Bad Romance

Capítulo 2

Dios mio como siga escuchando los gritos de discusión de mis mejores amigas voy a tirarme por la ventanilla del coche.
Esto me replantea si de verdad debería haberme quedado en Los Angeles

-¡Me toca a mi conducir Jannet! No seas posesiva, que porque te lo hayas sacado hace poco él carnet no es excusa para que conduzcas tu todo el rato.

-Pero si ni he estado medía hora.- se queja la rubia.

-Bueno ya esta bien, ya conduzco yo. Solo pido que os calleis de una vez. -me tienen la cabeza hecha un bombo, parecen crías de guardería.

Finalmente, acaban accediendo a que sea yo la conductora hasta el final del viaje.
Parecen ser segundos cuando, nada más arrancar el coche de nuevo y volver a la carretera, se quedaron dormidas. Mis oídos estaban en él paraíso.

No me extraña que estén de tan mal humor. Se han despertado súper temprano esta mañana y bueno, al menos a mi no me sienta muy bien madrugar.

Noto que me vibra el móvil y lo saco de mi bolsillo para ponerlo en manos libres, sin fijarme quien estaba al otro lado de la llamada.

-¿Si? -digo mientras pongo él intermitente para pasar al carril izquierdo.

-Brook ¿como vais? - sonrió al escuchar la voz de Nate al otro lado. Es siempre tan cuidadoso conmigo.

-Pues la verdad que de momento bien, he accedido a conducir yo porque no paraban de pelear. -pongo los ojos en blanco, aunque mi futuro marido no me vea.

-¿Estas conduciendo? Oh vaya yo mejor...

-No tranquilo -le corto- se hacer más de una cosa a la vez ¿recuerdas? No soy un chico -suelto una risilla y se que Nate también esta sonriendo y rodando los ojos aunque no le vea.

- Ja ja ja , que graciosa.

Estoy más tiempo hablando con Nate hasta que me tiene que colgar porque se va a ver jugar a su hermano pequeño Tom un partido de fútbol. Ese pequeño es una ricura. Con tan solo siete años sabe cosas que ninguno de su edad podría captar. Que pena que la inteligencia no se la repartieran ambos hermanos. Sonrío ante el chiste malo que he hecho sobre Nate. Seguro que me diría su típica frase "seré un idiota, pero te encanto"

Cuando ya veo el cartelito de Las Vegas, mis ojos se iluminan. Por fin después de tanto conducir íbamos a llegar a nuestro destino. Vale estoy exagerando, puesto que Los Ángeles y Las Vegas están prácticamente al lado, pero para mi él viaje ha sido una eternidad.

Pero la suerte no esta de mi parte, la luz roja que indica que necesitamos gasolina, comienza a parpadear.

Mierda

Miro hacia los lados angustiada buscando alguna gasolinera. Tiene que haber alguna por aquí cerca. Maldigo por mis adentros al darme cuenta de que el mapa que compramos antes de comenzar el viaje lo tiene Jannet en el asiento trasero. Relájate Brook.

Creía haberlo perdido todo cuando en un par de kilómetros, la luz roja parecía verse aún más intensa.
Posteriormente me fijo en qud otra luz más visible para mis ojos ocupa mi campo de visión. Al fin, una gasolinera. Vaya es cierto que Las Vegas es la ciudad de las luces, están encendidas hasta a plena luz del día.

Aparco en unas de las cabinas para llenar el depósito de gasolina y abro la puerta. Un ruido me estremece. Le he dado a algo, Cathe me va a matar si he aboyado su coche. Rezando por mi vida asomo la cabeza entre el espacio que me ha dejado la puerta y me doy cuenta que no he topado con algo, sino con alguien. Mis ojos ocupan la mayor parte de mi cara al ver a un chico tirado en el suelo y su moto tumbada al lado.