Capítulo 2

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    Magiel

(En Lacuna)

- Como ya sabéis, mañana es el examen de graduación en todo Lacuna. Los que lo superéis pasareis a formar parte del Gremio con el rango de Magos y así dejaréis de ser simples aprendices. Lleváis cuatro años en la escuela formándoos para superar el examen, deseo que todos vosotros lo superéis y en un futuro seáis grandes magos. Tal vez alguno de vosotros llegue a formar parte algún día del Consejo de los Cinco, eso el tiempo lo dirá. Por el momento vamos ha hacer un repaso rápido de los temas más importantes que podrían aparecer mañana - dijo Manik, Archimago de avanzada edad y profesor del cuarto curso de la escuela de magia de Lake, capital de Lacuna. 

Por su parte, Magiel, un joven aprendiz con sueños de grandeza, observaba como la larga barba blanca de su profesor, bailaba de arriba abajo conforme el archimago articulaba las palabras. El joven de pelo oscuro, vestido con la túnica azul claro de los aprendices, portaba en el cuello un pequeño colgante con un zafiro incrustado. Era la única gema que poseían los aprendices de mago y pese a no ser nada poderosa, era suficiente para poder realizar hechizos básicos.

- Veamos - continuó el profesor y archimago - ¿Quién sabría decirme porque a vosotros, los aprendices, solo se os permite poseer un pequeño zafiro?

 La pregunta era fácil y prácticamente la totalidad de la clase, excepto Magiel, levantó la mano para contestar. El profesor señaló a uno de sus alumnos para que respondiera.

 - Los zafiros canalizan la energía interior y permiten que sea manipulada y transformada para crear un hechizo. Cuanto más perfecto y grande sea el zafiro, más energía puede canalizarse. Con nuestra preparación inicial, si utilizáramos un zafiro más grande para practicar, podríamos no controlar la cantidad de energía a canalizar y pasarnos de la raya. Si entregáramos más energía de la cuenta al zafiro... bueno, de la vida a la muerte hay un paso.

 - Buena respuesta a una pregunta sencilla. Vayamos con otra; Cuando os graduéis como magos, podréis poseer, en lugar de vuestro pequeño colgante de zafiro, un anillo con un zafiro o una pulsera con dos zafiros ¿Que diferencias y similitudes existen entre estos dos objetos?- preguntó Manik.

 Magiel, que consideraba las preguntas muy básicas, seguía sin levantar la mano, dejando que su compañeros respondieran. Esta vez respondió una chica sentada a su lado.

 - La semejanza es, que aunque la pulsera tenga dos zafiros, la suma del peso de estos es igual al peso del zafiro del anillo. Y la diferencia; con la pulsera se puede desviar la energía a las dos gemas, dándole la posibilidad al mago de crear dos hechizos simultáneamente. Con el anillo, sin embargo, solo es posible conjurar un hechizo, pero la potencia de este puede ser mayor gracias al tamaño del zafiro.

 -Bien, ¿Algo más?

 Los alumnos, se miraron entre ellos extrañados, no sabiendo que más quería saber el archimago. Como nadie daba una respuesta, Magiel aprovechó la oportunidad para sobresalir, como tantas otras veces había hecho.

 - Si, profesor, los anillos son más peligrosos, al ser un único zafiro si el mago no posee suficiente energía, podría morir si le entrega más de la debida a la joya. Con la pulsera, como los zafiros están separados, es más fácil que el mago encuentre el límite de su energía. Sin embargo, es más difícil sacarle partido a la pulsera, ya que dividir la energía no es algo sencillo para un mago recién graduado.

 - Muy bien Magiel, esa es la respuesta que buscaba. Siguiente y última pregunta antes de que os podáis ir, espero que a estudiar para mañana ¿Quién me dice porqué los bastones engarzados con zafiro solo pueden utilizarse por Magos Eruditos y Archimagos?

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