Capitulo 11

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Me despierto por sentir unos suaves labios besar toda mi cara, abro los ojos lentamente, hasta encontrarme con unos ojos cafés hermosos.

-hola- digo estirándome.

-¿Como te sientes?- pregunta Aarón observando mi rostro.- ¿todavía te duele?.

-No, como que hora serán-le pregunto de repente.

-Las 5 de la tarde.

-¡¿ENSERIO?!... dormí demasiado.- localizo mi celular y veo la hora y veo que es verdad, o no, si que dormí.

-Sip, te veías tan preciosa durmiendo que deje que durmieras todo lo que quisieras- me sonrojo.

-Gracias, pero ahora tengo un hambre que soy capaz de comerme una vaca entera- digo dándole palmaditas a mi barriga.

-¿Pedimos pizza?- pregunta entusiasmado.

-Te gusta bastante la pizza verdad- le pregunto por ver su reacción.

-No mas que tu nena, no mas que tu- deja un beso en mi frente, y se levanta para pedir la pizza.

Pasamos todo el resto de la tarde en mi departamento, hablando, comiendo, haciendo bromas, peliando, jugando y besándonos por supuesto, hasta que se hace de noche y Aaron se nota nervioso, hasta que habla.

-Quieres salir, quiero mostrarte algo especial.

-¿A esta hora?- le respondo dudosa.

-Si, así que vamos, a alistarse señorita- me empuja hasta encerrarme en el baño.

Abro la regadera mientras se calienta, pienso en que sera ese "algo especial", me adentro a la ducha y el agua cae sobre mi cabeza y empiezo a relajarme, me lavo el cabello, y me quedo mas rato hasta que escucho gritar a Aarón:

-Apúrate, no te demores princesa.

Cierro la regadera, y me cubro el cuerpo con una toalla y el pelo con otra, salgo y camino hasta mi cuarto, me visto con un pantalón ajustado, una camisa manga larga blanca, y u blazer rojo y con unas zapatillas del mismo color del blazer, arreglo mi cabello un poco hasta lograr ponerlo rebelde y lindo, me maquillo levemente, un poco de rimel y un brillo labial rosa, me pongo perfume y veo en el espejo estoy sencilla pero lista.

Cuando salgo, veo a Aaron, con un pantalón negro, una camisa a cuadro azul, Sus zapatos deportivos y nunca falta su famosa chaqueta de cuero negra, que realmente lo hace ver malo y misterioso, lo veo sonreír a manera que me voy a cercando hasta que me posiciono en frente del el y pregunto:

-¿Como me veo?- le digo tímida.

-Hermosa- me sonríe amplia mente y me agarra de las caderas, y agacha su cabeza hasta quedar unos pocos centímetro de mi boca, yo se lo que quiere hacer, esta jugando pero no voy a caer, volteo y mi cara y siento impactar su boca con mi mejilla.

-¿Nos vamos?- le digo, mientras me muerdo el cachete para no reír.

-Nada mas un besito- niego pero me agarra del mentó y acerca sus labios a los míos y planta un besito, rápido y se aparta de mi.- No, nos ivamos a ir sin que me dieras un beso.

-Atrevido- digo mientras camino hacia la puerta y la abro para que el pase, mientras salgo y cierro la puerta lo escucho reír.-También bobo.

-Pero así me quieres- dice egocéntrico, mientras presiona el botón del elevador para bajar.

-Idiota.

Cuando llegamos abajo, nos dirigimos a su coche, el abrió la puerta del copiloto  y me adentre al auto, veo como el le da la vuelta al carro y se sube al lado mio, pone en marcha en carro, mientras yo enciendo la radio, la dejo una canción y me apoyo mi cabeza sobre la ventana, observo todo detenidamente y de reojo veo que Aaron me mira y enseguida vuelve la vista a la carretera, es un silencio grato no es un silencio de incomodidad, no, es un silencio que es refrescante y agradableque te hace pensar de la vida, y lo primero que se me pasa por la mente es lo rápido que me llego a gustar Aaron, lo especial que me hace sentir y lo hermoso que es cuando estoy junto a el, no se pero cada vez que lo pienso se me hace mas irónico. Yo Camila Jonhson, si algunas vez me fueran dicho que me gustaría el hermano de mi mejor amiga, me fuera reído y después le propino una cachetada por la estupidez y el abuso de esa persona, pero no,eso no pasa, ahora eme aquí, saliendo con el, con ese chico que ese día llame idiota, que me defendió, que me a echo sonrojar, que me ha echo sentir especial cada día con sus palabras, besos, caricias y estupideces ese chico que por lo visto ha cambiado mi vida, dándole un giro de 360 grados que yo nunca me imagine que pudiera dar después de lo que paso con Cristian. Me sobresalto por sentir la mano de Aaron tocar mi pierna.

¿Un Amor Por Casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora