Capitulo 3 "Perdiendo el control"

47 2 0
                                    

-Esta lista, ahora si nos podemos ir - dijo Scott subiéndose a la moto.

-!Aleluya! - celebré e hice lo mismo que él - te agradezco mucho. - recordé que cuándo fui al baño a scott se le había quedado el móvil -Ah mira, creo que esto es tuyo.

-¡Mi móvil! Gracias , tengo muchas cosas preciadas allí.

-No es nada, es lo menos que puedo hacer - le dije con entusiasmo.

-Si, pero desde que llegué, te he tratado mal y tu sigues hay.

-No me importa, se que no eres tan malo como pareces.

-Eso no lo sabes, no tienes ni idea - dijo e inmediatamente bajo la mirada.

-Todos tenemos secretos, además estas muy tenso, relajate, hay que disfrutar la vida ¿No crees?

-Tienes razón - se quedo callado un momento y siguió - es más vámonos a algún lado.

-¿Ahora?

-Ahora o te da miedo.

-No, solo que...

-Solo que a la reina del instituto le da miedo.

- No y no soy la reina del instituto.

-¿Entonces vienes?

-Esta bien, pero prestame tu móvil y le dejo un mensaje a mi padre - el asintió y me dio el móvil

Mensaje
Padre creo que me voy a demorar, estoy bien no te preocupes, estoy con Ángela haciendo un trabajo .
Te amo.

Le mande el mensaje, pensando que estaba totalmente loca al irme con un desconocido.

-Entonces para donde vamos.

-Vamos al lago, para relajarnos.

Comenzamos nuestro camino, sin saber que era lo que íbamos hacer, tal vez es una trapa, quizá me quería matar en un sitio alejado para que nadie se diera cuenta, o simplemente se quería olvidarse del mundo real.

Llegamos a un lago cerca del instituto, nunca había estado allí, pero era un lugar lindo, un poco miedoso, si, pero lindo.

-¿Que vamos hacer? - le pregunte a Scott.

-Corrección, que voy hacer yo - dijo y se acercó a mi.

-¿D-de que hablas? - dije con mucho miedo, pensé que allí iba a morir y que estaba totalmente loca, ¿como podría confiar en un extraño?

-Pues que voy a entrar al agua a nadar y a refrescarme un poco - me respondió pero aún no estaba muy confiada.

-¿Con este frío?

-Si, hay que vivir al límite ¿No crees?

-Si, pero esto no es vivir al limite, esto es ariesgarse a enfermarse y no quiero eso.

-Entonces es mi problema, niña aburrida - dijo y se quito la camiseta y el jean quedando con una pantalonera que le dejaba en descubierto su trabajado y fuerte torso, tenia otro tatuaje en la espalda, tenía un nombre de mujer "Helena" con unas rosas góticas, por un segundo sentí celos pero no entendía por que.

-Y... ¿Quien es Helena? - pregunte y él volteó bruscamente.

-No me gusta hablar de mis tatuajes, así que no preguntes niña tonta - dijo y lentamente se fue hundiendo en el lago.

Me paré rápidamente y me acerqué a el lo suficiente para que me escuchara.

-No soy tonta, y aún no entiendo por que eres tan cruel conmigo, además como no te voy a preguntar si el tatuaje abarca gran espacio de tu espalda.

-No seas entrometida y entra al agua.

-No.

-¿Por qué?

-Primero, esta de noche, segundo hace mucho frío y tercero, no se me da la maldita gana.

-Oh por dios, la reina del instituto maldiciendo, esto no tiene precio.

-Cállate, y no soy la reina del instituto - dije haciendo pucheros inconscientemente, y acto seguido Scott me imito, tratando de hacer voz de mujer cosa que no le fue bien.

- Demuestrame que no eres la típica reina "perfecta" del instituto.

- No tengo que demostrarte nada, así que déjame en paz.

-Tu lo quisiste - dijo y salio del lago para acercarse a mi y antes que yo pudiera pensar me cargo y me tiro al agua.

-¡Auxilio! ¡Auxilio! No se nadar - dije desesperadamente y el inmediatamente salto y me cogió del brazo hasta que no soporte la risa y le dije - caíste - sonriendo - ya me di cuenta que no eres malo - hice una pausa - eres más que eso, eres la persona más grosera, altanera y antisocial que he conocido.

Su boca se curvaron hacia arriba, y me dijo -Te falta cruel, demente y sexy - eche a reír

-Eres un idiota - le dije acercándome a la superficie.

-¿Ya te vas?

-Si, venir contigo fue un error, me voy que te valla bien.

- Y como te vas a ir si no tienes transporte - casi pude notar si sonrisa a mis espaldas.

-Me da igual - le dije y cogí mis cosas para así llegar a la carretera e irme caminando hasta casa totalmente muy mojada.

Salí a la carretera con mucha rabia, no tenía ni idea de como volver, solo camine y camine por una hora sin ver rastro de vida, arrepintiendome de dejar a Scott, el fue un patán conmigo pero tuvo la amabilidad de darme transporte.

Solo necesitaba que alguien pasara y me diera un aventon, pero no, no había nadie en esa carretera, me maldije una y otra vez, "Soy una tonta" pensé, ya no soportaba la frustración, y grité con todas mis fuerzas.

De repente alcance a ver una luz a lo lejos, con esperanza de que no fuera Scott me dispuse a pararlo, por suerte era un carro, pero no me daba buena espina.

-¿Que haces sola a estas horas? - preguntó una mujer trigueña y con mucho busto.

-Un pequeño problema, me puedes llevar a la ciudad por favor - le dije y ella inmediatamente aceptó - Te lo agradezco, he estado mucho tiempo caminando, alrededor de una hora y estoy muy cansa...

-No me agradezca niña - me interrumpió - cualquiera no te recogería a mitad de la calle, es muy extraño - pero yo, necesitó ayuda.

-¿Ayuda? Que clase de ayuda - pregunté un poco curiosa.

-Tengo un problema pero tu me lo solucionaste - dijo e inmediatamente le puso seguro a las puertas

-Puede abrir por favor, es que tengo mucho calor - dije desesperada.

-Vas a tener más calor cuándo estés en el prostíbulo, descuida, te trataran muy bien - al escuchar estas palabras se me heló la piel "ahora ¿en que me metí? - pensé desesperada.

-¿P-prostíbulo?

-Eso mismo.

-Creó que me estas confundiendo - dije nerviosa - yo no soy prostituta - por que hay gente tan loca en este mundo.

-En ese caso te obligare - dijo e inmediatamente comencé a pegarle al vidrio con todas mis fuerzas - eso es inútil - no podía bajar la ventanilla, estaba sellada.

En medio del desespero comencé a gritar e intente herirla pero saco un cuchillo del mismo tamaño que un brazo.

-Si sigues así tendré que noquearte - dijo pero yo no hice caso y efectivamente, paro su coche y me dio un puñetazo con todas sus fuerzas en la nariz, sintiendo un gran dolor e impotencia, y , poco a poco sentía como mi vista se nublaba del dolor que me causo esa mujer.

Una conexión casi incompatible (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora