(S) ES(X)O NO IMPORTA onodera x takano

un peligro desconocido.

Hatori se levanto de su asiento y salió como un zombie de la oficina.
Había pasado más o menos un mes desde que todo eso le había ocurrido a takano.
Actualmente los chicos de el departamento esmeralda se encontraban en las fase final del ciclo, todos estaban devastados y realmente ya no tenían ganas de lidiar con los de la imprenta.
Desde "ese" día takano había estado actuando normalmente, pero por otra parte, el castaño intentaba alejarse lo más posible de el pelinegro. Tal vez por la vergüenza, o por qué no lograba congeniar con su situación.

Y sumado a eso, no podía dejar de sentirse tremendamente culpable debido a una insistente y constante mirada de parte de takano.
Además, los chicos de el departamento no eran tontos. No sabían con exactitud que estaba pasando allí, pero se mantenían al margen de preguntar.
Por suerte isaka-san tampoco se había percatado de el asunto, a si que takano no tenía un problema mayor.

Kisa grito rendido cuando terminó de hacer la última fotocomposición, y como si hubiera sido un grito de ayuda, onodera tomo los manuscritos de todos y salió disparado hacia la imprenta.
..... .

-lo siento!
-te dije que tuvieras más cuidado...
-perdón~

Se rió melosamente la pareja que acababa de chocar contra el castaño.

Después de haber tenido una pequeña discusión con los de la empresa, un onodera fatigado regresaba a casa; faltaban dos semanas para navidad, a si que todo ya estaba adornado.
Parejas pasaban de aquí para allá, coqueteando y riendo.
"quiero ser súper acaramelado contigo"
Aparecieron esas palabras de takano instantáneamente en su cabeza al haber observado a esa pareja. Sin remedio, enrojeció un poco, para después reprenderse mentalmente.
Onodera sintió una opresión en el pecho.
¿Qué podían sacar dos chicos de salir juntos?
Era la excusa que sacaba su cabeza para dificultar su relación con takano.
Pero verdaderamente, lo que ocurría era muy distinto : El estaba asustado. Sabía que takano no tenía inconvenientes, no tenía familia; sin embargo, el si. Estaba su probable ascenso a jefe de la editorial de su padre, y por consecuencia, también estaba su padre... Además podía sumar a Ann y si, sobre todo a su madre. ¿Cómo podría estar tranquilo con takano si tenía tantos obstáculos? Y si lograban separarlos una vez más?
Cada que pensaba en eso, un punzada en su corazón le alertaba al castaño. No podría soportarlo.

-onodera.
Escucho a sus espaldas.
-¿Qué?
Dijo ritsu mientras se volteaba para mirar al azabache.
- ven a comer a mi casa.
Dijo takano con una sonrisa los coqueta mientras se acercaba a onodera.
- ehh? No, ya comí.
Mintió el ojiverde para escaparse de takano. No podía estar con el en ese momento después de todo lo que había estado pensando.
- entonces ven a mi casa.
-no.
-¿por que no?
-por que...
Onodera se quedo sin escusas, y en un descuido masamune le tomo de la mano y así caminaron hasta su departamento.
-ya suéltame!
-no, no quiero.
-takano-san... Pareces un niño pequeño.
-lo se.
- eres fastidioso.
-solo contigo.
-ya.. Cállate.
Le respondió susurrando.

Cuando llegaron a su edificio, onodera intento ignorar esa mano que estaba tan fuertemente agarrada a la suya, y abrió con un poco de dificultad la puerta de su departamento, entrando en el con todo y takano.
- ya suéltame.
-waa, esto sigue siendo un basurero.
Espetó takano al prender la luz, y ver la montaña de bolsas de basura acumuladas en una esquina de la sala.
- ¡oye! Eso es una mentira!
- bueno, esta más limpio que la última vez, eso es cierto.
Dejo todas sus cosas en el sillón y se dirigió a la cocina, gracias a dios no la habia ocupado recientemente y estaba limpia.
- voy a cocinar, espera.
-¿Ehh?¿Quién te dio permiso de eso?
- realmente ya comiste?
-mm...
Onodera desvío su mirada apenada.
-ah...¡por favor onodera! Te conozco, si? así que pon tu trasero en la silla.