
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¿Y si me tuviera que marchar? ▌Namjin▐
Fanfic▒ - ¿No era eso lo que querías? - Hace mucho que cambié de opinión▒ → Violencia y escenas sexuales. → Namjin como pareja principal. #Créditos de la portada a la culo cursi. @TheDramaPrincess para los demás que no sean Rebeca. #Es una maldita arti...