Algo Inesperado (Fanfic de G-Dragon)

Capítulo 2

Habían pasado dos días enteros, ¡dos malditos días! Y no sabía nada de él, ni un mensaje, nada. Y me estaba volviendo loca. ¿Iba a venir? Mientras pasaban las horas cada vez dudaba más. Esa mañana había sido la mejor experiencia de mi vida, y quería volver a repetirla, pero sin él era imposible. Cuando llegué al hotel casi al mediodía, fui a comer y por la tarde estuve paseando por Seoul, mirando las tiendas, pero todos los malditos carteles me recordaban a esa mañana. ¿Porque toda la ciudad había solo cárteles de ellos? Parecía que lo hicieran adrede para torturarme más. Pero si pensaba, mi parte razonable, era normal que hubiera tanta publicidad de ellos, mañana empezaban su gira y iban a ser tres días inolvidables de concierto. Así que podía comprender que estaría cansado o explotado con los ensayos. Pero mi parte egoísta deseaba verle, no me importaba nada de eso, solo el tenerlo entre mis brazos otra vez. Suspire exageradamente mirando el reloj, las once de la noche y yo aquí sin hacer nada. En realidad me sentía algo cansada de haber estado paseando estos dos días arriba y abajo mirando templos y jardines preciosos. Así que después de una ducha relajada estaba tumbada en la cama mirando o intentando mirar la televisión, algún que otro programa sin interes.

Bingle bingle meoriga apayo

Oh oh oh oh oh oh oh

Can i be the one girl i should be the one

Can can can i be the one i i i'll give you the world

Can i be the one girl i should be the one

Can can can i be the one i i i'll give you the world

¿Que está sonando? ¿Mi despertador ya? Abrí los ojos perezosamente mirando el móvil con odio. ¿Me estaban llamando a...la una de la madrugada? ¿Pero quien era? Y además con un número desconocido. No pense mucho más, aún estaba medio dormida, lo cogí.

- ¿Si? Hola. Ahora si, pero ¿quien eres?- su voz me era familiar pero el no estar despierta del todo no lo reconocía, y menos por teléfono. Hasta que dijo su nombre y salte de la cama de golpe, incorporandome, poniéndome nerviosa. ¡Me estaba llamando! - ¿QUE?- ¡No me lo podía creer! Estaba abajo en mi hotel pidiéndome mi número de habitación, ahora si que estaba temblando de verdad.- Es la 313.- y me colgó.

Note como mis mejillas estaban ardiendo. ¿En serio era él? Parecía tan surrealista toda esta situación. ¿Y a la una de la madrugada? ¡OMO! Fui corriendo hasta el lavabo para mirarme cómo iba, hacía escasos cinco minutos estaba dormida, me lave la cara para despejarme y me mire al espejo, peinando mi melena morena oscura con la mano, bueno más o menos estoy decente, me lave los dientes y antes de poder hacer algo más como mirarme que llevaba puesto picaron a la puerta, haciendo que todo mi cuerpo temblara por la adrenalina del momento. Fui abrir.

- Hola.- dije con timidez, y sintiendo como mis mejillas subían de color.

- Hola.- dijo con una sonrisa encantadora. Le deje pasar, cerrando la puerta a mis pies. Iba con unos pantalones negros anchos de chándal, una camiseta de tirantes blanca y una cazadora por encima y estaba todo sudado, mientras que su rostro estaba cubierto por unas enormes gafas de sol y una gorra. ¿De donde venía? Ví que traía una pequeña mochila encima de su hombro. Antes de que pudiera decir algo más, él se adelantó.- Siento mucho venir tan tarde, pero tenía ganas de verte y acabo de salir del ensayo general y mañana tengo libre, bueno hasta el concierto, claro. - ¿Estaba hablando en serio? ¿Había venido por mí? No pude evitar una amplia sonrisa.

- Yo también tenía ganas de verte.- dije sonrojada.- Pensé que ya me habías olvidado.- dije sacando la lengua juguetona, algo que hizo que se riera.

- Así que esperando, ¿eh?- se acercó hasta mí quitándose la gorra, y me beso en los labios, sintiendo su gusto salado del sudor.- Perdón, estoy todo sudado...¿Puedo usar la ducha?- ví como enrojecia, encontrando eso adorable, quitándose las gafas de sol, pudiendo volver a ver esos ojos tan intensos, de los que me enloquecian.