Capítulo 4

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Me permití a mi misma pensar, que tal vez, había acabado
Hasta que una fuerza invisible empujó a Jason y lanzó su espada lejos
《Buen intento》dijo Cupido cuya voz sonaba lejana 《Pero el amor no se puede atrapar tan fácilmente》
Junto a Jason un muro se desplomó
___, a duras penas pudo sujetarlo con la niebla
Pero era no era ni de lejos tan potente como el Dios
Se tambaleó y el muro tembló
El semidiós rubio captó rápidamente y se alejó rodando
Cupido soltó de improviso su agarre mágico sobre el muro, que se desplomó inmediatamente
La hija de Atenea cayó de rodillas, respirando pesadamente
-¡Basta!- gritó Nico- Soy yo al que quiere. ¡Déjelos en paz!
Y ___ vio todo claro, era demasiado sencillo y el motivo de toda esta parafernalia
《Pobre Nico Di Angelo》 La voz de Cupido estaba teñida de decepción 《No sabes lo que quieres, y mucho menos lo que yo quiero. Mi amada Psique arriesgó todo por amor. Era la única manera de expiar su falta de confianza. Y tú... ¿Qué has arriesgado por él?
-He ido al Tártaro y he vuelto- gruñó Nico- Usted no me da miedo
《Te doy mucho miedo. Enfréntate a mí. Se sincero》
Jason se levantó y Nico perdió el control de sus poderes, el pasto se marchitó, las piedras se agrietado
-Denos el cetro de Diocleciano- dijo el pelinegro- No tenemos tiempo para jueguitos
《¿Jueguitos?》Cupido atacó dándole una bofetada de revés a Nico que lo lanzó contra un pedestal de granito 《¡El amor no es ningún juego! ¡No es una estupidez con florcitas! Es esfuerzo: una búsqueda que nunca termina. Exige todo de uno, en especial la verdad. Solo entonces produce gratificación
Fontaine corrió a ponerse entre el chico y el dios
Tanteó el aire hasta que tocó algo duro y tibio
-Por favor, deténgase, si quiere un secreto puedo darle uno- dijo suplicante
-Tan parecida a mi Psique, ¿Supongo que ya averiguaste el secreto de Nico Di Angelo?
La joven asintió
-Digna hija de tu madre, Aun no comprendo porque tu hermana no lo ha adivinado, Supongo que el amor la ha vuelto egocéntrica, pero el amor también nos vuelve poco sabios, hija de Atenea ¿Te ha sucedido a ti con el hijo de Hefesto?
No respondió
-¿Te identificas con el hijo de Hades? Habiendo perdido un hermano, con una carga demasiado grande para soportar, muchas responsabilidades y expectativas sobre ustedes, ¿No se estará derritiendo...? ¿Cómo te llama ese chico?- hace una pausa, por favor que se detenga, ya no puede soportarlo- ¿No se estará derritiendo la reina del hielo?- Nuevamente pausa -¿Estás dispuesta a decir tu debilidad mortal frente a estos dos semidioses?
-Sí,- ¿pero lo estaba en verdad? ¿lo haría? ¿darle una debilidad a dos enemigos potenciales? Cierra los ojos brevemente, los brillantes ojos grises de Annabeth y su sonrisa queman en su memoria y eso es todo el impulso que necesita
-Adelante entonces ___ Fontaine
-Sufro de Analgesia, hay algo mal conmigo que me impide sentir dolor- casi vomita la información, no hay vuelta atrás mirándose los zapatos y prácticamente llorando continúa- si soy herida y no me doy cuenta podría morir
-Tan joven, tan hermosa, y tan manipulable, Igual a mí Psique- el dios se deleita con cada sílaba y ___ se siente cada vez más estúpida, ¿Por qué no lo hizo jurar por el Estigio?- El amor nos hace poco sabios hija de Atenea, y acabas de comprobarlo, Adelante Nico Di Angelo, es tu turno de decir tu secreto y entonces les daré el cetro
___ comienza a llorar, había sido poco sabia, debería haber hecho al dios jurar por el estigio, haber hecho algo
Nico Di Angelo pagaría las consecuencias de su estupidez, porque el amor nos vuelve poco sabios, porque nos vuelve egocéntricos, porque el amor es el peor monstruo de todos
Apenas es consciente cuando Nico, casi igual de mal que ella, los transporta por las sombras al Argo
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Piper y Leo reciben a los semidioses pero saben de inmediato que algo va mal
Jason arrastra a los dos griegos , con expresión consternada, ___ no levanta la vista del suelo, su pelo negro, cubierto de polvillo blanco, oculta su expresión
Nico Di Angelo, parece perdido en sus pensamientos y tiene un aspecto más derrotado que nunca
-¿Qué sucedió?- pregunta Piper con temor
-Cupido los obligó a decir cosas un tanto dolorosas- contesta Jason
Leo se acerca a la hija de Atenea
-¿Reina del hielo? ¿Estás bien?- de cerca puede ver que sus hombros tiemblan
Con preocupación le levanta la barbilla
Su rostro, cubierto de de polvo blanco tiene gruesas lágrimas que hacen surcos en sus mejillas
La chica lo mira y sale corriendo
Leo no sabe si seguirla
Piper lo mira de forma muy elocuente antes de salir de la cubierta
Va tras ella y sus pasos lo conducen inevitablemente a la sala de máquinas
Está de espaldas, sentada en una mesa, con la cabeza entre las manos
-Hey
No hay respuesta
Le toca el hombro
Nada
Se para frente a ella y la abraza
Cuando levanta la vista no está llorando
-¿Qué haces cuando tienes un secreto que te atormenta?- Grandes, curiosos ojos grises, de pestañas espesas y cortas
-Haces que dejes de ser un secreto - Hace ese gesto lindo de mirar entre sus pestañas- Quiero ayudarte, no se..- Leo se pasa la mano por el pelo- ¿Arreglarte tal vez? Tengo esta obsesión con fijar cosas- ella le dedica una sonrisa acuosa, de esas tristonas que se dan para calmar a alguien
-Deberías tener cuidado
-¿Por qué?- ___ se baja de un salto de la mesa
-Cuidado Valdez- y ella misma se sorprende de lo desolada que suena- cuando arreglas a una persona rota puedes cortarte con los pedazos
-Esa es, en estos momentos, la menor de mis preocupaciones Fontaine - le sonrió y le guiñó el ojo y ella no pudo evitar reír
Con calma, le besó la mejilla y caminó hasta la puerta, mientras Leo la veía con la boca abierta por segunda vez en la semana
Después de todo, no es a diario que una hija de Atenea le presta atención
Menos, una que se encuentra tan rota

Ingeniería  Inversa(Leo Valdez  Y Tú )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora