Una vida

Capítulo 5 "Pastilla"

~¿Dónde está Ale?~Me preguntaba a mí misma cada diez segundos.
-¿Has visto a Alexander?-Preguntaba a cada persona que veía en el camino, mientras ella se limitaban a ignorarme o a responderme secamente.
-No.
-No lo conozco.
Después de pasar preguntando por lo que parecieron horas, un agradable muchacho rubio me contestó:
-Sí, lo vi con Kendra, me pareció que iban a su habitaci...
Antes de que terminara su frase salí corriendo, sea lo que sea que estaban haciendo allí iba a evitarlo, no podían ser nada, ellos no debían...Pero, ¿me gustaba? O en todo caso ¿por qué evitaba que estuviera con ella?, todo eso me revolvía la cabeza. Iba a detenerme para aclararme, pero para entonces ya había llegado, su puerta estaba a tan solo unos centímetros, nadie hubiera podido evitar escuchar...
-...lexander, claro que eres lindo, ¿cómo quieres que te convenza?
-Huummm...
-¿Así?
Empezaron a escucharse sonidos bastante confusos, pero no iba a quedarme ahí a imaginar que estaban haciendo. Abrí la puerta de un empujón, y la vi, Kendra y Alexander bajo ella.

Alexander:
Dejé a Valery sola con Leo, sabía que a ella le gustaba así que ¿por qué no?, además yo iba con Kendra ¿qué más podía pedir?
-¿A dónde vamos?- dije a ella
Ella se limitó a sonreirme de nuevo, yo la seguí, entramos de nuevo a su gran casa, y nos dirijimos a su habitación...¿Kendra y yo? ¿solos?, esta fiesta si que era sorprendente.
-Vamos-dijo mientras abría la puerta de su recámara
Yo entré, era un bonito lugar, pero muy femenino para mi estilo.
Me senté en la cama tipo cisne que tenía y ella a mi lado, muy cerca de mí
-Entonces ¿te gusta Val?
-¿Qué...? No..no...
-Vamos se te nota, es más que obvio
-Huuummm..¿Por qué?
-Pues es que..-Se interrumpió, se oían ruidos fuera, muy cerca de la puerta.
-Eres lindo.
-¿Lo soy?
-Alexander, Alexander, claro que eres lindo, ¿cómo quieres que te convenza?
-Huummm....
-¿Así?-Después de decir eso solo sentí un ligero rose en mis labios. Nos estábamos besando. Yo le respondí el beso.

Valery:
-Val...-dijo apenas notó que yo estaba ahí.
No dije nada, solo salí dando un portazo.
Mis ojos se llenaron de lágrimas rapidamente, pero ¿por qué?, debía dejar que él fuese feliz.