El Tiempo Y Sus Secuaces

El chico del tren

                     

Quizás sea solo coincidencia o tal vez sea algo del destino, pero ahí estabas tú sentado justo frente a mi, te veías algo tímido pero lleno de vida. Perdido entre tus pensamientos te encontré y no dejare que te vayas...lo que ahora nos distancia es el estrecho pasillo del tren, pero siento en mi interior que una inmensidad nos separa.

Pero sigues ahí, no te has movido, y tengo miedo, tengo miedo a que llegues a tu destino y perderte por siempre, lo único que me tranquiliza es tu quietud en el asiento, no tienes prisa o al menos eso parece. Estás perdido en tus conversaciones y tu teléfono no permite que veas que existo, me siento pequeña entre tus ojos y el fino lente de tus anteojos. Cada vez que alzo mi rostro mas miedo se apodera de mi, ahora soy yo la que está cerca a su destino y te perderé…

Tratare de no olvidar tu rostro delgado, adornado por aquéllos anteojos negros con fondo transparente, tus labios gruesos y plenamente marcados, tu cabello oscuro, como la noche, despeinado, tu playera blanca, tus jeans gastados azules y esas viejas vans de tono azul, sin olvidar tu mochila a cuadros. Ese eras tu alto y bello, pero mi timidez no me dejara conocer tu nombre...ya se acerca mi parada del tren y se aleja así la oportunidad de saber tu nombre.

Me levanto para irme y por solo un segundo, intercambiamos miradas y quizás sean esos ojos los que más eche de menos...y así fue como baje del tren siendo una total desconocida para ti, pero desde hoy para mi, seras el deseo de tomar el mismo tren, a la misma hora y sentarnos en el mismo lugar, para así contemplar una vez más, tu belleza fugas.