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El silencio me estaba matando por dentro me sentía muy raro e incomodo en esa situación.

-Ven aquí -me dijo Ricardo palmeando la cama el la cual él se encontraba ya acomodado- no muerdo -terminó de decir mostrando una sonrisa un tanto pervertida-.

-Si ya voy -tenía que colocarme antes el pijama para poder dormir- deja colocarme mi pijama primero.

-De acuerdo te espero -su sonrisa pícara me estaba empezando a asustar un poco y yo solo me sonrojaba mas y creo que ya parecía un tomate-.

-No me esperes mucho -estaba realmente sonrojado y mi corazón empezaba a latir muy fuerte- ¿puedo entrar a tu armario? -terminé de decir señalando ese gran imperio en el cual guardaba su ropa a lo que él se limita a asentir-.

Ya dentro de su guardarropa me disponía a desvestirme, empezando por la polera negra que llevaba puesta para después quitarme los pantalones que traía. Me coloqué mi pijama amarilla (me gusta mucho es amarillo es mi color preferido) con un gran dibujo de oso en el centro de este.

Salí del armario del pelinegro y caminé hasta su cama, notando que el alto ojiazul se había quedado profundamente dormido. Traté de no molestarlo y arroparme haciendo movimientos super sigilosos para no despertarlo.

-Buenas noches -susurré y le dí un beso en la frente tratando de que no se levantara dando por terminada mi estadía despierto y cerrando los ojos lentamente hasta ver todo negro-.

***

Sentí como algo se frotaba contra mí, a lo que yo reaccioné pegando un pequeño brinco para voltearme y mirar al causante de aquella sensación, Ricardo estaba haciendo movimientos pélvicos atrás mío, cuando vi su rostro se detuvo y se sonrojó mucho, su rostro parecía totalmente un tomate.

-Lo... lo siento -él en verdad estaba muy avergonzado de lo que había hecho y aun no sabía el porque de aquella acción- solo que... -interrumpí lo que iba a decir-.

-No te preocupes -le dije proporcionándole un beso en su frente haciendo que este se sonrojara aún mucho mas de lo que estaba anteriormente, la verdad no sabía que eso era posible literalmente- solo no vuelvas a hacerlo -le dije eso por que el sueño me vencía y solo quería dormir-.

Sentía que ya estaba dormido pero escuche algo que venía de la temblorosa voz de Ricardo.

-Te quiero -la verdad no estoy seguro de ello tal vez había oído mal o solo me lo dijo por que me quiere como su amigo-.

***

Escuché un despertador y me dije: ¿Por qué usa despertador si estamos sábado? Pero la voz de mi amigo me sacó de mis pensamientos.

-Hey Shino baja a desayunar -su voz se escuchaba claramente y con dotes de alegría cuando las pronunciaba- o se va a enfriar.

Me puse de pie para bajar a la cocina del ojiazul y ver que todo estaba listo y que solo me esperaba para tomar el desayuno juntos.

La verdad no sabía que mi amigo tenía técnicas culinarias ni que se le daba bien, por que todo lo de aquella mesa se veía muy apetitoso, me senté en la mesa junto a él para comer lo que había cocinado mi amigo.

-Está delicioso -aquellos platillos sabían un sabor exquisito y hacía que mi lengua se sintiera en otro mundo- te quedó muy bueno.

-Gracias, mi mamá me enseñó a cocinar desde muy pequeño -dijo muy modesto y mostrándome una muy cálida sonrisa-.

Aquella sonrisa hizo que mi corazón lata con bastante velocidad haciendo que mi rostro se ponga de color carmesí, no se por que, pero ese sentimiento extraño para mi, me hacía sentir bien, me hacía sentir raro pero a la vez me agradaba.

-Ricardo... -tartamudeé para continuar con mi oración- ¿Qué es lo que me dijiste ayer cuando me hiciste cosas extrañas?

-... -agachó la cabeza y cuando la levantó vi el sonrojo que tenía- amm... yo... no dije nada... ¿Qué fue lo que escuchaste?

-No oí muy bien -estaba confundido y no entendía el por que de su nerviosismo- pero creo que fué que me querías -no entiendo que hay de malo en eso o tal vez me habría equivocado-

Hubo silencio por unos segundos pero traté de suavizar la tensión que había en la habitación diciendo:

-No te preocupes tal vez escuché mal -veía el rostro de mi amigo un poco incrédulo pero yo le daba mi mas sincera sonrisa para que sepa que no importaba- además ¿Qué hay de malo que me quieras? Somos amigos, ambos nos queremos como tal.

El pelinegro solo se mantenía en silencio haciendo que me preocupara pero luego respondió.

-¿Qué piensas de mi? -no comprendía la pregunta ni el por que de aquel cuestionamiento-.

-Pienso que eres una persona espectacular -le decía con una sonrisa acercándome un poco a él- por eso eres mi amigo.

Creo que no había entendido bien, por que su cara se ponía algo triste y tenía la mirada perdida, haciendo que me dé cuenta que mi respuesta no era la que el ojiazul esperaba.

-Muy bien, tomemos el desayuno -me dijo con una sonrisa fingida que cualquiera se hubiera dado cuenta que estaba forzando su rostro para realizar aquella mueca- ¿te parece? O sino se va a enfriar.

En el desayuno se la pasaba con la mirada perdida y sin brillo, parecía triste aunque aun no logro comprender por que estaba así.

-Ricardo ¿te pasa algo? -me preocupaba el comportamiento de mi amigo y me estaba empezando a contagiar la melancolía que emitían sus gestos-.

-No te preocupes, no me pasa nada -la verdad ya no le creía, sentía que necesitaba de mi ayuda- estoy bien -me dijo mirando hacia cualquier lugar para no tener que mirarme-.

-Sabes que puedes contarme cualquier cosa eres como mi hermano -aquel último comentario hizo que mi amigo despertara un poco de la situación en la que se encontraba-.

Él se levantó de la mesa y se acercó a mi y me susurró en el oído.

-Yo no soy tu hermano -acto seguido sus rostro se acercaba al mío, tanto así que nuestras narices chocaron- yo te quiero mas que un hermano -después de esto tomó mi barbilla y la alzó para verme a los ojos, quitándome los lentes que llevaba puesto.

Nos quedamos unos segundos en esa posición, para que lo luego el pelinegro deposite un muy cálido beso en mis labios. Sus labios se sentían muy bien y mi corazón latió fuertemente por segundos que parecía una eternidad.

Siguió besándome hasta que se alejó un poco de mi por la falta de oxigeno dejando un delgado hilo de saliva entrelazando nuestros labios.

I Need You (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora