Capitulo 17

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He corrido mucho metros y mis pies están que duele igual que mi corazón.

La verdad ya mis pies queman.

Solo de pensar en lo que  acabo de ver, lagrimas descienden por  mis mejillas.

Una chica semi-desnuda, abrazando a Aaron y el riendo es una imagen que me descoloca en un segundo.

Al llegar a su departamento, mi mundo se desmorona poco a poco, sin duda es una chica bella, de estatura como la de Melanie, rubia y con ojos grises con verde como el cielo, piel bronceada y con un cuerpo de envidia.

El al verme, la suelta y corre hacia mi.

Ni te atrevas imbécil. 

Púdrete idiota.

Corrí hasta llegar a una plaza, el cielo esta oscuro y al parecer se avecina una tormenta, lo cual no me importa.

Me siento jodidamente mal, es que no pedo creer lo estúpida que fui, obvio que esta relación no iba a funcionar.

¡Vamos! el chico no se pudo haber enamorado de la noche a la mañana, nadie puede y yo fui la gran estúpida que me lo creí y le seguí el juego.

Gotas comienzan a caer sobre mi rostro, y no me importa un carajo que me moje y me enferme.

Pienso miles de formas de vengarme, pero seria muy inmaduro.

Esa chica es muy hermosa como para no engañarme, Uffs hermosa le queda poco, la tenia abrazada mientras ella reía, y es que no logro sacarme esa imagen de la cabeza, solo con imaginarme el besando su piel, acariciándola, mirándola y lo peor mintiéndome.

Mi cuerpo solo quiere tirarse a llorar como un bebe cuando no consigue lo que quiere, la lluvia aumenta, y me empapo toda, me abrazo a mi misma tratando de entrar el calor, me importa un rábano que me pueda enfermar. 

Solo quiero sacar todo el dolor que llevo dentro y desahogarme llorando, ya mis ojos duelen y los siento hinchados, mi nariz esta helada por el frió, y mi cuerpo entumecido. En cualquier momento podría morir aquí.

¡Pero me vale verga!

Mi cuerpo pide atención, ya que esta temblando, empiezo a caminar bajo la tormenta, reflexiono sobre muchas cosas, y se me ocurre una gran idea que podría acabar con esto rápido. 

Y no, no es suicidarme. Tampoco para tanto.

Llego a mi apartamento, lo mas rápido que puedo y entro en Google, busco lo que tengo que buscar y al encontrarlo sonrió melancólica pensando en que si esta decisión es la correcta.

Dejo la pagina guardada, y me levanto a darme una ducha, abro la llave, y mientras se calienta el agua me desvisto, al entrar a la ducha me lavo la cara, y creo logre un récord, porque no me he derrumbado aun.

Lavo mi cabello relajada mientras, pienso las cosas que voy hacer mañana, al sacarme el enjuague mis ojos se cristalizan y caigo al suelo rendida y abatida.

Creo que hable precipitadamente.

Lloro, me desahogo aquí tirada en este suelo, que recoje mis lagrimas de tristeza, me arrimo al rincón abrazando mis piernas y hundiendo mi cabeza en el hueco que forman estas.

Me siento tan sucia y traicionada. 

Grito de furia por lo tonta que he sido, como no me pude haber dado cuenta antes, si estaba frente a mis narices, la indiferencia hacia mi, las idas extrañas, cuando contesto aquella chica, cuando no estaba. ¡Claro! es que siempre estaba hay y no me di cuenta, se burlaban de mi y yo nada que reaccionaba, pero ya me entere y claro de la peor forma, y ahora estoy aquí con el corazón hecho trizas, migajas, después de haber sido pisoteado, humillado. Lloro desconsoladamente, y me aruño mi piel con mis uñas por la rabia contenida, siento mi piel arder y me importa un bledo, quiero lanzar cosas, pero eso es de niños, quiero pegarle a algo, pero me haría daño. ¿Mas daño? igual, no sentiría nada.

¿Un Amor Por Casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora