Por qué a mi?

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Abro los ojos y me encuentro tumbada en el suelo, rodeada de campo.

Hace un día cálido, y la brisa acaricia mis mejillas. Me incorporo y miro alrededor, pero tan solo se ven árboles y montañas. Mientras ando empiezo a divisar a lo lejos la famosa villa. Acelero el paso, una vez dentro me paro en seco y observo . La misma calma de siempre, espero el momento de volver a ver a ese hombre tan misterioso que se apodera de mis sueños. Decido investigar los recovecos del fondo, me meto por una entrada que da a una inmensa sala. Los mosaicos del suelo son preciosos, esta lleno de círculos decorados, parecen un tapiz. De nuevo la misma sensación, de que alguien me observa, pero no hay nadie. Al fondo de la sala se ve una entrada en forma de arco, más pequeña que las demás. Está muy oscura , pero aún así quiero averiguar que hay dentro. Bajo unos pequeños escalones de piedra, dentro huele mucha a humedad. Me acuerdo que tengo un mechero en el bolsillo del pantalón, lo enciendo y veo en la pared un santuario, está en un pequeño nicho. Me acerco para tocarlo y noto que las piedras están muy frías .

Quiero salir de aquí, empiezo a tener frío. Piso algo duro. Un anillo de cobre, tiene un dibujo marcado, no se aprecia bien pero parece ser una K. Me lo meto en el bolsillo.

En ese momento oigo como si algo se moviera al fondo de la salita, pero no veo nada por que está muy oscura. Vuelvo a encender el mechero con las manos temblorosas y allí está él, avanzando despacio hacia mi, el mismo chico de la túnica. Doy un grito.Hace un gesto con la mano levantada para que me tranquilice.

-No temas Raquel, no voy ha hacerte daño.-sigue avanzando hacia mi.

Dios, tiene una voz preciosa! Pero como sabe mi nombre!!!!

-Quién eres? Y por qué sabes mi nombre?-pregunto con voz entrecortada.

Puedo ver su cara reflejada por un hilo de luz , su mirada parece triste. Doy un paso atrás.

-Soy Kaeso y ésta es la Villa Fabiana donde trabajé para mi señor, tú me liberarás de mis males- alarga la mano para coger la mía.

Siento su mano helada y me aparto bruscamente, doy media vuelta y salgo corriendo.

No dejo de correr, oigo de lejos como grita mi nombre mientras me alejo.

***

Por fin sábado,quiero que pase rápido el fin de semana y poder disfrutar de mis días.

Me visto y bajo a la farmacia a comprar una caja de pastillas. Está empezando a lloviznar, me gusta la sensación que provocan las finas gotas en mis mejillas. Subo a casa , me pongo a preparar la maleta para el viaje. En mi cabeza tengo la imagen del sueño reciente. Cada vez parecen mas reales. Ese nombre, Kaeso...se repite en mi interior constantemente. No dejo de pensar.

Pican a la puerta, abro y veo a Lara con una sonrisa de oreja a oreja y con un folleto en la mano.

Al abrazarme efusivamente me contagia con su emoción. Está claro que este viaje nos irá bien a las dos.

-Preparada para pasar las mejores vacaciones de tu vida?-grita mientras se saca el abrigo.

-Ya veo que sí, si hasta has ido de compras!-dice mirando las bolsas que he dejado en el suelo.

Me tiene intrigada el folleto que lleva, supongo que por fin sabré donde iremos.

-Quieres un café, té ?-le pregunto nerviosa.

-Mejor por qué no abres una botella de vino?-responde dándome un golpecito con el dedo en la nariz.

Y por qué no, mañana es domingo y no tengo que madrugar.

-Y pues, me vas a decir por fin donde iremos o prefieres dejar que la curiosidad acabe conmigo?- le comento señalando el folleto que ha dejado sobre la mesita.

-Tranquila, ahora hablaremos de ello, tú primero trae la botella de vino.

Me dirijo a la cocina a por la botella y dos copas. Sirvo el vino y me quedo mirándola impaciente, a la espera de que empiece a hablar.

-Bueno, ya no te hago sufrir más. Tú misma!!-suelta mientras me entrega el folleto.

Al desplegarlo, en lo primero que me fijo es en el nombre de la ciudad, Sicília!!!

Sonrío ilusionada. Lara sabe que siento pasión por Itália.

Ojeo un poco por encima . Pongo atención donde especifica los sitios de interés turísticos. Hay pequeñas fotografías. De pronto mi cuerpo se tensa como un alfiler al fijarme en el nombre que figura en una de las fotografías de unas ruinas...antigua Villa Fabiana.

Dejo caer la copa de vino al suelo. Palidezco y me da un pequeño mareo. Oigo a Lara preguntando si estoy bien ,con voz alarmante. Me sujeta la cara y me mira a los ojos.

Tardo unos segundos en reaccionar, mi corazón palpita agitadamente. Demasiadas casualidades, cada vez lo veo más claro. No le cuento nada al respecto, le digo que he sentido un dolor agudo en el estómago, no quiero preocuparla.

Se levanta para recoger los cristales rotos y limpiar el suelo de vino y decide prepararme una manzanilla.

Durante la cena intento apaciguar mis nervios, no quiero que ella sospeche nada, pero me cuesta prestar atención a lo que dice. Necesito estar sola y pensar.

Nos despedimos y justo antes de salir por la puerta se acuerda de entregarme el billete de avión.

Ya una vez sola voy con pasos rápidos a mi habitación y me siento en la cama. Me noto las piernas débiles, supongo que de los mismos nervios.

Aún así tengo sueño, estoy cansada física y mentalmente.

Tomo la pastilla e intento dormir.

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⏰ Última actualización: Mar 08, 2016 ⏰

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