Llegamos aún muy temprano, pues casi no habia gente en la recepción de la casa de Kendra.
Aproveché esa oportunidad para ir a cambiarme, busqué una habitación vacía, caminé por los pasillos de aquella enorme casa, era tan grande y estaba llena de habitaciones.
Ingresé en una habitación de ensueño, paredes color pastel, cuadros de oro, fotografías por doquier y una hermosa cama de cisne, la cual tenia un rubí incrustado a manera de ojo.
No podía creerlo, parecía una habitación ficticia.
De pronto, con un grito Kendra apareció
-¡¿Quien eres tú, y que haces aquí?!- preguntó enfadada
-Soy Valery, me invistaste a esta fiesta, y estaba buscando una habitación en donde cambiarme de ropa, por cierto ¡que linda es tu recámara!.- dije con tono demasiado amable
-Y ¿quien te dio permiso de entrar?- me gritó
-Perdón, no, nadie, lo siento- dije avergonzada
-Como sea...entra, puedes cambiarte ahí- dijo señalando una habitación al lado
-Oh, gracias- Dije
-De nada, ahora ve ve- dijo haciendo movimientos con su mano para indicarme que debía marcharme.
Entré a la habitación, esta era un poco menos hermosa que la anterior, sin embargo me sorprendió enormemente. Me quité mi ropa y la deje guardada en un cajón, pues al final de la fiesta planeaba ir por ella.
Al abrir el cajón encontré unas pastillas de diferentes colores, azules, rojas y amarillas, pero no les di importancia.
Me cambié de ropa y me hice un sencillo peinado, al salir encontré a Ale
-¡Wow! Te ves aún más hermosa.- me dijo boquiabierto
-¡Ay!- Me sonroje - Gracias- dije
Fue entonces cuando Ale se acercó, talvez demasiado, pues su boca rozaba la mía
-Ale...¿qué estás...
-¡Wow!, más calmados- escucho una voz, al parecer de Kendra
Ale y yo nos separamos, Kendra me miraba raro...como si estuviese celosa...
-Toma-dijo, dándome unas pastillas, las mismas que vi en su habitación, las azules las cuales por alguna razón no le daban buena espina
-Amm..., ¿para qué son?-pregunté, aunque en realidad no quería saberlo, ni me importaba, pues no planeaba tomarlas
-Son...-ella titubeaba, como si estuviera planeando que decir- ya sabes...por si quieres divertite más.
-Oh, gracias pero no creo necesitarlas
-Vamos, solo guardalas, esto te hará olvidar todo un momento-dijo, mientras las ponía sobre mis manos
-Deacuerdo- gruñí, no quería demostrar que no me inspiraban confianza, aunque así fuera, tomé las pastillas y Kendra esbozó una sonrisa, pero no una que pareciera real, era una sonrisa falsa...Con forme avanzaba la tarde iban llegando más invitados, yo me encontraba cerca de la alberca, aunque tenía grandes ganas de zambullirme allí, no lo hice; me encontraba solo con Ale, cuando de pronto lo vi...era él, Leo. Vestía un traje de baño que lo hacia ver muy bien, pero al parecer no estaba solo, lo que era de esperarse, tampoco parecía que disfrutara a Kendra como compañía.
-Vamos, acercatele- dijo Ale
-Hmm...no lo creo
-No pierdes nada con intentar, además tú y él hari.....
Deje de prestarle atención cuando vi que Kendra y Leo se acercaban, venia en dirección nuestra:
-¡Alee! Que lindo te ves- dijo Kendra, por un momento eso hace pensar que se siente atraida hacia él, pues parecía que lo decia con toda sinceridad
-Hmmm...gracias
-Tú no te quedas atrás Valery- escuché decir a Leo, estoy segura de haberme sonrojado, pues no era para menos
-Gracias, tú te ves muy...guapo- dije, casi tartamudeando, él se sonrojó
-Uy, será mejor que los dejemos solos para platicar. Ale, m¿quieres ir a explorar?- Kendra le dirigió una mirada coqueta a Ale, lo que me hacia sentir talvez un poco celosa, aunque no entendía porque. Ambos nos dejaron solos, lo cual no sabia si agradecer o reclamar.
-Así que...¿Que haces por aquí?- dijo Leo rompiendo el hielo
-Pues no tenia nada que hacer, decidí venir
-Hmmm...que bien- dijo
-Si...
Hablamos por un largo tiempo, de cosas sin sentido aveces, pero no podía dejar de pensar que estaban haciendo Ale y Kendra.
-No, no, no te gusta Ale- me dije a mi misma, aunque no se si fue así, por que Leo fruncio el entresejo
-Debo mostrate algo, ven- me tomó de la mano y nos dirijimos a no se donde, parecía estar un poco apartado de la fiesta
-¿A dónde vamos?- pregunté casi sin aire, pues íbamos corriendo
-Ya lo verás, ¿te has cansado?
-Hmm...un poco
-Vamos, estamos cerca- dijo esto y emprendió de nuevo la carrera
Cuando por fin paró estábamos frente a un acantilado, parecía ser donde los chicos llegaban a sus novias para que ocurriera algo más, sin embargo, no creo que Leo pensara en eso
-Es una hermosa vista- dijo, mientras se sentaba en el suelo cubierto de pasto
-Sí, muy bonita- también me senté
-Te traje aquí por que...debo decirte algo
-Adelante- no sabia que esperar, mi corazón palpitaba a un ritmo impresionante
-Valery...me gustas mucho- dijo él casi en un susurro, sin embargo pude escuchar
Llevaba mucho tiempo esperando oír eso, pero cuando por fin pasó no fue como esperaba
-...¿Que piensas?-dijo, me percaté de que no le estaba poniendo mucha atención.
-Ah...-dije, aunque solo podía pensar en Ale...no quería que estuviese más tiempo con Kendra lo siento, debo irme- tomé mis cosas y salí corriendo, en la misma dirección en la que había llegado.
ESTÁS LEYENDO
Una vida
Science FictionAunque la vida de Valery no paresca del todo justa, eso a lo que llama vida se describiría como la "Vida Perfecta" pues lo que esta por pasar se vuelve un completo caos.