Cap.4 Cafe

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"Me dices tonto iluso. Si soy tonto, muy tonto. Soy aquel que cae preso de tus miradas. Soy tonto muy tonto"

Me acerco a su silla. El proceso se hace eterno, infinito. La sensación de mariposas que sentía en el estómago al verte en aquel instante a desaparecido se a esfumado. Ahora lo único que sentía era un puñado de cuchillas enloquecidas intentando salir de mi estómago, huir, escapar.

Pero ya era demasiado tarde. No era hora de volverse atrás. Estas ahí tan hermosa como siempre.

Pero eso momento efímero, lúcido, se esfuma, desaparece. Me freno. Pienso en algo que nunca habría imaginado.¿Como?¿Como me presento?¿Formal o quizás más natural?¿Le doy un beso o la mano?¿O dos besos mejor tres o cuatro, infinitos es un buen número?

He vuelto a pecar a soñar. A veces me intento controlar pero la cabeza se me va y todo vuelve a comenzar.

Hace un día perfecto. Frió, helado pero perfecto. En el cielo, pintado nubes de algodón negras y blancas algunas manchadas por el magenta del atardecer. Un día como este la vi por primera vez. Lo recuerdo perfectamente un día gélido te vi lejos pero lo suficientemente cerca como para observar tu encanto. Fue casi fugaz el momento después ya no estabas, habías marchado.

Cuando vuelvo del sueño, mi ilusión y caigo en que ya estoy sentado y tu me estas hablando, sonriendo. Con esa sonrisa picara, me provocas y lo sabes.

¿Qué hago sonriendo como un burro en celo?. Debo hablarte me digo, con seguridad, potencia y vigor. Mi primer intento fue fallido, en el segundo intento de mi boca no sale más que un mullido, un susurro. Un triste y sin alma Hola.

¿Y ya está? Todo se cae, todo se derrumba. Todo, todo se va y no vuelve. 

No vuelves.


LiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora