XI

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Halley estaba montada sobre el meciéndose de un lado a otro permitiéndose sentir sensaciones prohibidas por el chico que jamás seria suyo.

El había culminado sobre ella y ella no tardo en alcanzarlo.

-No se como lo haces Halley, pero nunca pierdes el toque -dijo Donovan con la respiración entrecortada.

Ella se dejo caer a su lado, claramente el no estaba cómodo al respecto.

Halley miraba los labios carnosos de Donovan, a pesar de todo lo que habían hecho, jamas lo había besado.

El jamás lo había permitido.

El teléfono de Donovan sonó en la mesita junto a la cama de Halley.

Era un mensaje de su novia.

>Te amo mucho bebé, te extraño pero te prometo que mañana quedamos para ir al cine, ¿si?

Claro nena, estaré esperando toda la noche.<

Pd. Eres la chica mas hermosa que he visto.<

La sonrisa de él fue lo que terminó con la paciencia de ella.

-¿Que tiene ella de especial? -se levantó de la cama cubriendo sus pechos desnudos con su sabana. Su voz sonaba quebrada y sus ojos estaban cristalinos.

-¿En serio quieres saberlo? -se río de ella- Es que ella no es una puta que huele a cigarro siempre.

Tomo sus cosas del piso y la dejo sola.

La chica que olía a humo de cigarroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora