Capítulo 1

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El día de hoy, el dr. Breezman supo como controlar mis emociones. Con la música.

-La música te gusta mucho, ¿no Jessica? -Me pregunta.

-Si doctor. 

-Bien, ahora -puso una canción- ¿Cómo te sientes? 

-Feliz, tranquila y...bien. 

-De acuerdo -Puso otra canción- ¿Qué tal esa? 

-Me siento mal, triste, desanimada...

Empecé a cantarla sin ánimos y de la nada mis manos tenían una luz gris. El foco del cuarto se empezó a fundir; además la computadora del doctor se prendía y apagaba y el cielo se empezó a nublar.

-¡Jessica, cálmate! Todo esta bien, tranquila.

Se fue la luz de mis manos y todo volvió a la normalidad

-Okay -Quitó la música- Veamos otra.

Así fue, canción por canción. Cada una con un efecto distinto y un color de orbe diferente. Pasó el rato hasta que puso una canción que me hizo sentir rara.

-¿Qué tal con esa canción? -Dice el doctor.

-No... Lo sé. No me puedo mover -Me empecé a asustar un poco. 

-¡Excelente! -Quitó la canción por un momento- ¿Qué tal ahora?

Moví mi cabeza a los lados y volví a sentir mi cuerpo.

-Está todo bien. 

-Muy bien...

-¿Qué pasa doctor?

Pensé que se había vuelto loco. 

-Querida -Puso la canción nuevamente- ¿Puedes pararte por favor?

Me paré de la nada. Intenté sentarme pero algo no me lo permitía, era la canción.

-Bien... -Dice el doctor- Ahora vuelve a tu lugar.

Volví a sentarme. No sabía que es lo que me estaba pasando... El doctor solo tenía una cara un poco psicópata.

-¿¡Qué ocurre Doc!? ¿Qué me está pasando? 

-Con esto podré hacer que todos se arrodillen ante mi, con tu ayuda... Eres diferente a los demás. Ningún idiota pudo ayudarme, sus poderes eran inútiles y sin sentido. Pero tú... Tú eres lo que estaba buscando.

-¿De qué habla? -Susurré.

Se volvió loco definitivamente, tenía miedo. Se detuvo la música. Los dos nos paramos al mismo tiempo.

-Jessica -Dice el doctor mientras se acerca a mi- Quédate donde estás...

Cuando estuvo lo suficientemente cerca, lo empujé y como pude salí del cuarto corriendo. Ya era de tarde. El tipo que me atropelló estaba de guardia. Y me vio a la distancia.

-¿Jessica?

-¡Ayúdame! -Grité mientras me acercaba a él con todo lo que podía.

-¿Qué te pasa ahora?

Me acerqué a él. Estaba muy agotaba y él me dio unas palmadas en mi espalda.

-El doctor... -Dije agotada.

-¿¡Supo como controlarte!? -Dijo con temor en su hablar. 

-¡Si! 

-A esto temía... -Mira al cuarto donde había salido -¿Dónde está?

Salio el Doctor del cuarto y me vio a lo lejos. 

-Parece un psicópata -Dijo el señor.

-¡Jessica, vuelve aquí rápido! -Grita el doctor a lo lejos.

Volteo a verlo y cada vez se escuchaba más sus pasos. Su rostro tenía una gran sonrisa y apenas podía ver sus ojos. 

-Corre Jessica -Dice el señor y me agarra de los hombros, parecía demasiado preocupado- ¡Tienes que huir antes de que te encuentre! 

-¿¡A donde voy!? -Digo con miedo.

-Busca a tus padres y diles que te manden lejos de la ciudad, solo a ti. 

-¿Por qué yo?

-No le importa tus padres, sólo le importas tú.

Sentí que se detuvo el tiempo por un momento. Miré al suelo. No sabía que hacer, pero era lo mejor que podía hacer. 

-De acuerdo -Dije con la vista abajo. 

-Date prisa Jessica, ¡Huye! -Me da un empujón. 

Me fui corriendo. Volteo atrás y muchos guardias rodearon el pasillo.

-¡Jessica!

Escucho mi nombre por última vez. El doctor se volvió muy loco. Robé dinero de un guardia sin que se diera cuenta y me salí del laboratorio corriendo. Fui a una sala donde estaban las propiedades de los pacientes y busqué rápido mi celular y algunas prendas. Llamé a un taxi y me llevó a mi casa. Cuando llegué, toqué la puerta con mucha desesperación. 

-¡Alguien! Por favor ábranme -Grito.

Después de unos segundos mi mamá abre la puerta.

-¿Jessi? -Dice mi mamá. 

Me meto a la casa y la abrazo llorando.

-¿Qué ocurre nena? -Dice mi mamá mientras acariciaba mi cabello.

-Amor -Dice mi papá mientras bajaba las escaleras- ¿Quién tocaba?

Lo miro y parecía impactado. Va a abrazarme.

-Jessica, muñeca. ¿Por qué estás aquí?

-¿Te hicieron algo? -Dice mi mamá mientras me agarra los hombros.

Tuve que contarles todo lo que pasaba. No me creían al principio pero después de tanto llorar, mis manos empezaron a iluminarse con el orbe azul. Mis papás estaban impactados. Esa misma noche mi papá contactó a mi tía para que me buscara una casa lejos de esta ciudad. Por suerte, pudo encontrar una casa bastante lejos de mi ciudad para poder vivir. Mi mamá puso a buscar escuelas, ya que todavía no terminaba la escuela. Además llamó a mi instituto para informar que no iba a regresar. Yo estaba en mi cuarto empacando algunas cosas. No sabía como sentirme. Desearía que todo fuera un sueño nada más. 

Fui a bañarme y escucho desde la sala a mis papás hablar.

-¿Crees que podrá sola? -Dice mi madre.

-Ella es fuerte -Dice mi papá.

-No se Antonio, tengo miedo. Iré con ella.

-Dijo que la querían a ella. Ella podrá sola. Nosotros nos quedaremos aquí esperando a que todo lo malo pase y así pueda volver y las cosas serán como antes. 

Me fui a mi cuarto. Realmente los iba a extrañar. Mandé mensajes a mis amigos diciendo que me iba a mudar para ir a otra escuela. No quería decirles la verdad, pensaba que me dejarían de hablar si lo hago. Después de eso, me fui a dormir.

Al día siguiente, terminé de empacar mis cosas para irme de California. Mi nueva casa sería en una ciudad cerca de Texas llamada "Lengous". Mis papás me llevaron al aeropuerto para despedirse de mi por última vez. 
Ya no veré a mis papás y amigos jamás...


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