Prólogo

804 37 4
                                    

Ian se encontraba limpiando el suelo con un cepillo de dientes mientras yo limpiaba las mesas con un pedazo viejo de tela. Castigarnos por el simple hecho de que las tuberías explotaron no era para nada justo, pero nada en este internado lo era.

Se escucho un terrible estruendo en toda la cafetería provocando que Ian me diera una mirada llena de curiosidad, seguidamente vimos la puerta de la cafetería abrirse. El señor McCartney entró con esa mirada asesina que siempre daba cuando caminabas hacia el salón de castigo.

-Semidioses... mis favoritos- Nos dedicó una mirada completamente extraña, una que jamás habíamos visto, sus ojos llegaban a reflejar la misma muerte, si eso llegaba a ser posible.

-¿Semidioses?- Fue lo único que escuche decir a Ian antes de que compartiéramos una mirada de confusión.

No estábamos nada preparados para lo que sucedería segundos después, nuestro profesor de historia comenzó a transformarse en la cosa más horrorosa que mis ojos alguna vez habían visto, por un momento llegue a pensar que estábamos en una clase de cámara oculta o algo por el estilo.
De sus brazos empezaron a surgir pelos, sus manos se transformaron en garras y todo su cuerpo empezó a cambiar. No podía creer lo que estaba viendo, era una clase de monstruo de los que salen en las películas. Y como si fuera parte de una escena entró un chico rubio con una espada y atacó al monstruo, inmediatamente el señor McCartney se defendió y de alguna manera lanzo al chico contra la pared.
Ian me agarro y nos escondimos detrás de una de las mesas.

-¿Piensas lo mismo que yo?-

-¿Qué todo esto es un programa de cámara oculta o que aún no sé cuál es la carne misteriosa que prepara Gladis?-

-La carne misteriosa... no... Digo... agh  ¿Por qué no podemos ser serios por una vez en la vida?- Una pequeña risa salió de mis labios al notar la confusión que llegaba a tener mi hermano gemelo.

El chillido de unas zapatillas inundo el vacío que repentinamente había reinado en la cafetería.

-¿Están bien?- Una voz para nada parecida a la del viejo profesor de historia se logró escuchar y segundos después aquel chico rubio sacado de una película de fantasía apareció en nuestro campo de vista.

-Define bien- Ian se levantó sacudiéndose el pantalón el cual estaba algo sucio después de tirarnos al suelo, seguido me tendió la mano para ayudar a levantarme.

-Eso fue increíble... ahora... ¿Dónde están las cámaras?- El rubio oxigenado soltó una pequeña risa que duro tan solo segundos.

-Todo es real- Lo dijo de una manera tan convincente que ni Ian ni yo quisimos dar ningún otro comentario. -Soy Luke Castellan, hijo de Hermes- En su tono de voz se llegaba a distinguir cierto disgusto ante aquel nombre.

-Yo soy Ian Collins y ella es mi hermana gemela Sol-

-Si lo que nos dices es verdad... ¿Qué era esa cosa?-

-Una mantícora, un monstruo de la mitología...-

-Griega...- Ian lo interrumpió antes de que pudiera terminar.

-¿Mitología Griega? Como Zeus, Hércules y todos esos-

-Si, todos ellos son reales-

Ian soltó una carcajada mientras veía al tal Luke a lo que yo no hice más que contagiarme con su risa. Todo lo que nos decía el chico era para nada creíble.

-¿Nos crees idiotas rubio?- Pregunto Ian entre risas.

-¿Enserio creen que es broma después de haber visto eso?-

El chico tenía un punto... aquel monstruo se veía bastante real. -Vale... digamos que te creemos ¿Eso que tendría que ver con nosotros?- Pero yo también tenía un punto, pues Ian y yo no pintábamos nada en este asunto de monstruos.

-Ustedes son hijos de uno de los olímpicos- O tal vez no tenía ningún punto.

-Nuestra madre es completamente normal... en cierto punto... y nuestro padre... de él no sabemos nada... claro...- Lo último lo dijo casi en un susurro y es que, si lo que nos decía Luke era cierto nuestro padre era un maldito Dios griego.

-¿Por qué nunca nos dijeron nada?- Fue lo único que logre preguntar.

-Porque él no se interesa por ustedes, los dejo sin ninguna protección para que monstruos como ese...- Señalo el lugar donde minutos antes había peleado con aquella mantícora. -Los destruya-

A mi mente llegaron todas las veces en las que Ian y yo corrimos peligro, todas las veces que jurábamos haber visto algo fuera de lo normal y todas las personas que nos trataban por locos al no creernos.

Molestia, disgusto, odio, ira, era lo que sentía por mi supuesto padre, si se podría llamar así. Note que Ian estaba igual o peor que yo cuando apretó sus puños, tanto que sus nudillos comenzaron a tornarse blancos.

-He venido a buscarlos para que se unan a mí. Estoy armando un ejército para pelear en contra de los dioses, para crear un nuevo mundo justo para todos-

-Iremos contigo- Ian no dudo en responder, y aunque me pareció una respuesta apresurada de su parte, resultaba ser la respuesta correcta. 

N.A.

Aquí editanding los capítulos cutres que escribí hace mucho.

Espero les guste este nuevo prólogo, cambie ciertas cosas que no me gustaban, pienso hacer lo mismo con los otros capítulos y cuando termine de editar subiré nuevos capítulos.

No olviden votar y dejar sus comentarios que siempre dan mucho animo cuando lo hacen.

SE LES QUIERE.

xL

Just Forget the World  (Connor Stoll)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora