No mires atrás

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Ellyn sin pensar abrió la puerta y miró para ambos lados, no había nadie. Corrió escaleras abajo llegando a la puerta delantera para poder escapar. Puso su mano en la manecilla para abrirla, pero para su sorpresa alguien la había cerrado, tiró más veces de la manecilla con fuerza pensando que por un golpe de suerte se abriera.

Miró tras ella nerviosa y asustada, vio que aquel ser carbonizado bajaba lentamente las escaleras, la forma en que bajaba las escaleras era aterradora, las piernas y los pies se le retorcían haciendo unos sonidos de lo más desagradables.

Se apresuró a ir a la puerta que daba al jardín mirando hacia atrás, la mujer iba ahora más deprisa, cuando Ellyn miró hacia delante y se chocó con el cuerpo de una chica vestida con un vestido corto negro con un lazo descosido y ensangrentado, la chica tenía los ojos cosidos. Ellyn se apartó un poco con ojos desorbitados y sin habla. Observó que le faltaban dedos de ambas manos, Ellyn dejó soltar un gemido y se echó hacia atrás, la mujer que tenía enfrente se le acercaba retorciéndose.

 Al final del pasillo la mujer calcinada iba avanzando, Ellyn no tenía muchas opciones sin pensarlo mucho corrió por el pasillo, pegó una patada en la pierna a la mujer calcinada que soltó un grito espantoso y cayó sobre su rodilla, Ellyn aprovechó para subir por las escaleras y se metió en su habitación atrancando la puerta de nuevo.

Miró toda la habitación pensando qué hacer, había una ventana, fue directamente a ella intentando abrirla, pero no cedía. Cogió la lámpara de la mesita de noche y con todas sus fuerzas la tiró hacia la ventana pero la ventana no se rompió, ni siquiera hubo algún rasguño.

Cansada se apoyó con una mano en la ventana, la puerta del baño de su habitación empezó a abrirse produciendo un lee chirrido. Ellyn se puso en alerta, cogió la lámpara del suelo y comenzó a acercarse al baño. Cuando estuvo enfrente abrió un poco la puerta con el pie, al ver que no ocurría nada encendió la luz y caminó hacia el centro de la estancia, todo estaba normal.

De detrás de la puerta salió un hombre con pinta de indigente y ropa raída, cerró la puerta y se acercó a ella.

  - Pero qué quieres de mí ¿Por qué no te vas y me dejas en paz? –Dijo Ellyn con lágrimas en los ojos.

  - ¿Aún no lo sabes, querida? – Dijo el hombre tranquilamente – Te dije que aceptaras la figura, pero bueno, ven acércate al espejo, te mostrare un lugar para que te aclares mejor.

El hombre le hacía gestos para que se acercase al espejo, ella negaba con la cabeza, corrió a la puerta, quería abrirla y al ver que no se abría empezó a golpearla pidiendo ayuda.

La Casa Del FiguradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora