Prólogo

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La ansiedad se apodero de mi cuerpo mientras, mis manos temblando coordinaban y aceleraban mi corazón, en ese mismo instante mi mente divagaba en los recuerdos inútiles de un pasado doloroso, del cual ella no tiene la culpa, de nada tiene la culpa. El sufrimiento es un estado mental creado de recuerdos, ese es mi errado concepto del cual me aferro para no ver la realidad. lo necesito, necesito el aire. El aire para respirar. El aire para vivir, lo que queda de vida. vida, vaya vida. Mi expresion de agonía, de dolor y tristeza de soledad acompañada. De palabras perdidas y de golpes al aire. Nada, solo una nada, era lo que quedaba. Pero no fue culpa de ella. Por eso siento miedo escribir. Pero este fue su ultimo deseo el cual escribo con lágrimas en los ojos, lágrimas reales, más reales que el profundo mar. Mas real que el cielo era la realidad que este ciego no quería ver, la verdad que no quería enfrentar, la verdad que duele Y duele de verdad.

Maya No Tiene La CulpaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora