Capítulo 2 - Recuerdos.

1.1K 70 2
                                    

-Vaya fue una despedida larga.
Decía Ryuuji a Taiga en un intento de hacer que hablara, pues desde que habían emprendido el camino a casa Taiga no había dicho una sola palabra, se dedicaba a contemplar la foto recién habían tomado. Era muy similar a la tomada hace un año por sus compañeros para Taiga. Las mismas personas, el mismo salón, incluso Kitamura volando por los aires, solo que esta vez amarrado con una cuerda.
No había mucha diferencia en esta foto exceptuando el hecho de que en el centro de la fotografía no se encontraba una estrella, sino ella siendo abrazada por Ryuuji. El ver a todos sus ex compañeros de nuevo y tener esa foto tan simbólica le hizo sentirse un tanto culpable pues se daba cuenta de que había muchas personas que se preocupaban por ella. Sin embargo, también había algo en la foto que la reconfortaba y queriendo saber la razón de esto, no apartaba la vista de ella.
-Espero que lleguemos a tiempo, con su nuevo trabajo Ya-chan ya debe estar por llegar- comento Ryuuji- Se contentara mucho de verte, al igual que Inco-chan.
Ryuuji seguía intentando llamar la atención de Taiga, y por suerte esta vez lo había logrado.
- ¿Ya-chan tiene nuevo trabajo? - Pregunto Taiga de forma inocente casi como una niña.
-Sí, ¿no te lo dije en uno de los mensajes que te envié? Aunque no estoy seguro si los leíste pues no me respondiste... pero la verdad yo creo que tal vez yo no respondería a tal cantidad de mensajes al día... digo...
Decía Ryuuji poniéndose un cada vez más alterado al mismo tiempo que pensaba "soy patético, no debí a ver creído que tendría tiempo para leer tantos mensajes diarios".
Desde que Taiga se había ido a él se le había ocurrido enviarle un mensaje diario para hacerle ver que él siempre pensaba en ella, pero a medida que pasaba el tiempo, como Taiga no le respondía ninguno, comenzó a mandar cada vez más y más mensajes por día sin importar su contenido. A Ryuuji le había parecido una buena forma de expresar sus sentimientos a ella, sin embargo, en estos momentos todos sus miedos empezaban a desfilar por su cabeza "que tal si nunca los recibió, a si simplemente los ignoro, o incluso si ni siquiera leyó el primero". Todos estos pensamientos se hacían más grandes en su cabeza hasta el punto que se le escaparon unas palabras.
-Fue patético.
- ¡No lo fue! - Exclamo inmediatamente Taiga como si supiera en lo que había estado pensado Ryuuji. Y luego prosiguió con un tono más tierno. -No lo fue, en realidad pienso que fue lindo, es solo... que no recordaba.
Se detuvo en seco, bajo la mirada y con la voz llena de tristeza continuó...
-La que debe sentirse mal aquí soy yo, pues nunca te conteste a ningún men...
-Tai...
Ryuuji estaba a punto de empezar a hablar para consolarla, pero ella se puso tiesa y endureció la mirada, dando a entender que quería terminar... que debía terminar de hablar
-Pero sentía que si te contestaba no tendría la fuerza para continuar lejos de ti y abandonaría mi misión.
Taiga levanto la mirada y sonrió, y antes de que se diera cuenta fue abrazada con Ryuuji cosa que la hizo sonrojar y desconcertarse un poco. "No tienes por qué hacerte la fuerte" pensó Ryuuji aun abrazándola. Taiga correspondió su abrazo y así se mantuvieron por unos instantes hasta que Ryuuji vio su reloj por detrás de la cabeza de Taiga y le dijo mientras la agarraba de los hombros.
-Bueno es tarde, si no nos apuramos no podré hacer las chuletas.
-Sí -Contesto Taiga de forma tierna e inocente.
El paisaje cerca de la casa de Ryuuji no había cambiado en nada, los mismos edificios, las mismas bardas, las mismas casas, y por supuesto el mismo pequeño conjunto departamental hostigado por la sombra del gran edificio de departamentos para ricos que tenía un lado.
Taiga y Ryuuji conversaban un poco mientras subían por las escaleras hacia su departamento, cuando de repente la puerta de este se abrió súbitamente y de ella salió una mujer aparentemente joven, de tez clara y suave, con el pelo pintado de rubio.
- ¡Taiga! -Grito de emoción Yaa-chan a mientras corría escaleras abajo para abrazar a la pequeña chica.
-Espera ¡Yaa-chan!
Advertía Ryuuji a su madre mientras Taiga hacia señales para que se detuviera, pero fue demasiado tarde por que al momento que hacían esto Yaa-chan ya se había lanzado para abrazar a Taiga haciendo que esta tropezara y se fuera cayendo de espaldas, sin embargo, por una maniobra rápida de Ryuuji evito que ambas cayeran al piso, mas no que Yaa-chan terminara sofocando a Taiga.
- ¡Taiga sabía que regresarías, te extrañamos demasiado!
-Yaa- chan... no logro... respirar.
Al ver a su madre tan contenta de ver a Taiga, Ryuuji soltó un suspiro, decidió no intervenir en el sofocante saludo y se adelantó a preparar la comida.
Al llegar a la cocina simplemente murmuro para sí mismo.
-Después de todo no soy el único que la extraño.
"Sería demasiado egoísta pensar en que he sido la única persona que la ha extrañado, después de todo hay mucha gente que se preocupa por ella"
Pensaba Ryuuji cuando en su mente se atravesó la fotografía que recién les habían tomado y como era que en su camino a casa Taiga se le había quedado mirando.
"Así que es por eso..."
La cena transcurrió normal, Ya-chan y Ryuuji empezaron a contar sobre todo lo sucedido en el tiempo que Taiga había estado fuera de la ciudad, Inco-chan de vez en cuando decía algo que asombrosamente parecía que tenía sentido con la conversación, mientras que Taiga oía y comía como si fuera su última cena, pero de vez en cuando parecía que algo la distraía. Al terminar la cena Ryuuji levanto los platos y los llevo a lavar a la cocina, desde ahí empezó a oír la plática de su madre con Taiga.
-Oh Taiga-chan es tan bueno tenerte de vuelta, paso tanto tiempo que había momentos en los que dudaba si algún día regresarías, pero has vuelto y ahora...
Taiga escuchaba todo esto con la mirada distraída, como pensando en otra cosa, en ese momento se dio cuenta de que pedazo de papel que ella le había dado a Ryuuji para "reparar" su puerta después de su asalto nocturno hacía ya más de 1 año, seguía ahí.
-Es el papel que le di a Ryuuji.
Taiga se acercó a la puerta con mirada curiosa.
- ¿No han tenido dinero para arreglarlo?
-No.…no.…es...eso.
Contesto Inco-chan, a lo que Yaa-chan continúo.
-Al contrario, no es que no tengamos dinero si no que no queremos arreglarlo.
Taiga se empezó a sonrojar un poco por la declaración.
-Es un símbolo de que siempre serás de nuestra familia Taiga-chan.
"Siempre serás parte de nuestra familia" estas palabras hicieron que Taiga se sonrojara aún más. La verdad es que poder ser considerada familia por estas personas era algo que alegraba su corazón. Esas palabras le hicieron entender por fin el, por qué la emoción de la foto que tanto había mirado camino a casa de Ryuuji "Todas esas personas se preocupan por mi... prácticamente son mi familia". Después de haber reflexionado sobre esto Taiga simplemente volteo hacia Yaa-chan y le sonrió, como dándole a saber que por fin lo entendía.
Por su lado Ryuuji que había oído toda la conversación también estaba un poco sonrojado, pero al mismo tiempo aliviado. "Por lo menos no lo conto todo" este era su pensamiento, el porqué de él era que en realidad él había pedido a su madre que dejara tal cual estaba, al principio su madre no entendía el, porqué hasta que Ryuuji le conto el cómo fue que Taiga lo ataco a media noche el día que se conocieron, al final Yaa-chan acepto el que la puerta se quedara así y le dijo con una sonrisa: "De verdad que la amas demasiado, incluso recordar ese día te hace feliz". En cuanto termino de recordar esto, Ryuuji se llevó la mano a su bolsillo del pantalón y agarro algo que apretó fuertemente y luego simplemente lo soltó dándose a sí mismo una sonrisa de ironía "De verdad hay veces que me parezco tanto a ella".
El resto de la velada paso con los tres contado sus historias sobre lo que les había pasado en el último año. A Taiga no le había ido tan mal en el tiempo que estuvo con su madre, por lo menos había aprendido a convivir con su familia incluyendo a su padrastro y a sus hermanos, a Ryuuji le agradaba oír esto pues entendía que Taiga de verdad había logrado su meta.
A la familia Takasu tampoco le había ido mal, Yaa-chan había empezado a trabajar en una oficina desde hace medio año, Ryuuji decidió estudiar humanidades como gran parte de su grupo y lo más asombroso era el hecho de que Inco-chan por fin había podido decir su nombre.
- ¡¿De verdad logro decir su nombre?
Pregunto bastante sorprendida Taiga.
-Eso es lo que dice Yaa-chan, pero yo no lo he oído.
Contesto Ryuuji un poco incrédulo.
Puesto que la noche avanzaba al igual que el reloj y el tema de que si el guacamayo logro decir su nombre o no empezaba a cansar, Yaa-chan pregunto a Taiga.
-Taiga ¿tienes donde quedarte esta noche?
-Mm.…sí.
Contesto Taiga con voz apagada.
- ¿Te queda lejos de nuestra casa?
-En realidad es mi antiguo apartamento de junto.
- ¡De verdad! ¡Esto será como antes!
La respuesta de Taiga alegro bastante a Yaa-chan y también a Ryuuji, pero este último se había percatado de las expresiones de Taiga más que su madre por lo que se dio cuenta de que estaba ocultando algo.
- ¿Tu familia logro recuperarlo?
Pregunto Ryuuji buscando una forma de averiguar qué era lo que Taiga escondía.
-En realidad es un regalo de mi Padre.
Esta respuesta dejo a Ryuuji un poco desorientado ya que a Taiga se empezó a entristecer un poco.
-En mi último cumpleaños, el me llamo por teléfono diciendo que se disculpaba por todo lo que me había hecho pasar, que posiblemente nunca perdonaría, pero que aun así aceptara su regalo y hablara con él por última vez.
A medida que su relato avanzaba se notaba un poco más de tristeza en su voz, pero para concluir su historia empezó a sonreír suavemente y a animar su voz.
-Pero esta vez aun sin regalo lo hubiera perdonado.
Ryuuji empezó a sentir que pregunto algo que no debía, pero este no era su principal pensamiento en la cabeza. "Al final ese viejo logro hacer algo bien, aun si es un mal padre, aun si Taiga se queja tanto de él, sigue siendo su padre".

Toradora!-Siempre Juntos Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora