Capítulo 3

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Alessia despertó a las 4:30 de la mañana viéndose envuelta en sudor; las pesadillas habían vuelto, pero, en esta ocasión la persona que moriría sería una chica rubia.

No sabía quién era, pero si de algo estaba segura era que estaba relacionada con Los Originales; lo mejor sería ir a hablar con Elijah tenía que avisarle sobre la chica que probablemente moriría, tendrían que tener cuidado ya que sus predicciones nunca fallaban.

Freya, despertó con un extraño presentimiento sabía que algo pasaría, pero no sabía que era, sólo esperaba que todo saliera bien.

Caroline, estaba ingresando a la ciudad, sus hijos están durmiendo en la parte atrás del auto. Solo esperada poder llegar al departamento que había comprado, para así poder empezar a buscar a su hermana, justo cuando estaba llegando su hijo Caleb despertó así que sólo tomó su princesa en brazos y junto a su hijo entra su nuevo hogar.

Alessia había llegado a La Mansión Original esperando encontrar Elijah, sin embargo, sólo se encontró con una rubia.

– ¿quién eres? y ¿qué haces aquí? – preguntó Rebekah a la chica que se encontraba en la puerta.

– mmm, Yo vengo buscando a....– Alessia trató de responder a la chica, más sin embargo ella la interrumpió.

– Olvídalo no me interesa – hizo una pausa – lo mejor sería que te marcharás.

– no puedo debo advertirle a....– trato nuevamente.

– Ya te dije lo mejor sería que te marcharás. – respondió alzando la voz.

– ¿qué está pasando aquí? – preguntó Klaus, el cual había llegado junto a sus hermanos.

– ella pasa – respondió Rebekah señalando a Alessia.

– Yo sólo vine a advertirles – dijo rápidamente fijando sus ojos en Elijah – alguien cercano a ustedes morirá.

Elijah miraba la chica enfrente de él, aún sin saber su nombre, expectante, esperando por saber a qué se refería y cómo lo sabía.

– ya advertidos, me voy– dijo la chica antes de darse la vuelta y correr alejándose de esa casa, la cual contenía una bomba de tiempo que pronto estallaría y no se quedaría a ver cómo.

Sólo fue necesario que la chica saliera corriendo de la casa de Los Originales, para que ellos salieran detrás de ella, sin embargo, no encontraron rastro alguno de esa chica. Regresaron a su casa con preguntas en la cabeza ¿Quién era? ¿qué era? ¿quién iba a morir? Y ¿por qué ella lo sabía?

Una rubia vampiresa iba caminando esperando llegar a su casa, cuando un moreno se le atravesó en su camino.

– Disculpa, ¿podrías dejarme pasar? – pidió amablemente.

– oh, una vampira con modales– dijo con burla aquel extraño hombre.

– ¿qué dijiste? – preguntó la rubia retrocediendo con cautela.

–¿tienes miedo?– preguntó el hombre, disfrutando el miedo que irradiaba la mirada de la joven vampira, quién de inmediato negó – Pues deberías– dijo antes de clavarle en la garganta una jeringa con veneno de hombre lobo mezclado con verbena.

Ya entrada la noche Caroline terminó de arreglarlo todo en su nuevo hogar; lo primero que había hecho era arreglar las habitaciones de sus hijos para que pudieran descansar. Preparo la cena para sus hijos y antes de llamarlos, se debió una bolsa de sangre.

Luego de cenar y de revisar que sus hijos estuvieran dormidos, se fue a descansar, ya mañana buscaría a su hermana.

En la casa original todos seguían con dudas, Elijah no pensaba decir que conocía a la chica, ya que ni siquiera sabía su nombre, un moreno entró en la habitación interrumpiendo sus pensamientos.

– Marcel – del dijo Klaus – ¿qué sucede?

– es Camille –respondió con un tono de tristeza.

– ¿qué pasó? – preguntó endureciendo sus facciones.

– murió – dijo bajando la cabeza.

Dicho esto, todos los originales recordaron las palabras de la chica "sólo vengo a advertirlos, alguien cercano ustedes morirá".

– ¿como?

– Davina dice que le inyectaron veneno de hombre lobo con verbena hasta llenar todo su torrente sanguíneo con veneno de hombre lobo.

– ¿quién?

– aún no lo sabemos.

– dile a Davina que necesito que encuentre alguien – dijo pensando en la chica.

Un rato después entraba la joven bruja la casa original, Klaus había hecho un retrato de la chica tal y cómo la había visto, le recordaba a alguien, más, sin embargo, el híbrido no sabía a quién.

Le entregó el dibujo de la chica. Ella miró detenidamente la imagen y lo único que salió de su boca fue.

– Alessia.

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