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Han pasado 5 meses ya desde la partida de mi padre. Estamos en julio y a mi no me había afectado casi en nada, el amor de Greg lo había reemplazado por el cariño y momentos divertidos de mi madre y mi mejor amigo.

Las clases van muy bien para mi y estoy empezando a ver que mamá llega mas tarde de lo normal.

***

Estoy en mi cuarto escuchando música uno de mis cantantes favoritos MattyBRaps una de mis canciones favoritas "Turn up the track" realmente me gusta como canta, tiene la voz de un ángel y además el es muy muy lindo.
Una voz interrumpe mis pensamientos.

-Shin baja a cenar -cuantas veces tengo que decirle que no me gusta que me llame así- la comida se va a enfriar.

-Bajo ya -le respondía a mi madre con el estómago rugiendo (¿Cuando me dió hambre?)-.

Cuando bajé al comedor escuché a mi madre hablar con alguien, ese alguien tenía la voz ronca y grave. Cuando miro quien era la persona misteriosa me encuentro con un hombre de 1.80 por lo menos, de cabello negro y ojiazul.

-A Shin -me dice señalando al señor- este es Darren un compañero de canto -me dedicó una sonrisa-.

-Hola señor Darren -le dije a la persona que se encontraba sentado al lado de mi madre- mucho gusto de conocerlo -ofrecí mi mano para saludarlo-.

-El gusto es mio -me dice Darren tomando mi mano y mostrándome sus dientes blancos-.

Después del saludo nos acomodamos para probar lo que había preparado mi mamá, se veía delicioso como de costumbre, había preparado onigiris (triángulos de arroz) y a mi mamá se le da muy bien cocinar comida oriental, con rollos de huevo y salchichas en forma de pulpo, creo que mi mamá hubiera llegado a ser una gran chef.

-Está delicioso mamá -su comida hacía bailas mis papilas gustativas- yummi.

-Que bien hijo -dice ella poniendo un rostro muy amoroso- sabes que yo lo hago con amor y por eso sale tan rico.

Estuvimos hablando unos minutos de los deliciosos manjares de mi madre para después decirme algo mi madre.

-Shino hoy te invitó Ricardo para ir a dormir a su casa -dijo ella con una cara muy agradable- y si quieres puedes ir te doy permiso.

-Muchas gracias mamá -le dispuse una gran sonrisa de oreja a oreja para luego acercarme a ella y darle un abrazo- si iré.

Fuí corriendo hasta mi habitación que se encontraba subiendo las gradas y abriendo de golpe la puerta para empacar algo de ropa.

La casa de mi amigo no se encontraba lejos de la mía, era doblando la esquina y su casa era muy grande mucho mas que la mía.

Ya me encontraba en la entrada de mi casa con una pequeña mochila en la cual llevaba mis pertenencias.

-Vuele temprano -decía mi mamá abrazándome y dándome un cálido beso en la mejilla -recuerda que mañana cocinaré tu plato favorito y no querrás perdértelo -seguía diciendo guiñándome el ojo y agitando su mano en forma de despedida-.

-Vuelvo mañana a la hora del almuerzo -respondía alejándome así de mi hogar- cuídate mami.

Ya despedido de mi madre empezaba a caminar a casa de mi alto amigo.

-¿Habré traído lo necesario? -decía poniéndome el dedo en mis labios en movimiento pensativo-.

Cuando revisé mi mochila veía que si me olvidaba de algo, ¡como habré podido olvidarme de mi oso de peluche! Lo sé es muy infantil pero ese es un regalo de mi amigo y no quería dormir sin el.

Me dirigía a mi casa a toda velocidad para así traer a mi felpudo amigo.

Cuando abrí la puerta hubo una escena que no podría olvidar.

-¿Mamá? -decía yo mirando como el ojiazul besaba a mi madre-.

-Ah Shin -decía ella algo avergonzada y con un leve sonrojo en el rostro- mmm... esto... estoy saliendo con Darren.
-que rara forma de enterarme de su noviazgo-.

-Tranquila mamá, está bien -realmente estaba bien que saliera con alguien, ella es joven y muy linda, además Darren me parecía un buen partido para mi mamá-.

Me apresuré a subir dejando asi atrás la mirada de asombro que daban ambos tórtolos sabiendo que no se esperaban mis palabras. En unos segundos ya me hallaba en mi cuarto buscando a mi peluche encontrándolo arropado en mi cama.

Una vez mas me despedí de mi madre y fuí hacia mi objetivo, llegar a la casa de Ricardo.

Caminando unos minutos mas llegué a esa gran morada y me aproximé a tocar el timbre.

-Hola Shino -me dijo mi amigo haciéndome seña para pasar-.

-Hola Ricardo -le mostré mi sonrisa haciendo que él me muestre la suya también-.

Ya adentro observaba muchas cosas y muy lujosas; Ricardo venía muy seguido a mi casa pero casi nunca iba yo a la suya. Tenía una gran televisión en la pared y sillones blancos con una mesa en centro de estos. No podía quitar el gesto de asombro que tenía en el rostro.

-¿Pasa algo? -decía con un poco de risas-.

-Solo que... -tenía la cara algo sonrojada- tienes una casa espectacular.

-Gracias -ahora el sonrojo era suyo, se veía muy lindo-.

-Vamos a tu cuarto -le dije señalando el camino hacia su habitación- ya tengo sueño -restregué mis ojos en seña de que estaba cansado-.

-De acuerdo -respondió el pelinegro con una sonrisa pícara en su cara-.

Caminamos unos segundos por los pasillos para poder llegar a su habitación que se encontraba en el segundo piso de su mansión, y siempre que pasábamos por otra habitación yo me quedaba asombrado de todo lo que esta poseía, como su cocina tan amoblada e impecable o su baño que se veía totalmente blanco que me ardían los ojos con solo verlo.

Caminamos un poco mas y llegamos a su cuarto, cuando lo vi no me esperaba menos, era una gran habitación con un gran armario que parecía un cuarto acoplado al de mi amigo, también veía su gran cama a lo que pensé, donde iba a dormir, osea su cama es grande pero... me sentiría algo incómodo si durmiera con mi amigo ambos en la misma cama.

-Puedes poner tus cosas allí -me señaló con un dedo una mesa en la esquina de su cuarto-.

-Muy bien -respondí arreglando las cosas de mi mochila en la mesa-.

Luego de arreglar mis cosas en la mesa como dije, quedó un silencio incómodo en la habitación que hacía que me sonroje.

I Need You (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora