Aquella tarde de viernes en el instituto Raimon transcurría como de costumbre, las clases terminaban y los estudiantes salían entusiasmados por disfrutar el comienzo del fin de semana y realizar todo tipo de actividades divertidas junto a sus amigos. Los rayos del sol brillaban como cualquier otro día y el viento soplaba lo suficiente para crear un clima perfecto para jugar fútbol. O al menos eso era lo que decía un muy entusiasmado Endou Mamoru al resto de sus compañeros del club de fútbol, quienes caminaban entusiasmados hacia el campo de la rivera ansiosos por encontrarse con sus amigos que habían acordado visitarlos y reunirse con ellos en aquel lugar.
A pesar de ser más una reunión amistosa que un entrenamiento, las cuatro managers los acompañaban, dando gritos de ánimo cuando empezaron un corto partido amistoso (solo Aki y Haruna, porque eso no iba con el estilo de Natsumi y Fuyuka estaba demasiado ocupada con su teléfono, pero eso es otra historia, guiño, guiño) y atentas a cualquier inconveniente que pudiera surgir.
Cada cierto tiempo podía oírse la voz de Endou por encima de las de los demás, ya sea como expresiones de asombro al ver las nuevas habilidades de sus amigos o como consejos y frases motivacionales a aquellos que veía tener dificultades para seguir el ritmo. Todo aquello aparentemente ajeno a las miradas que le dedicaban dos de las cuatro managers del equipo.
La primera vez fue sólo por casualidad; dos pares de ojos color marrón chocando y apartándose tan pronto como se encontraron, como si se repelieran. Él continuó como si nada hubiese ocurrido, y ella... bueno, ella pretendió hacerlo, aunque sus ojos siempre volvían al rostro del portero con la esperanza de que sus miradas se encontrasen de nuevo.
La segunda vez no pudo estar segura; el contacto duró apenas unos segundos más, dando tiempo a ambos de obsequiarse una pequeña sonrisa. Si bien, era algo bastante usual que Endou sonriera, aquella sonrisa se notaba diferente. No era la enorme y brillante que ponía al hablar de las cosas que le gustaban (como el fútbol o la comida), tampoco se parecía a la fina y tensa que ponía cuando no comprendía algo luego de que se lo hubieran explicado varias veces. Aquella sonrisa era más bien nerviosa y titubeante, como temerosa de no ser correspondida. No parecía ser el tipo de sonrisa que se le daba a cualquier persona, parecía especial, parecía el tipo de sonrisa que se le daría a la persona que te gusta. Esta vez fue Natsumi quien apartó la mirada, avergonzada por el vertiginoso rumbo que tomaron sus pensamientos.
—¿Te encuentras bien, Natsumi? —Aki la miró con preocupación, notando como repentinamente su rostro se coloreaba de rojo sin motivo aparente.
—Sí, es sólo... —Natsumi se detuvo un momento, suspiró, puso una mano sobre su frente e intentó encontrar una buena excusa sin mucho éxito—. Debe ser el calor.
Natsumi era terrible mintiendo en situaciones como esas, pero conociendo de antemano lo sensible que podía llegar a ser la piel de su compañera en algunas ocasiones, Aki pareció creerle.
—Si quieres puedes ir al salón del club —propuso Fuyuka acercándose, a la vez que ponía una mano en su frente—. Si es por el sol, podría ser riesgoso que te quedes aquí.
Natsumi supo que aquello no era una coincidencia, pues por tercera vez sus ojos se encontraron con los de Endou, quien de forma insólita y ante el desconcierto de sus compañeros abandonó su posición y se apresuró hasta donde se encontraban las chicas.
—¿Está todo bien, Natsumi? —esa cuarta mirada fue extraña, plasmaba preocupación y al mismo tiempo la hacía sentir especial, como si fuera la única persona en todo el mundo que mereciera su atención.
Como pudo logró articular algo parecido a un «sí», causando una risita en Haruna, quien hasta el momento había permanecido en silencio observando la divertida escena, y ocasionando que la atención del pequeño grupo se dirigiera hacia ella. Contrario a Natsumi, el rostro de Haruna palideció y sus ojos buscaron con desesperación una distracción que pudiera salvarla del bochornoso momento.
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Miradas [Inazuma Eleven]
Fiksi Penggemar«La primera vez fue sólo por casualidad; la segunda... no estoy tan segura. No es coincidencia, ¿verdad? Pues nuestros ojos se han encontrado tres veces». Inazuma Eleven; one-shot. Endumi (Endou Mamoru x Raimon Natsumi) 「Los personajes de Inazuma El...