Capítulo III: A la guerra

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   Cuando cumplí 18 mi madre murió de un infarto. Meses despues de eso comenzaron a atacar a mi país, no entendía lo que pasaba me preguntaba por que atacaban, mi vida decaía, lo que parecía ser la mejor vida se iba desvaneciendo. Los atacantes acabaron con muchos pueblos, yo tenía miedo, debíamos estar escondidos lo más posible porque cuando veían a alguien lo masacraban.

   Un dia uno de los soldados enemigos vio a mi abuelo, lo golpeó hasta no más poder, yo estaba paralizado no sabía que hacer, cuando pude reaccionar salí de donde estaba escondido y golpee al soldado con todas mis fuerzas, le quite el cuchillo que tenía y se lo enterre en su cuello, gracias a Dios mi abuelo aun seguía vivo lo tome y lo lleve a un lugar seguro.

   Cuando mi abuelo se recuperó por completo recuerdo que me dijo que estaba en buenas condiciones que ya como estaba el país necesitaba la ayuda de todos, me tomo de la mano y me arrastró hasta un lugar donde habían militares reclutando gente, mi abuelo me hizo firmar un documento en el que decia que prestaría mis servicios militares. Después de eso mi abuelo me dijo que eso era lo mejor, que si moría moriría con honor peleando para proteger a mi nación, pero yo no quería eso, cada vez la vida que tanto adoraba se alejaba más de mi hasta llegar al punto de convertirse en un sueño que tanto añoraba. Me hicieron esperar por un momento y luego me subieron a un camión donde habían más personas durante el camino hablamos hasta hacernos amigos, en el camino se podía observar un paisaje aterrador de todo destruido, yo me enoje sentí que quería matarlos a todos. Nos bajamos en un lugar donde nos enseñarían lo básico para defendernos y para llevar a cabo una misión, nuestro teniente llamado William's Craff nos llevo a un terreno donde comenzamos de una vez con el entrenamiento.

Aquel entrenamiento era horrible, nunca había sido forzado a hacer algo hasta ese momento. Un dia entraron a nuestra habitación (del tercer escuadrón) y nos dijeron que ya era hora de combatir, que la guerra había iniciado y que ibamos a atacar también, me invadió el miedo, cada vez me iba dando cuenta lo cruel que puede ser la vida. Nos dieron unos uniformes, unas placas, nuestras armas y nos llevaron a la guerra

En vista de tu inocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora