Capigulo 4: El comienzo.

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Estaba apoyada en la ventanilla del coche, tenia la música puesta, y yo estaba apunto de dormirme. De repente noto como alguien me llama, era mi padre, ya habíamos llegado.

-Carol despierta, que ya hemos llegado.

Me quité los cascos, me quedé mirando al frente unos segundos hasta que reaccioné y salí del coche. Cogí las maletas que me dio mi padre y fuimos hacia la puerta. Mi padre abrió la puerta y entramos. Aquello no estaba mal, era súper grande, era preciosa.

- Que, ¿te gusta?.- Preguntó mi padre con media sonrisa.

-No esta nada mal.

-Sabía que te iba a gustar, anda ves arriba a ver tu habitación, yo iré a por mas cosas al coche.- Dijo mientras se acercaba a la puerta para salir.

Cogí las maletas, subí las escaleras y me dirigí a la que iba a ser mi habitación. Abrí la puerta, entre adentro, me quede observando y estaba bastante bien, era bastante grande comparada con la otra habitación.

Tenía mucha luz, y eso me gustaba. Y bueno, eso era lo único que había. Luz. Ningún mueble. Ya que la casa es nueva, la acabaron de construir hace un mes o así. Así que eso significaba.. Ir de compras. Lo que menos me gusta. Que se note la ironía.

Bajé a ayudar a mi padre con las cajas y las maletas.

-¿Cuando va a llegar el camión?- le pregunté a mi padre.

-Sobré las 17:30 o así.

Eran las 16:10, me estaba muriendo de hambre.

-¿Y qué vamos a comer?

-Iremos a un restaurante, a ver si encontramos algo que nos guste.- Me respondió mi padre.

Puf, no tengo nada de ganas de ir a un restaurante. Me apetecía una hamburguesa, bueno o dos. Con un helado.. Sí, quería eso.

-Papá, ¿no podemos ir mejor al Burguer?- le dije con una sonrisa para que me dijera que sí.

-Eso es comida basura, hija.- Me dijo seriamente.

¿Por qué tengo que tener un padre sano? Bueno, ""sano"".

-Una vez cada miles de meses no pasa nada. -le dije.

A lo que mi padre asintió. -Venga, vale. Ayudame a meter las ultimas cosas y nos vamos.- Le abracé de la alegría.

Acabamos de meter todo. Eran las 16:30. Nos metimos en el coche y fuimos en busca de un Burguer.

Yo iba detrás e iba mirando por la ventanilla. La verdad es que no estaba mal el lugar. Y los chicos son guapillos por lo que he podido ver por ahora.

A los cinco minutos de llegar a casa después de irnos por ahí a comer, llegó el camión donde habían varios de nuestros muebles y mas cajas. La verdad es que muebles no habían muchos ya que la casa era de alquiler y muchos de ellos eran de la casera.

Cuando acabaron de meter los muebles y las cajas, mi padre y yo nos íbamos a ir de compras. Una casa tan enorme necesita muchas cosas, y mi padre me iba a dejar elegir a mí las cosas. Le convencí para que la casa no estuviera decorada como de la prehistoria (como la otra casa) sino, que iba a ser moderna, así que, ése era mi trabajo.

El Ultimo Orgasmo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora