El que se enamore pierde

capitulo extra: ¡de compras!

Las clases continuaron, raramente, de forma normal. Hinata creía que el Namikaze estaría molestando todo el tiempo, pero el había faltado, o mas bien se había escapado, las horas de matemáticas que eran las últimas de la jornada.

No había duda que tarde o temprano alguien tendría que ser el tutor de ese rubio. Todos sabían lo mal que le iba en esa materia.

La última campanada del día sonó, como siempre a las 2:30 p.m. siempre era puntual ese maldito sonido. Claro que el último era el más anhelado por los alumnos.

Todos comenzaron a recoger sus cosas, Asuma-sensei (el maestro de matemáticas) se retiró del salón dejando a los pocos estudiantes que quedaban en salón, entre ellos Hinata, Ino y Sakura.

-Hina, iré a ver como sigue Sasuke-kun -comenta Sakura acercándose a la peliazul-, ¿vienes conmigo?

-La verdad es que tenia planeado ir a comprar ropa para la fiesta -mira a Sakura-, ¿qué tal si vas tu, Saku? Te puedo dejar en casa de Sasuke-san y luego puedo ir al centro comercial -propuso.

-¿¡Qué!? -gritó Sakura-. Iras de compras y no me avisaste -reclamó la pelirosa a su amiga.

-Bu-bueno -tartamudeo Hinata-, pensaba decirte, pero como Sasuke-san se encuentra enfermo supuse que no vendrías -habló con timidez.

-Mmh -meditó la pelirosa-. la verdad es que si tenía planeado ir a ver a Sasuke-kun pero -miró a Hinata-, ¡las compras son más importantes! -gritó emocionada.

-¿Eso quiere decir que me acompañaras? -preguntó Hina con una sonrisa.

-¡Pues claro! -contestó-. Después podre ver a Sasuke-kun -sonrió-, ¿nos vamos?

-Oigan, yo también estoy presente -habló Ino para que le presten atención.

-Lo siento Ino-chan -se disculpó Hinata con su amiga-, ¿quieres acompañarnos? -preguntó con una sonrisa.

-Mmh... No lo se -dijo con los brazos cruzados, fingiendo enojo.

-Cerda, ya responde que si, sabemos que te encanta ir de compras y no te negarás a ninguna propuesta para ir al centro comercial -dijo Sakura.

-¡Callate, frentona! Claro que no me negaría -se defendió la rubia.

-Entonces... -habló Hinata-,  ¿vamos? -

-Claro, hoy no traje mi auto así que todas iremos en tu nuevo auto -comentó con una sonrisa Ino.

-Bueno, vamos. No soporto estar ni un minuto más en el instituto -dijo Sakura y comenzó a caminar seguida de las otras dos.

...

-Me sorprendió mucho que tu padre haya escogido el mismo modelo que mi auto -comentaba una rubia de coleta alta y unos hermosos ojos azules.

-A mi también me sorprendió, pero en ese momento no recordaba que era el mismo modelo de tu auto, Ino-chan -dijo Hinata con una sonrisa.

-La verdad, es que yo pensé que lo había escogido algún empleado de la empresa de tu padre, Hina -habló esta vez Sakura.

-Yo aun no descarto esa posibilidad -Agregó la peliazul-, pero mi padre me dijo tantas veces que había sido él quien escogió el auto, que al final tuve que aceptarlo -sonrió Hinata.

-Bueno, eso no importa -habló Ino -. ¡Miren! -señaló una tienda-. Vamos ahí, de seguro habrá ropa linda -comentó.

Las otras dos asintieron y comenzaron a caminar a la tienda señalada por la rubia, con ropa cara, cabe recalcar.