Subastados

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Siempre la mejor de las colonias, la que se selecciona de un acervo de las marcas que presumen de su prestigio y lo reflejan en su precio. De corbata, cabello algo rebelde por naturaleza pero acomodado por un estilista de clase mundial que únicamente le atiende a él. Todo el conjunto que vestía sumaban tal cantidad que significaría la construcción de una nueva planta en el edificio en el que se encontraba entretenido al teléfono.

-¿Está noche?-preguntó en espera de una respuesta obvia-Sabes que mi agenda es apretada, ¿cierto?

Por el fino sonido del altavoz se escuchó una risa acompañada de un saludo algo típico del hablante.

-Siempre lo consigues Bokuto, espero que la "fiesta" de tu amigo sea tan interesante como para pedirme personalmente que asista.

Minutos después, y tras unas cuantas bromas más la llamada terminó trayendo como consecuencia la cancelación de todos los compromisos del magnate. Pues, quien había sido su mejor amigo y principal competidor Bokuto, le había solicitado compañía para asistir a la "famosa" reunión de empresarios jóvenes, que no era más que una pasarela de varios prospectos para las señoritas de la realeza o por lo menos eso había sido hasta ese momento.

El reloj marcaba las 22:00 horas, anunciando el inicio de la velada. Kuroo y Bokuto llegaron en limusina acaparando la atención de los demás invitados, enseguida se les unió Tadashi, líder de la industria farmacéutica en el área animal, quien competía con ambos jóvenes como líderes del comercio en su país y en el extranjero.

Los tres magnates sostenían una muy buena relación que podría llamarse amistad. Sobre todo en los deportes. Los tres asistían a un club exclusivo a las afueras de la ciudad que promovía desde actividades cinegéticas hasta los deportes más populares.

-Tadashi, es tan extraño verte en eventos de ésta clase.-comentó Bokuto.

-Bokuto-san-le saludó-no me gustan los eventos así, pero mis asesores me recomendaron asistir para mejorar mis relaciones públicas.

-Así que se trataba de eso, ¿ah?-comentó Kuroo ante la respuesta de Yamaguchi.

-Ni más ni menos Kuroo-san.

-Tadashi, no más formalidades entre nosotros, ya te lo he dicho con anterioridad.

-Es una costumbre mía, no lo hago con el fin de molestar.

Kuroo estaba apunto de formular una broma brillante cuando fue interrumpido por el anfitrión de toda aquella faena.

-Distinguidos invitados. Me complace darles la bienvenida a ésta, nuestra tercera reunión anual para los CEO's más destacados...

Continuó con su discurso que no hacía más que enaltecer las brillantes carreras de los presentes con el fin de dar una buena impresión ante la proeza de un futuro patrocinio por parte de alguno de ellos. Mismo que de inmediato comenzaron a murmurar los dos más altos mientras eran observados por un Tadashi algo incrédulo del mundo en el que llevaba poco inmerso.

La velada continuó sin mucha novedad. Se servían las mejores cosechas de licor, se hablaba de inversiones, lujosas y casi incosteables vacaciones que incluían sólo lo más exclusivo. Un sinónimo de aburrimiento para los tres en cuestión.

-¡Una novedad! Éste año no se presentó ninguna celebridad del mundo de la farándula.

-Hablas como si ya hubieras asistido antes, y hasta donde yo sé, es la primera vez que vienes.

-Un hombre informado nunca es sorprendido.-contestó Kuroo alzando su copa en señal de brindis.

Los tres brindaron al unísono. Conocían a la perfección el valor de un sólo fragmento de información, y lo que significaba en un mundo como el suyo. Aunque el peligris luciera más interesado en no derramar nada de líquido en el elegante atuendo de Kuroo.

-Me alegra haber coincidido con ustedes; de lo contrario, ya estaría en alguna de esas mesas fingiendo que entiendo algo de póker.-mencionó Tadashi haciendo una leve reverencia que rogaba no fuera considerada un insulto.

-¡Cuando gustes!-respondió Bokuto sonriendo con picardía y total sinceridad.

Parecía el momento adecuado para una broma bien elaborada por parte de Kuroo, pero esa noche, no tenía mucho espacio para sus bromas, puesto que era interrumpido por un anuncio del presentador.

-Llegó el momento de nuestro evento principal. Todos aquellos interesados en la subasta favor de solicitar al personal su número y asiento. Repito...

Los tres muchachos no sabían como interpretar el instantáneo movimiento por parte de los demás asistentes que se apresuraban a la sala continua en la que antes de entrar se les era proporcionado un antifaz y un moño, mismo que venía en cinco diferentes diseños.

-¿Una mascarada? ¿Con baile?-Bokuto lucía incrédulo ante la posiblidad.

-Ahora si habrá válido la pena haber venido, ¿qué opinas Tadashi?

-No creo que mi opinión sea algo relevante en estos momentos. Lo que realmente me preocupa es mi total falta de talento en la pista.

-No se diga más.

El peligris llamó al personal con algunas señas solicitando acceso al evento especial. Tras unas cuántas preguntas y un par de transferencias bancarias, los tres magnates ya contaban con todo lo necesario para participar en la supuesta mascarada.

El lugar se encontraba levemente iluminado, por lo que distinguir a las personas resultaba una tarea complicada para todo aquel que tuviera la intención de reconocer a alguien.

Pasaron tres corredores para llegar a lo que sería el lugar designado específicamente para ellos durante todo el evento. Contaba con una barra de buffette, tres botellas de vino y tres teléfonos que de acuerdo a las instrucciones del personal servirían para la adquisición de la mercancía subastada.

-Me siento en una de esas películas de Hollywood.

-Toda tu vida es una película de Hollywood Bokuto y con el triple del presupuesto, en la que yo soy el co-protagonista.

Una voz se hizo sonar por todo el recinto, anunciando el inicio de las actividades con la primera subasta de esa noche. Se trataba de algo que nunca pasó por la cabeza de alguno de los tres chicos.

En una pantalla ubicada frente a ellos apareció un chico de complexión delgada, piel blanca que reflejaba la leve luz de los reflectores que lo señalaban; cabellos tan oscuros como un túnel sin salida.

La voz describía la mercancía como un chico de 19 años, nacionalidad japonesa, totalmente puro, que había llegado por la gracia de las flores del oeste con un costo inicial de diecisiete millones de yenes.

Los tres muchachos se miraron unos a otros, completamente perplejos. El tan aclamado evento especial de la velada no era otra cosa que una compra ilegal de personas.

-¡¡Debemos parar esto!!-el peligris se levantó reacio de su asiento.

-Bokuto...-pronunció serenamente Kuroo.

El silencio reinó en ese pequeño espacio, mientras se escuchaban ir y venir ofertas que ya superaban los 3 billones.

-Tadashi, ¿entiendes verdad?-dirigió su mirada a su compañero en espera de una señal de aprobación ante la acción de detener al peligris.

Le costó algunos segundos, pero al final asintió provocando que Bokuto volviera a su lugar sin armar cualquier tipo de escándalo.

-Sólo hay una forma de ayudarlos.

-¿Con cuánto capital contamos?

Los amos y señores de la subasta de esa noche fueron los tres magnates que han decorado las portadas de las revistas de negocios en los últimos años, pues adquirieron los tres objetos más valiosos de la casa, por una cantidad mayor a los 400 billones que incluían dos propiedades y una isla en el Caribe.

-Pensaba vender esa isla de todos modos...

Siendo ese el único comentario por parte de ellos cuando se les fue entregado el título de propiedad al ser firmada el acta de entrega que enlistaba la mercancía adquirida.

:::Kozume Kenma:::
170 billones
:::Keiji Akaashi:::
195 billones
:::Tsukishima Kei:::
187 billones

******Continuará

Mi mejor adquisición [Haikyuu!!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora