A paso firme

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La decisión estaba tomada, el Blizzard Group se separaría; Agradeciendo la atención de todos sus subordinados presentes Fubuki se levantó de aquella sala que tenían en la central del grupo, salió de aquel sitio triunfante, se dirigió a la calle y empezó a caminar en dirección a la residencia de su hermana mayor Tatsumaki.

Si bien el ser líder de aquél grupo de héroes Clase-B la había llenado de orgullo, si quería llegar a ser más fuerte, debía salir de su zona de confort. No podía creer que se le hiciera tan fácil disolver el grupo que tanto le había costado formar para mantenerse en el tope de su clasificación.

Rió para sus adentros - ¿Tal vez debería agradecerle al Calvo con Capa luego? ¿Sería adecuado incluir al Demonio Cyborg en el agradecimiento?...
Los dos vivían juntos y entrenaban juntos por lo que tenía entendido.
Hasta tal vez salgan como pareja -  concluyó.

No era de su incumbencia de todas formas; Teníendo en mente que sus planes de superación se debían al consejo inesperado del tal Saitama en su enfrentamiento con él, debía darle cierto respeto, pensó, aunque le iba a ser bastante dificultoso con ese rostro inexpresivo que daba como presentación que solo lo hacía ver como un chiste.

Aunque el gran chiste era ella, se estaba encaminando a visitar a su hermana con intenciones de cambiar su relación a algo menos enfermizo, al menos este paso significaba algo para ella, aunque dude de que Tatsumaki o cualquiera le den algo de importancia.

Detuvo sus pensamientos en seco. Debía parar de sentir que los demás estaban sobre ella. Después de todo, muchos la consideraban inigualable por su estilo de "jefa de la mafia", sus poderes telekinéticos y obviamente su apariencia; ¡Si la gente supiera cuanto cuesta mantener cada una de esas facciones!, solo ella sabía que cuando amanecía cada mañana era un estropajo cualquiera como cualquier ser humano.

Decidió verificar su reflejo en el vidrio del estante de una tienda, sentía que se veía bastante bien, así que con los ánimos de nuevo en alto siguió su camino con paso firme, viendo como la gente básicamente babeaba a su lado he intentaba hablarle para pedirle un autógrafo o algo parecido.

Era bueno caminar debes en cuando, sin estar apretada en aquél "auto de payasos" que compartía con su grupo, ¡Por fin salía sin sentirse ahogada junto al Simio de Montaña! El hombre era imponente pero básicamente era un estorbo por su enorme tamaño.

Iba a extrañar a esos idiotas, llegó a sentirse parte de una familia por primera vez, una familia de la mafia, eso era aun mejor.

Escuchar el sonido de sus tacones al caminar la hizo recordar lo que hacía, nunca había estado tan distraída en su vida, debería concentrarse sino se iba a volver la típica mujer histérica que pierde el hilo del razonamiento por cualquier cosa.

Volviendo a Tatsumaki, refleccionó, contrastando en todo sentido con ella, pensó en algo que hacia que su hermana destacara a la distancia - Tal vez levitaba tanto para que la gente no se diera cuenta lo baja que era.

- ¡Buahahaaahahaha! - carcajeándose como nunca en su vida notó que la gente la miraba como si fuera una bruja loca a diferencia de unos momentos atrás.

Aquél calvo iba a recibir un buen regalo.

¡No hay lugar para cobardes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora