Capítulo 2.

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Llego a la universidad pensando en lo que acababa de pasar, << encontrarme con un original es algo que no pasa todos los días >> pensó mientras entraba a clase, estudiar medicina, tenía sus pros y sus contras.

Era una materia muy dura de estudiar, sin embargo, era su pasión y había dado y dejado en ella todo lo que era, para poder conseguir sus metas.

Caroline se paseaba por el departamento que tenía, con cajas y maletas, mañana pasaría el camión de la mudanza y no quería dejar nada.

– Caleb, Amina bajen a cenar. – llamó a sus dos hijos.

La pequeña Amina bajo corriendo las escaleras tenían cinco años casi seis años y sin embargo la magia solo se había manifestado en Caleb.

– ¿dónde está tu hermano? – preguntó a su pequeña hija.

– está leyendo el libro que tía Sia le envió. – dijo la pequeña mientras se sentaba en la mesa.

A la rubia vampiresa le preocupaba que su hijo no pudiera controlar su magia, y era por eso que se estaban mudando. Iría a New Orleans, ya tenía un departamento allá, solo le faltaría buscar a su hermana para que ella le ayudara con la magia de sus hijos.

Al fin había terminado de hacer el retrato de aquella mujer que aún lo visitaba en sueños.

Caroline, con solo pensar en su nombre recordaba todo lo que vivieron los dos, el baile de su familia, miss Mystic Falls, la graduación de Caroline, ... El bosque.

Toc toc, el sonido de la puerta lo hizo salir de sus pensamientos.

– Adelante – se escuchó decir mientras tapaba su último trabajo.

– ¿estabas pintando algo? – pregunto una vocecilla.

– así es, amor – dijo volteándose a ver la pequeña cabecilla de su hija asomada por la puerta.

– ¿puedo verlo? – pregunto entrando al estudio de su padre y sentándose.

Klaus, casi nunca le negaba algo a su hija, pero él no quería, por ahora, que su pasado se mezclara con su presente.

– aún no está terminado – dijo mientras se acercaba a su hija, la cual estaba haciendo morritos – prometo que te lo mostrare cuando lo haya acabado. ¿vale?

Su hija asintió y juntos salieron para que padre e hija fueran a jugar un rato en la habitación de la pequeña.

Ya cayendo la noche se encontraba la familia original reunida para cenar juntos.

– ¿papi?

– dime cariño.

– ¿a quién estabas pintando? – pregunto la pequeña y con eso todos los originales dejaron de comer.

– sí, Nik, ¿a quién estabas pintando? – dijo Kol, mientras miraba a su hermano con burla.

– no le veo importancia, tener que responder esa pregunta.

– ¿por qué evades en tema Niklaus? – pregunto ahora Finn.

– no estoy evadiendo nada. – respondió sin más.

Los hermanos Originales Finn y Kol se miraron como sí estuvieran planeando algo, por otro lado, las hermanas miraban entretenidas la conversación, la pequeña Hope, miraba todo sin entender lo que pasaba, el hibrido solo miraba impaciente esperando a que aquel interrogatorio terminara y el honorable ni siquiera estaba prestando atención a lo que decían sus hermanos ya que, solo un par de ojos verdes, ocupaban su mente.

– Finn – lo llamó Kol.

– dime hermano.

– te reto.

– ¿a qué? – pregunto sabiendo lo que su hermano quería.

– una carrera al estudio de Nik. – ambos asintieron y justo antes de que Niklaus, se los pudiera impedir, ellos ya estaban en el estudio descubriendo la pintura.

– Con qué estabas pintando a la Barbie.

– los voy a matar a ambos – dijo el hibrido una vez entro al estudio.

Abajo en el comedor ambas hermanas originales encontraban riendo sobre la pequeña disputa de sus hermanos, Sólo hasta que, Freya, se dio cuenta de que su hermano, Elijah, no parecía darse cuenta de nada, se preocupó.

– Elijah – escucho la voz de su hermana, la cual, lo sacó de sus pensamientos.

– ¿sí? ¿Qué sucede? – respondió con simpleza

– ¿Qué pasa? te noto distraído – dijo su hermana.

– No te preocupes, no es nada

– ¿qué o quién te tiene así? – pregunto Rebekah.

– nada – dijo, y sus hermanas lo miraron preguntándose el quien – ni nadie.

Mintió al final sólo para que sus hermanas no se pudieran dar cuenta sobre la realidad de sus pensamientos. En caso de que se dieran cuenta lo acribillarían a preguntas.

Alessia cenaba tranquilamente en el comedor de su departamento pensando aún en lo que había pasado esta mañana. Tal vez hubiera sido una simple y llana coincidencia, pero ella no creía en las coincidencias

No desde que sueños empezaron a revelarle la realidad de las cosas que podrían pasar y no desde que se enteró que era una bruja.

Con esos pensamientos se fue a se fue a descansar, no sin antes haber apagado las luces y con un último pensamiento.

" Mañana será un nuevo día. Tal vez volvería a encontrarse con Elijah"


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