La puerta tembló cuando fue abierta. La habitación principal estaba hecha un asco. Los lirios del jarrón estaban marchitados por el paso del tiempo, el blanco que los caracterizaba había desaparecido, y ahora eran de color marrón. En una estantería pegada a la pared habían diferentes tipos de sombreros. Sombreros de copa alta, de señora, sombreros de brujas, gorras, redondos...
- Éste señor estaba loco-dijo mi amigo Johan. Señaló la estantería de sombreros-. Mira esos sombreros.
- Y que lo digas- le contesté-. ¿Crees que volverá?
No hubo respuesta de su parte. Lo busqué con la mirada y lo vi mirando una fotografía que había en una viejo tocador. Me acerqué lentamente hacia él y divisé que en la fotografía había un niño y el señor que había desaparecido.- ¿Quién es?- pregunté.
- Soy yo.
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Short Stories
RandomSon pequeños relatos sin principio y sin fin. Uala. Eso me haa quedadoh de muerte.