Presión

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Normal *POV*
Pasó el tiempo y Elesis seguía siendo ignorada por la gente de su alrededor, a nadie le importaba lo que sentía ni lo que quería, nadie se ponía en su lugar y nadie la entendía. Lloraba todas las noches sintiendo un grave dolor en su pecho y esa sensación de soledad que tenía cada vez más seguido, se preguntaba si realmente la querían, si fue un accidente o algún error del que se arrepentían. Se sentía decepcionada y hundida, pensó en el suicidio varias veces, pero no tenía la fuerza, no tenía el valor para hacerlo. Su padre se volvió soberbio, su madre fría y la obsesión de su hermano con el pueblo enemigo aumentó. Muchas veces Chiaki intentaba golpearla para tener el control de la situación y ya no era Elesis, era "bicho", como ella no sabía pelear cuerpo a cuerpo tenía que aguantar los golpes tanto de su hermano como de su padre, su madre no les decía nada y seguía en lo suyo como si lo que ellos hacían estuviera bien o no tuviera importancia. En una de las desesperaciones de ser golpeada por Chiaki, Elesis salió corriendo para una dirección cualquiera del bosque, pero fue atrapada al instante y golpeada sin piedad. A pesar de sus gritos, súplicas e intentos de defenderse, Chiaki jamás le prestaba atención, ella realmente era un estorbo.
-¿Por qué me golpeas?
Dijo con voz quebrada y lágrimas en los ojos intentando bloquear los golpes. Él la tomó de la remera y la tiró lejos, luego pateó un árbol agresivamente y se fue dejándola sola, ella sólo lloraba abrazándose a sí misma en el piso. Cuando se recompuso caminó hasta la casa y entró por donde ahora lo hacía siempre, la ventana de su habitación, tenía oculto su arco allí ya que su madre intentó prenderlo fuego aunque su padre logró deshacerse de las flechas. Se miró a un espejo que tenía ahí y comenzó a insultarlo, comenzó a odiarlo, había empezado a odiarse. "La próxima echaré a correr más rápido que tú bastard#... Siempre fuiste el más rápido, pero no te fíes hijo de put#..." Se sentó en su cama a dibujar, hizo a su hermano golpeando a una persona sin rostro, debajo tenía un globo de diálogo que decía "Ayuda". Vio la imagen repetidas veces y lanzó el libro contra su armario, miró bajo su cama sacando un pequeño botiquín para curarse heridas que le dejó su hermano y seguir tratando anteriores. Con el paso de los días practicaba saliendo a correr cuando su hermano se iba al pueblo y coincidía el día que su padre iba a cazar, no le importaba si estaba su madre ya que ella no le prestaba atención. Elesis estaba afuera de cuclillas viendo unas flores y sintió que alguien venía, al voltear vio que era su hermano, venía con lo que parecía ser ropa.
-Vas a empezar a vestirte como mujer...
Dijo mientras se aproximaba rápidamente, ella se paró y se acercó un poco con miedo, él le dio un vestido de un empujón haciéndola retroceder.
-Te vuelva a ver con pantalones y camisas, bicho.
Ella bajó la mirada un segundo esperando a que se fuera y recibió un puñetazo en el estómago, se encorvó cubriéndose y él se fue satisfecho. Luego de ponerse el vestido se quedó durmiendo todo el día, al caer la noche la llamaron a cenar, su madre le lanzó la comida como a un animal, ella la tomó y volvió a la habitación. Se sentó en el piso apoyada en la puerta con llave. «Te prometo que te voy a proteger, nunca te dejaré sola ni te haré daño, en serio» Se quedó mirando a la nada mientras abrazaba sus piernas y pronunció unas leves palabras.
-Mentiroso...
«Papá, ¿Tú me amas?- Claro que si...»
-Mentiroso...
«Mamá jamás me dejarás sola, ¿Cierto?- Nunca te dejaría sola cariño, eres muy importante para mí »
-Son todos unos mentirosos...
Se quedó pensando en ellos y se quedó dormida en la puerta. Se despertó exaltada con los golpes en la misma, se levantó y puso la mano en la llave.
-¿Quién es?
-¡Soy yo, renacuajo, abre de una vez!
Ella giró la llave y se alejó de la puerta, su padre entró y tomó su libreta de dibujos. -Eso es mío... -Ella se acercó extendiendo los brazos. -Por favor, dámelo papá... -Él la miró y la hizo a un lado tirándola, ella se puso de pie al instante y le jaló el brazo. -¡Papá dámelo es mío! ¡Por favor papá! -La alejó golpeándole la cara con el codo y cerró de un portazo, insistente Elesis lo siguió y su hermano la empujó en el pasillo.
-Quedate ahí bicho.
Su padre se colocó el bolso, guardó su espada y se fue, su madre venía por el pasillo y la vio en el piso.
-No estorbes, sal del medio.
Ella la miró con los ojos lagrimosos y se levantó dirigiéndose a su habitación de nuevo. Le puso llave y al mirar al costado vio el espejo, se acercó mirándose detenidamente, "Me odio" Lo golpeó con fuerza y éste parecía estallar, los fragmentos del cristal saltaron para todos lados, otros más grandes cayeron al piso para destrozarse con el impacto y los restantes se encargaron de hacerle daño a la mano de Elesis. Bajo las dos manos, pasó una hora parada en la misma posición, se movió a curarse la herida y luego juntó algunos cristales. Los dejó a todos en una bolsa, con las manos vendadas salió silenciosamente y tomó una daga de su padre, corrió a la habitación y la ocultó junto a su arco.
FIN DEL CAPÍTULO
[En este capítulo no se intenta hacer referencia a ninguna realidad u ofender a una persona tanto de sexo masculino como femenino, gracias.]

Desafiando Al DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora