Capitulo 6.

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1 semana mas tarde-

Me desperté, el despertador de mi móvil no paraba de sonar. Empecé a abrir los ojos poco a poco para que la luz que entraba por la ventana no me molestase. Con los ojos medio abiertos empecé a buscar el móvil, quite la musiquita que me estaba destrozando los tímpanos y mire la hora, " 7:15" Muy despacio y sin ganas me levante de la cama. Me fui a dar una ducha rápida para despertarme. Cuando salí fui al armario en busca de ropa para ponerme.

¡No jodas Carol!

Tras varios minutos de observación decidí que ponerme, unos vaqueros negros una camiseta blanca metida por dentro del pantalón la chaqueta de adidas negra y mis super star. Me hice una coleta y baje a desayunar.

-Buenos días hija.- Dijo mi padre mientras se colocaba su corbata frente al espejo.

-Buenos dias.- conteste no con muchas ganas, mientras entraba a la cocina.
El desayuno ya estaba preparado. Como me conoce mi padre, sabia que me iba a despertar tarde y me lo preparo.
Termine de desayunar y cogí mi mochila y junto a mi padre en un silencio un poco incomodo nos fuimos.

(...)

El coche se fue parando poco a poco. Notaba como mi corazón se aceleraba cada vez mas. Era una sensación rara, no se si estaba nerviosa o no. La verdad es que tenía un poco de miedo en entrar en aquel infierno llamado instituto. ¿Y si no me aceptan?¿Y si no hago amigos? No se a lo mejor me estoy precipitando un poco, pero yo creo que es lo que piensan todos los los adolescentes cuando entran a un instituto nuevo ¿no?
Una voz me saco de mis pensamientos.

-Carol te tienes que ir o llegaras tarde.- Dijo con voz de obligación, mirándome fijamente a los ojos.
Sali del coche sin decir nada pero antes de cerrar la puerta me habló de vuelta.

-Ah! Y primero te tienes que pasar por secretaria para que te den tu horario y tu llave de la taquilla.- Dijo casi gritando.

Cerré la puerta y seguí mi camino hasta llegar a la entrada. Entre y eso era enorme, ¿como un instituto puede ser tan grande? No sabia hacia donde ir, mire hacia los lados y vi a un hombre un poco mayor, de unos 30 a 40 años, llevaba puesto un traje gris, seguro que trabajaba aquí. Me dirigí hacia el lentamente y con voz un poco tímida le pregunte -¿Perdone sabe donde esta secretaria?.- Una sonrisa se poso en su cara - Se ve que tenemos una chica nueva, si, esta todo recto a la derecha. Te acompañaría, pero tengo que hacer cosas.-
-Gracias, no pasa nada.- Me aleje y me dirigí hacia donde el me dijo. Al llegar había una señora, parecía joven pero su vestimenta y sus pelos me confundían un poco. Tenia una sonrisa de oreja a oreja, parecía maja.
-Hola, soy nueva y venia a por mi llave de la taquilla y mi horario.- Su sonrisa seguía intacta. -Claro, como se llama.- pregunto mientras escribía algo en un papel.
-Carolina.- Se levanto de la silla y empezó a buscar algo hasta que lo encontró, eran las llaves y el horario. Se acerco y me tendió la mano para que lo cogiera. -la clase que te toca ahora es biología, pero si quieres como sola falta media hora para que se acabe la clase te puedo enseñar un poco el instituto.- No creía que me fuera a decir eso. De momento todo esta yendo demasiado bien. - Vale, te lo agradecería mucho.- Dije mientras la señora se acercaba a mi. -Yo soy Emma.- dijo mientras me hacia una señal de que la siguiera.

(...)

-Bueno y por ultimo esta es la cafetería y el grasoso patio donde suelen salir todos esos cafres a gritar como locos.- Dijo mientras ponía una mueca de desesperación mientras que yo no pude evitar reírme. -Bueno y esto es todo, tu próxima clase sera francés y el Sr.Adams no le agradará nada que llegues tarde a su clase. -Vale, muchas gracias por todo.- Dije mientras salia de la cafetería.
La verdad es que me ha caído muy bien. Las secretarias de mi antigua instituto solían ser todas unas viejas amargadas que con solo verlas te enfadabas.
Y ahora ver al Sr.Adams, espero que sean todos como Emma, aunque eso seria imposible. No me quiero imaginar como seria. Con ese nombre no me quiero imaginar como podría ser. Como puede ser tan grande este instituto, así normal que la gente llegue tarde, llevo andando por lo menos 20 minutos, bueno tampoco tanto pero se me esta haciendo eterno.
Gire a la izquierda y por fin, vi una puerta en la que ponía con unas letras negras grandes " Frances". Me dirigia hacia ella, ya estando enfrente suspire y llame a la puerta esperando a que me habrán. Una voz se escucho dentro que decia que entrase. Abrí la puerta y me encontré con el profesor sentado en su mesa, era medio calvo, de unos 40 años y llevaba la típica ropa de profesor insoportable. Si, la ropa ya me lo dice todo.
-Señorita ¿porque usted a llegado tarde?.- Dijo con una voz de pito.
-Emma me estaba enseñando el instituto.-
-Vale señorita...-
-Carolina.
- Vale Carolina. Espero que no vuelvas allegar tarde, hay dos asientos libres, elige el que quieras.-
Mire al frente y exacto dos asientos libres uno casi en el medio y el otro en el final. Obviamente elegí el de el final y me dirigí hacia el. Me senté saque un cuaderno y empecé a anotar hasta que una risa me impidió seguir. Mire a la derecha y ¡No! No podía ser, ahí esta el. El gilipollas que me tiro al suelo el otro día. Estaba mirandome con una sonrisa en su cara, y vaya sonrisa, ¿y esos labios que? Daban ganas de comerselos.

¡Carol que te vas de tema!

Empezó a acercar su mesa hacia la mía, pero que hace, no quiero que se acerque.
-Hola guapa.- Que le pasa a este chico, el otro dia me tira al suelo y el gilipollas va y me dice esto ahora.
-¿Pero tu eres tonto?.- Esa carita de niño bueno me mira sorprendidos y agg.

Carolina concentraré que le acabas de preguntar que si es tonto.

-Vaya manera mas cariñosa tienes tu de saludar a la gente ¿no?
- Ya ves.- Dije con un tono borde.
-Parece que el otro día no me presente muy bien, me llamo Aitor, ¿y tu?
Aitor, hasta su nombre suena bonito.
- Callate y dejame en paz.- Aparte la mirada de el, y note como sonreía y hacia lo mismo que yo.

Sonó un ruido que me saco de mis pensamientos, era el timbre, se acabo la clase, ahora toca recreo. Salí del aula evitando la mirada de Aitor. Sali de clase queriendo ir a la cafetería, mis tripas no podían mas, necesitaban comida.
Los pasillos se empezaron a llenar de gente. Empecé a caminar observando todo tipo de cosas, gente besándose otros jugando con el balón, pegándose a niñas que yo creo que ni si quiera tenían mentalidad, maquillándose. De repente me choco con algo, miro al frente y es una chica, de pelo castaño que le llega casi por el culo, ojos verdes oscuros, su vestimenta era normal vaqueros pitillos azules y una sudadera gris. Joder que cuerpo que tiene.
-Perdon, no me di cuenta.-
-No pasa nada, eres nueva ¿no?.- Dijo sonriendo.
-Si, soy nueva.-
-Si quieres te puedes venir conmigo y con una amiga a almorzar.- Parecía impaciente por que le diera una respuesta y sin pensarlo la dije que si.
-Por cierto yo soy Natalia, pero llámame Nat.-
-Yo soy carol.- Dije con un poco de vergüenza a lo que ella me miro con media sonrisa.
Entramos a la cafetería y fuimos hacia una mesa donde había una chica rubia ojos grises super preciosos. Tenia una coleta alta. Estaba sentada devorando un bocadillo. No pude evitar reírme.
-Esta es mel.- Un montón de recuerdos se me vinieron a la cabeza al escuchar ese nombre. Les hecho tanto de menos.
-Hola, yo soy Carol.- Me mira con el ceño fruncido y al segundo mira a su Nat. Espero haberla caído bien no quiero tener problemas el primer día.
-¿No la podrías haberla traído en otro momento Nat? Estoy comiendo y no quiero darla mala impresión.- Dijo a lo que nos empezamos a reír. Me siento al lado de Nat. Empezamos a hablar de cosas sin sentido y a conocernos un poco. La verdad es que me han caído muy bien, no esperaba conocer a alguien el primer día.

Las clases siguieron de aburridas como siempre suelen ser. Faltaban 5 minutos para que se acabaran las clases. Los 5 minutos mas largos de mi vida. No veía el momento en el que se terminara. Hasta que por fin, suena el timbre recojo mis cosas y me dirijo a la salida.
Veo a Nat y a Mel me acerco a despedirme y me voy andando hacia casa. Hasta que me gritan por detras y me doy la vuelta. ¿Otra vez el? ¿Enserio?
- Que quieres tu ahora.- Dije rodando los ojos. -No me has dicho tu nombre.-
-No me vas a dejar en paz ¿o que?.- Me di la vuelta y comencé a andar, di tres pasos me cogió de brazo haciendo que me girara y quedar completamente pegada a de el. -Solo quería saber tu nombre.- dijo casi susurrando. Mi corazón empezó a latir cada vez mas rápido, cada vez que respiraba podía olerle, su olor se impregnaba dentro de mí haciendo que cada vez me pudiese mas nerviosa. Di un paso para atrás.
- Adivinalo.- No tenia ningún problema en decirle mi nombre, solo lo hacia para molestarle, bueno también lo hacia porque era muy guapo y así le tendría mas al tanto de mi.
Me gire y comencé a andar.
-Lo adivinare, ah! Y ¡Bonito culo!.- Me gire y le vi sonriendo con una postura muy sexy. Me gire y me fui a casa. Me pase toda la tarde sola viendo la televisión y durmiendo ya que mi padre estaba trabajando.
Ya era de noche y no tenia mucha hambre, mi padre aun no había llegado, me prepare algo de cenar y me fui al salón a terminar de ver una película, poco a poco mis ojos se iban cerrando lentamente hasta que ya no sentía nada, mi cerebro dejo de funcionar, ya estaba completamente dormida.
Note como alguien me cogía, sentía y escuchaba las cosas pero mis ojos no se podían abrir, me dejo tumbada en algo muy cómodo, me tapó con una manta y me dio un beso en la frente.




El Ultimo Orgasmo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora