Pasaron días, semanas, meses... Ninguno, durante ese largo periodo de tiempo se volvio a cruzar con el otro, cada quien seguia su propio camino, ocupándose de lo suyo.
Tanto el grupo de Inuyasha como el de Sesshomaru buscaban rastros de Naraku, por razones totalmente distintas pero esto teniendo un mismo resultando, siendo así que ninguno de los 2 grupos tenían exito alguno.
En uno de aquellos tantos días, como en ocasiones anteriores, el grupo de inuyasha decidió tomar una pequeña pausa, refugiándose en una cabaña abandonada, cosa curiosa que indirectamente hizo a kagome recordar aquel día en el que, como tantas veces ya (por desgracia), lloraba por su amado hibrido, mismo en el que fue salvada por el hermano del ya mencionado.
-¡kagome!... ¡¡inuyasha me pego!!-
Dentro del lugar se escuchó el chillido del pequeño zorro del grupo, quien para esos momentos se sostenía la cabeza mostrando una expresión de dolor.
-¡Ja!, te lo mereces pequeño ingrato-
Dijo inuyasha quien se cruzo de brazos, mientras miraba despectivamente a shippo.
-Inuyasha...-
Murmuró Kagome para después, con potencia en la voz pronunciar un "ABAJO", tras salir de su ensimismamiento, completamente enojada. A la brevedad un estruendoso sonido se oyó, inuyasha se encontró besando el suelo.
-kagome... ¡¿Cómo te atreves?!-
Soltó, a la vez que se levantaba del suelo y encaraba a la joven que ahora sostenía al pequeño.
-Deja en paz a Shippo, hombre inmaduro... ¿Qué no ves que él solo es un niño?-
-El se lo busco, no hace nada más que molestar...-
volteo la mirada, indignado.
- Ya lo dijo la señorita Kagome, el es un niño, no te puedes comportar como uno también, Inuyasha-
Intervino por fin miroku, el cual hasta ese momento solo se había limitado a ver a la "pareja" discutir.
-¡Ya dejen de molestar!-
Fue su respuesta final, ya que rápidamente se levantó y alejo, para dar un brinco y sentarse en la rama más alta de un árbol que por ahí se encontraba.
-¡ush!... No lo soporto.-
La azabache dejo a Shippo en el suelo y con prisa tomo unas botellas de agua vacías de dentro de la mochila amarilla que siempre llevaba consigo.
-Si Sango pregunta dile que iré por agua. Necesito un poco de tranquilidad... -
Miroku asintió, al igual que el zorrito, no iban a detenerla, era mejor que se fuera.
Kagome salió y camino en dirección al río que con anterioridad había visto mientras buscaban refugio, estaba lejos pero logro encontrarlo, por lo que en cuanto lo tuvo de frente se arrodilló y con cuidado lleno cada una de las botellas, al terminar dejo estas a un lado.
La jovencita se sentó, suspiro y dió un vistazo alrededor, al asegurarse que no venía nadie con rapidez se quitó los zapatos y las calcetas, pues deseaba meter sus pies al agua.
En algún momento de nuevo comenzó a divagar mientras su mirada se quedó pegada en el río. Tan sumida estaba en sus pensamientos que no logro notar el aura demoniaca que se acercaba a ella.
Para cuándo se dió cuenta se puso en alerta, saco los pies del rio y se levantó, tenía miedo debido a las experiencias pasadas pero de nada le iba a servir entrar en pánico. Espero un rato pero nada, no sucedió nada, ni vio a nadie, lo cual la tranquilizo, sin perder el tiempo y por precaución tomo sus cosas y se dispuso a irse...
Apenas dió un paso cuando lo sintió de nuevo, por inercia giro el cuerpo, para observar a ese ser que la acechaba en las sombras.
(¿Qué obsesión tienen los demonios con eso de espiar a las damas refinadas ocultos desde las sombras como acosadores?)
Fue lo único que se le cruzó por la cabeza en ese momento. Intento enfocar la vista, buscando entre los troncos, no fue difícil encontrar a ese alguien, era lo único blanco que sobresalía de entre todas esas tonalidades verdes y cafés.
- ¿S-Sesshomaru? -
Las palabras tropezaron al pronunciar su nombre, su rostro expreso sorpresa.
-¿Qué haces aquí?-
Pregunto mientras el demonio se revelaba, imponente.
- ¿No es eso obvio? -
Con el rostro sin expresión mostro las garras mismas que brillaron en un halo verde toxico.
- Debo exterminar a los intrusos...-
Con esa frase y su acción revelo sus intenciones, Kagome retrocedió asustada.
-¿Qué acabas de decir?-
No entendió aunque lo dejo en claro, por eso cuestiono.
¿Matarla?
¿Cómo que matarla?
¿Qué acaso ese perro no se sabía otra que no fuera la de amenazar de muerte a las personas o cometer homicidio?
-Lo que escuchaste, impertinente, has irrumpido en mis tierras y ahora pagaras con tu vida... -
Finalizo listo para atacar.
Tal y como él había dicho, ella no lo sabía, pero había invadido las tierras del lord del oeste, mismas que él se encontraba custodiando desde hacía quien sabe cuánto...
- ¡¿Qué?!, ¡¿pero como diablos iba yo a saberlo!?, ¡¡siempre estas vagando por casi toda la maldita región!!-
Entre gritos la jovencita argumento. Él lanzo su ataque, tan precisó que apenas y kagome pudo esquivarlo (Un deja vu). Tras caer al suelo ella lo vio con pavor, puesto que no se esperaba que su siguiente encuentro se diera así, con ese demonio intentando darle fin a su existencia.
Continuara...
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||•𝙼𝚢 𝚕𝚘𝚟𝚎• ||
Romance♡𝙻𝚘𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊𝚓𝚎𝚜 𝚗𝚘 𝚖𝚎 𝚙𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚎𝚌𝚎𝚗. ♡𝙻𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚎𝚜 𝚌𝚘𝚖𝚙𝚕𝚎𝚝𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚖𝚒𝚊. ♡𝙻𝚊𝚜 𝚒𝚖𝚊𝚐𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚢/𝚘 𝚌𝚊𝚗𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚞𝚝𝚒𝚕𝚒𝚣𝚊𝚍𝚊𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚎𝚌𝚎𝚗 𝚊 𝚜𝚞𝚜 𝚛𝚎𝚜𝚙𝚎𝚌𝚝𝚒𝚟𝚘�...