Mi teléfono no había dejado de sonar en toda la mañana. Mensajes y llamadas de Liz, y por mi sorpresa: una llamada de Connor. No le respondí, no queria hablar con nadie. Me encerré en mi habitación todo el día, tumbada en la cama. Le dije a mi madre que no me encontraba bien para saltarme la comida. ¿Por qué me importaba tanto? Fácil: había estado enamorada de ese mujeriego mucho tiempo. Miré con rabia hacia mi pared lisa. Había algunas fotos colgadas de cualquier forma. Bueno, más que fotos eran recuerdos, y la mayoría de Liz y Alan. ¿Cómo había cambiado todo tan rápido? Para eso no tenía respuesta.
- Cariño, ¿estás lista? - mi madre entró con cuidado a mi refugio.
- Ehm... Sí, sí. - me levanté de golpe de la cama, que tenía ya la forma de mi cuerpo.
- ¿Te encuentras mejor?
- Sí, tranquila, mamá. - sonreí de la forma más falsa que pude. Mi madre me miró sin creerme demasiado, pero sonrió.
- Nos vamos en diez minutos. - salió.
Suspiré y me miré: pelo despeinado y chandal. Mierda.
Me cambié como pude por unos shorts denim, mis All Star blancas y una camisa de botones blanca de tirantes. Me maquillé ligeramente y bajé. Todos me esperaban en la entrada.
- ¿Veis como es lenta? - se quejó Ed.
- ¡No es verdad!
- Y soy yo el que tengo que llevarla todas las mañanas.
- Basta de quejas, vamos.
Cogí a Lottie en brazos y le saqué la lengua a Ed.
***
- ¡Bienvenidos! - una mujer con una enorme sonrisa nos abrió la puerta.
- Siento el retraso, con tres hijos ya se sabe... - comentó mi madre. La señora Sugg rió y empezaron a hablar.
- Adelante, pasad.
La casa era enorme. Estaba en medio de la nada, rodeada de campo y alejada de todo. Justo lo que necesitaba: alejarme de todo. Miré a mi alrededor: me había quedado sola. Yay.
Decidí ir al enorme jardín para despejarme antes de la cena. Había flores y árboles por todas partes, era precioso y relajante. De pronto, una risa rompió el silencio. Miré hacia donde venía esa carcajada y encontré a una chica de más o menos mi edad sentada en el césped.
- Ahí estáis... - dijo mirando entre las plantas.
Dudé en qué hacer, pero la curiosidad pudo conmigo y me acerqué. Al oír mis pasos, la chica de giró.
- Hola. - sonrió - Debes ser la hija de los Evans, ¿verdad?
- Sí, - le devolví la sonrisa - soy _____.
- Yo soy Zoella Sugg. - se levantó y me dió dos besos. - Encantada.
- Igualmente. Y... ¿qué haces?
- Oh - rió mirando hacia las plantas - estoy asegurandome de que mis amiguitos estén bien.
- ¿Tus amiguitos? - reímos.
- Son erizos. Aparecieron hace unas semanas y ahora siento que son como de mi familia. - reí.
- ¿Puedo verlos?
- Sí, están aquí.
Me guió hasta donde estaba sentada y me enseño a sus amiguitos.
- ¡Qué monos!
- Esta es la madre, la gordita. Y esos son los hijos.
Sonreí. Miré hacia Zoella, había algo en ella que hacía que me transmitiera confianza. De pronto, rió sola y se tumbó en el césped.
- ¿Ries sola? - dije divertida.
- Sí, siempre. Lo siento, sé que es raro pero no lo puedo evitar.
- ¡No, no es raro! Yo también lo hago.
- ¿En serio?
- Sí. - reímos juntas y me tumbé con ella. Había muchísimas estrellas en el cielo.
- Entonces no somos raras, los raros son ellos. - sonreí.
- Cierto.
- ¿Quieres ver mi habitación? - asentí.
Me llevó hasta el ático.
- ¿Tu habitación es el ático? - pregunté.
- Sí. - sonrió. Se giró de golpe - No me digas que la tuya también.
Asentí y reímos otra vez. Su habitación era preciosa. Llena de detalles, recuerdos, pero todo ordenado.
- ¿Cómo consigues tener una habitación tan cuidada?
- Antes era un desastre. Pero un día decidí hacer un cambio, y ahora es perfecta ¿no crees?
- Sí - di una vista rápida. Zoella me indicó que me sentara en la cama con ella. En ese momento, sonó mi teléfono y la foto de Liz salió en la pantalla. Bufé y colgué.
- ¿Problemas con amigas?
- Demasiados.
- Entonces puede que no sea tu amiga de verdad.
- Pues no, no lo creo. - bajé la vista. Ella se acercó y me frotó el hombro.
- Eh, a veces solo hay que hacer un cambio. - me señaló su habitación. Me miraba con sus ojos azules llenos de comprensión y no pude evitar abrazarla.
- Gracias, Zoella.
- Llámame Zoe.
- Gracias, Zoe. - rió.
- No las des. ¿Quieres quedarte a dormir en mi súper habitación? - me quedé algo sorprendida, nos acababamos de conocer, pero asentí.
- Sería genial.
Ella se quedó un rato en silencio y finalmente rió sin ninguna razón.
Reí también y me quedé pensando en lo que había dicho: "a veces solo hay que hacer un cambio".
~~~~~ Nota de la Autora ~~~~~
¡Holi! ¿Como van las vacaciones de mis lectoras preciosas? Espero que bien.
¿Os ha gustado este capítulo? Personalmente adoro a Zoella Sugg, si no habéis visto sus videos en Youtube os la recomiendo, es adorable.
Pasando a otro tema: la portada. Es una simple foto de Connor - que por cierto, no ha salido en este capítulo, ¡tranquilas, nuestro Connorcito va a salir! - y he pensado en si alguien sabe hacer una portada chula con Connor y el nombre de The Sweetest, le dedicaría uno de los capítulos especiales :)
En fin, gracias por vuestros votos y comentarios, os juro que tengo ganas de subir capítulos para ver vuestros comentarios (cada vez más largos por cierto ¡os adoro tanto!) y para ver como suben y suben las lectoras de The Sweetest.
Aquí van unos besitos virtuales para:
Lilianawefallinlove por seguirme en Wattpad, por ser tan mona con sus comentarios que siempre pone, por hacerme sonreír con pequeñas cosas. ¡Gracias!
ItsJessyS por comentar desde el principio, y por tener una mami con un nombre tan y taaaaan chulo jajajajaja. Gracias bonita
inl0vewith02l por su apoyo a través de bonitos comentarios y por darme siempre su opinión, que sepas que lo valoro mucho. Gracias cielo
MileGonzalez por comentar sinceramente y opinar sobre la novela, es lo que necesito :3 y también por seguirme en Wattpad. Muchas gracias preciosa
yaaamilka por sus cumplidos y por animarme a seguir escribiendo. Graciaaaas
Gracias por leer The Sweetest.
No dejéis de comentar y votar para que siga.
Marta xo
![](https://img.wattpad.com/cover/6586862-288-k832758.jpg)
ESTÁS LEYENDO
The Sweetest. (Connor Franta)
Fanfiction" - Y cuando menos te lo esperes, aparecerá. - ¿Quién? - Tu príncipe. - Pero yo no quiero un príncipe, yo le quiero a él. " PROHIBIDO ADAPTAR O COPIAR ESTA NOVELA SIN EL PERMISO DE LA AUTORA.