Tengo un dilema. Y es que en una de esas ocasiones en las que te encuentras como vacío por dentro, me puse a mirar mi instagram, y encontré la imagen que reina este capítulo como cabecera. Es una simple imagen de un paisaje como cualquier otro, pero que en su interior alberga pequeños detalles que ayudan a introducir un contexto, como el campanario del pequeño pueblo que se asienta en mitad del valle o las altas montañas casi ocultas por las nubes. El caso es que en cuanto vi la fotografía me vino a la mente una persona muy especial para mí, la que actualmente es la persona a la que amo.
Volviendo al entorno de la fotografía en cuestión, se intuye que se trata de un bello paraje en el extranjero, no hay evidencias de que se trate del que es mi país, España, y eso significan unos miles de kilómetros de distancia. Ahora me traslado a la colina desde la que fue tomada la imagen, yo solo, disfrutando de esas impresionantes vistas rodeado de la relajante tranquilidad del paisaje rural; y entonces me vuelvo a percatar de que no hay nadie más a mi lado, nadie más que yo y mi yo interior, pero eso es algo que no me importa mucho, al fin y al cabo es una soledad temporal, mi dolor surge cuando esa persona tan especial vuelve a mí mente, y recuerdo cada risa, cada conversación, cada mal rato que superamos... ¿Y ahora? ¿Donde está esa persona? Qué ha sido de ella? Desde que lo único que nos unía que era el entorno profesional se terminó ya nada ha sido igual. Me hubiese encantado visualizar este bello paisaje en su compañía en vez de no saber dónde está ni que estará haciendo en este preciso instante con miles de kilómetros de distancia entre nosotros, y que probablemente de mi ni se acuerde. Impresionante el camino que he recorrido desde aquellos días de rutina en los que mi única felicidad provenía de esa persona y me levantaba cada día con una sonrisa en la cara por verla un día más hasta hoy mismo, que todo ha cambiado tanto que ya nada de mi día a día es igual ni por asomo.
Llegando a una conclusión puedo decir que me cuesta mucho trabajo ver más allá de la persona con la que tanto he soñado, porque por el simple hecho de pensar que podrían pasar años hasta encontrar a otra persona que encaje conmigo como una pieza de un puzzle me hace enloquecer, daría lo que fuese por volver a esos días...
