Capítulo 11

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Miedo

Se tiró al suelo rendido y lloró, apretó su puño, se sentía enfadado consigo mismo, ella ya no estaba, y él la necesitaba tanto que la imaginaba.

Naruto, yo te quiero

Naruto hoy iremos donde los chicos

Naruto, yo Shion prometo amarte toda la vida

Naruto, ¿y si intentamos tener un bebé?

Oye bebé, ven vamos, hoy quiero ser tu leona

Mi amor, Naruto, ven, te estoy esperando, ¿qué esperas?  toma esa cuchilla y ven donde mí

No supo cuánto tiempo estuvo así, abrazandose a sí mismo, oía su voz todo el tiempo, tironeó de su cabello y comenzó a temblar, con la poca consciencia que tenía tomó su celular y marcó un número

P-puedes venir

¿Aló?

Soy Naruto, n-necesito ayuda, oigo voces, no sé que me pasa, no sé, no sé, no sé

Espera Naruto respira hondo, voy, pero ¿dónde estas?

E-en mi casa, por favor, ven

Tengo tus datos, déjame ver.... acá están, estas cerca de mí, voy en 15 minutos, no colgaré sigueme contando qué es lo que oyes

E-es ella, me dice que tome el cuchillo y vaya donde esta ella

Naruto, no hagas nada, quédate en donde estas

N-no puedo Hinata, no puedo, debo ir, me está llamando

Naruto, escúchame

N-no, n-no

Por favor Naruto

¡Nooo!

Naruto, respira hondo por favor

No p-puedo, t-tengo bastante miedo

Naruto, espera, ya voy llegando, solo quedan 10 minutos

N-no vengas, ella me matará si te ve aquí

¿Qué? Naruto cuéntame lo que oyes, di todo lo que te diga

Ella me dice que me ama, que no n-necesito ayuda que yo debo irme con ella

Naruto, sigue

Ella dice que si vienes y me salvas no podré estar con ella, y yo quiero estar con ella

Naruto, no hagas nada, hasta que llegue yo

No vengas, ella me dice que si vienes no me perdonará nunca

Naruto, tranquilo quedan 5 minutos, ya voy

No vengas, ¡maldita sea! yo tuve la culpa de dejarla ir sola en ese viaje

Naruto, tú no tienes la culpa de nada

La tengo Hinata, la tengo, es mi culpa, ella me dice que yo la maté, que yo la dejé ir

Naruto, ella no es Shion es solo una voz cualquiera

No, es su voz

Naruto, vamos ven a la puerta estoy aquí, abre la puerta, déjame pasar

¡No, vete! fue un error llamarte

Naruto, por favor

Vete

Colgó la llamada, la Hyuga se encontraba cerca, a solo dos cuadras, aceleró y en un dos por tres estaba fuera, no lo pensó ni dos veces, busco en su auto y tomó su botella de metal en la cual ella solía beber, tomó distancia y la arrojó a dirección de su ventanal.
El ventanal se rompió por pedazos justo como quería, los vecinos salieron asustados de tal acto

-Por favor cuiden la casa, yo saldré con el dueño

-Pero jovencita acaba de romper el ventanal, ¿cómo se le ocurre?

La Hyuga ignoró completamente a la señora y se encontró con el Uzumaki tirado en el suelo cubierto de sangre su brazo, se alteró y corrió donde él

-Iré donde Shion, Hinata, ya la veré-dijo en un susurro

La Hyuga llamó rápidamente a la ambulancia, y ellos le dijeron que irían de inmediato, busco por la casa algún paño o venda, pero no encontró, así que tomó cualquier polera del rubio y lo rompió, con eso caminó desesperadamente donde él, se arrodilló y apretó firmemente su brazo ensangretado

-Vamos, lleguen rápido-decía la ojiperla

Tomó su celular y miró si había algún número de algún familiar o amigo, halló de inmediato el de Sasuke, pues su número estaba favorito, llamó pero no halló respuesta, intentó de nuevo y nada, buscó en la lista de favoritos y halló el de Sakura, la llamó pero consiguió el mismo resultado, llamó de nuevo y nada, no había respuesta, vio otro número que decía "Abuelo Pervertido" y llamó, era su última esperanza

Hasta que te dignas a llamar Naruto

Yo...

La ambulancia llegó

Déjeme decirle que su nieto necesita ayuda ahora mismo, por favor vaya al hospital KI

¿Qué? Naruto

Y colgó, los paramédicos lo subieron con cuidado a la camilla y lo fueron a dejar dentro del carro

La Hyuga tenía miedo, demasiado, no sabía como es que ese miedo le hacía sentir tan mal, había visto muchos casos así y siempre se sintió mal por ellos, pero con Naruto era diferente, tenía un miedo bastante extraño uno que le decía que si él se iba ella no sabría que hacer. Subió al carro con él, y partieron al hospital

Quédate hasta que ya no quieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora