Es mejor retirarse y dejar un bonito recuerdo, que insistir y convertirse en una verdadera molestia. No se pierde nada que no tuviste, no se mantiene a lo que no es tuyo y no puedes aferrarte a algo que no se quiere quedar. Si eres valiente para decir "adiós" la vida te recompensará con un nuevo "hola".