Capítulo 4 - Esfuerzo.

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A pesar de todo lo acontecido la noche anterior Ryuuji se despertó temprano y empezó sus tareas cotidianas, limpio sus pocos muebles, barrio su casa (excepto por el cuarto de Yasuko), le dio de comer a su mascota y empezó a preparar el desayuno para su madre y su novia.
"Preparare lo poco que quedo de ayer, a ella seguro le encantara"
De prontos su mente desvió sus pensamientos, recordando lo sucedido aquella madrugada.
"Me habrá oído"
El pequeño susurro de las palabras "Estaré esperando “atravesaron su cabeza, cosa que lo hizo sonrojar un poco. En un intento por distraer su mente regreso a preparar el desayuno.
"Aun si lo hizo ya no me puedo echar para atrás"
El sonido de una puerta deslizándose desconcertó por un momento a Ryuuji, quien estaba a punto de girar su cabeza en dirección al sonido hasta que se dio cuenta de que era su madre.
"Es imposible que todavía no me haya acostumbrado"
Ryuuji sonrió y se rio un poco para sí mismo agitando la cabeza ligeramente en signo de negación.
-Ya se te está haciendo tarde de nuevo, tienes que levantarte más temprano si n quieres perder tu empleo
-Grmmm...-Contesto Yasuko gruñendo.
Terminado todas sus tareas Ryuuji salió de su casa dejando el desuño preparado y una nota de disculpa para Taiga. La razón de su salida se debía a que necesitaba pedir permiso en su trabajo en el restaurante familiar para faltar toda la siguiente semana y así poder ir con sus amigos de vacaciones.
Ryuuji estaba a punto de abrir la puerta del restaurante cuando de esta salió una persona. El color de su cabello era rojizo y caminaba con cierto ánimo que la haría parecer una niña o una loca de 18 años actuando como una.
Ryuuji se sorprendió de ver a Minori tan temprano por el restaurante y al parecer ella también.
"¡Hola Takasu!"
"¿Kukushida?... oh hola que estás haciendo aquí"
"Eh venido a renunciar a mi trabajo en cuanto regresemos de las vacaciones estaré demasiado ocupada con la universidad así que ya no podré mantener mi trabajo de mesera, ni el de ayudante en el ramen, ni..."
A Ryuuji le parecía increíble lo que oía, siempre había considerado que Minori era capaz de cumplir con todos esos trabajos que ninguna persona normal podía sin importar nada, así que oírla decir que ya no tendría tiempo para ellos le hacía entender lo importante que era la universidad para ella, al grado que renunciaría a los trabajos que tanto amaba hacer"
"Y pensar que ella fue la que me consiguió este empleo"
Cuando Ryuuji había terminado el segundo año de la preparatoria empezó a buscar un empleo a medio tiempo, que diera buena paga, para que Yasuko no siguiera insistiendo en que entrara en la universidad, pero siempre que iba a los lugares donde se solicitaba personal terminaba mal por su cara ya que todos eso trabajos requerían que interactuar con los clientes. Un día fatigado por no poder encontrar un trabajo donde su cara fuera un problema, llego al restaurante familiar en profunda miseria, a Minori le toco trabajar durante aquella noche y al ver a Ryuuji en tal estado de desconsuelo decidió ayudarlo a conseguir trabajo en el restaurante. Los primeros días para Ryuuji fueron duros, nadie del personal se le acercaba y algunas de las meseras gritaron asustadas cuando se topaban cara a cara con él. Sin embargo, con el tiempo, su esfuerzo y dedicación a la cocina, y a sus habilidades de costura que ayudaron a las meseras con ciertos problemas de sus uniformes, Ryuuji se había ganado el cariño y respeto de la gente del restaurante. Durante todo aquel tiempo Ryuuji aprendió sobre lo importante que era el trabajo para Minori, así que en esos momentos le dijera que iba a renunciar le parecía algo imposible
De repente la voz de Minori lo trajo de nuevo a la realidad de entre sus pensamientos.
-... ¿es eso tan difícil?
-Eh... em... si
Titubeo al responder, debido a que no había prestado atención a nada de lo que Minori había dicho, pero esto no paso tan desapercibido por ella que inmediatamente puso cara de duda, como la de una niña pequeña, y pregunto malentendiendo lo que había sucedido.
- ¿Qué pasa Takasu, algún problema con Taiga-chan?
-Eh... no, no hay ninguno
Contesto sorprendido por la pregunta. En verdad no había puesto nada de atención a lo que ella había dicho y entonces no entendía el por qué podría creer que tendría un problema con Taiga, aunque en realidad tal vez si tenía uno.
Por su parte, Minori quito su expresión de duda de su rostro y prosiguió.
-En verdad, eh querido hablar con ella desde que llego, pero a causa de mi trabajo no he podido...
De repente su cara se tornó con una expresión de preocupación y miro directamente a su reloj de pulsera.
- ¡Tengo que irme ya, estoy atrasada para mi último turno en la licorería!
Dijo casi gritando completamente exaltada mientras empezaba a correr para intentar llegar a tiempo. Antes de perderse de vista giro la cabeza un poco y levanto su brazo en forma de una energética despedida.
- ¡Nos vemos después Takasu!
- ¡Estoy en casa!
Aviso Ryuuji al llegar a su hogar con una cara un poco desdichada, más de lo normal, era algo tarde y el sol ya se había escondido. La puerta estaba abierta pero las luces estaban apagadas y no oía ninguna respuesta lo cual lo desconcertó un poco.
"¿No ha llegado Yasuko?"
Después de una larga plática con su jefe Ryuuji había logrado conseguir el permiso que quería, pero el costo era que durante todo el resto de la semana tendría que trabajar hasta muy noche empezando desde ese día. Al principio del día el precio no le pereció, pero cada minuto que pasaba en el restaurante se daba cuenta de que era un minuto donde no podrá ver ni estar junto a Taiga. Varias veces pensó en llamar para que lo acompañara, pero se daba cuenta de que esa idea era un poco egoísta ya que seguramente ella quería salir y pasear por la ciudad o, por cómo era ella, tal vez quedarse en casa y descansar. Al final del día a Ryuuji le parecía que tal vez había cometido un error y hubiera sido mejor seguir negociando con su jefe hasta conseguir algo mejor, pero ya no había vuelta atrás.
"Solo lleva un día aquí y ya tendré que abandonarla por una semana"
A pesar de la poca luz que entraba al departamento Ryuuji, al entrar a su sala, se dio cuenta de que había muchos vasos, vacíos, de rameen instantáneo en la mesa lo cual lo frustro un poco.
"¡Entiendo que no haya querido preparar comida, pero porque no limpio esto antes de irse!"
Ryuuji se apresuró hacia la mesa y empezó a recoger todos los vasos de la mesa, cuando de repente noto una pequeña silueta acostada del otro lado de ella. El no tardó en darse cuenta de quien se trataba, la pequeña Taiga se había quedado dormida abrasando un vaso de rameen contra ella, a Ryuuji le pareció demasiado tierna esa imagen y procuro acercarse a ella para tomar el vaso sin despertarla. Tomo el vaso con extremo cuidado y se dio cuenta de que una nota está pegada a él.
"Esperé todo lo que pude por ti"
A Ryuuji se le pusieron completamente rojas las mejillas al leer esto, en verdad él no podía cree que ella hubiera escrito eso. El instintivamente volteo a ver el rostro de Taiga, como esperando a que esta se riese o algo parecido, pero ella estaba tan dormida que parecía una pequeña muñeca.
"Me esforzare para que no tengas que hacerlo"

Toradora!-Siempre Juntos Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora