Capítulo 3

84 11 2
                                    

-No, de ninguna manera -recién llegamos de comer y están revolucionadas.

-No seas tan aburrida -era increíble lo que estaban planeando. ¿Como pueden llegar a pensar que me gustaría ir a un local de strippers?, están locas.
Jannet coge su bolsa de aseo y se mete al baño, dejándonos a Cathe y a mi discutiendo.
Debería haberme quedado en mi correspondiente habitación y dormir durante horas hasta que se pasara este viaje tan torturador.

Me pueden llamar aburrida y todo lo que quieran, pero desde luego ese estilo no me va. Siento que este viaje, más que una despedida de soltera es un viaje al infierno directo. Creo, además, que solo estoy a mitad de trayecto.

-Perdona por no querer que un tío me restriegue su paquete enfrente de mi rostro -estaba indignada- ¡que me voy a casar por el amor de dios!

-¡Eso es lo divertido! -Cathe levanta los brazos en alto para luego acercarse a mi y cogerme de la cara.- para de pensar en tu boda, solo te lo vas a pasar bien, no le vas a poner los cuernos ni nada.

Sentía un fuerte nudo en él pecho, estaba agobiada y tenía un gran estrés encima. Puede que estuviera exagerando y no apreciara lo que estaban haciendo mis mejores amigas por mi. No obstante, ese nudo no desvanecía, necesitaba relajarme, tomar el aire.
Miro la hora en el gran reloj que había colgado en la pared de enfrente de la cama. Son las cinco de la tarde. Muerdo mi labio inferior y suspiro.

-Necesito dar una vuelta -me levanto de la cama y me dirijo a la puerta. Quería intentar estar en blanco por unos segundos, sin pensar en la boda, sin pensar en el viaje, sin pensar en mis amigas y... almenos intentar no pensar en Nate, porque si pienso en este momento en él se formara un círculo vicioso del cual no saldré.

-Te acompaño -agradezco que intente hacerme sentir mejor ya que se ha percatada de mi malestar pero ahora mismo no quiero compañía.

-Prefiero ir sola, necesito despejarme -le sonrio- no llegaré tarde.

-De acuerdo -me devuelve la sonrisa no muy segura y dejo la habitación.

Compruebo que tengo la tarjeta de mi habitación en mi bolsillo derecho del pantalón trasero y justo como la había colocado anteriormente, estaba.
No llevaba el móvil encima, pero tampoco lo necesitaba, ayudaba a evadirme por un tiempo.

Toco al botón del ascensor y espero a que llegue. Nada más se abren las puertas entro dentro y pulso el botón que indica la  planta baja. Conforme llego salgo al vestíbulo y busco la puerta de salida. Me dirijo a esta observo más detenidamente él hotel, vaya si que es bonito tiene un estilo barroco y eso le da su toque especial.
Embobada por la decoración del hotel, abro la puerta sin mirar cuando escucho un golpe. Me asomo rápidamente y veo a un chico sentado en él suelo.

Otra vez no.

-Perdón, perdón, perdón -digo repetidas veces, parece ser que este día va de mal en peor.

-No pasa nada -el pelirrojo se frota con la mano- no es la primera vez que me tumban.-sonrio nerviosa y le ayudo a levantarse. Parece ser que este chico es mas majo que él anterior.- Soy Adam

-Yo Brook. -sonrio.

-Bueno Brook, ¿a dónde ibas tan apresurada?

-A ninguna parte...Bueno yo...- realmente no se con certeza a donde ir. No muy lejos eso seguro, pues todavía no conozco esto muy bien y el paseo de esta mañana ha sido muy cercano y corto.- No tengo rumbo, tan solo quería despejarme. Sin embargo, no llegaré muy lejos, ya que, no conozco esto solo he venido de viaje.

-¿Un viaje a Las Vegas? Bien, si quieres te enseño un poco esto. He estado viviendo aquí tres años por mi trabajo así que creo que puedo controlar la situación -enarca una ceja divertido.
Dudo unos instantes. Acabo de conocer a este muchacho, pero es cierto que parece muy buen chico. Además, no me viene mal conocer a alguien que conozca esto y a quien acudir en esta semana cuando me vea agobiada por los planes escandalosos de mis amigas.

Bad Romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora