El Problema.

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Los hombres buscan la voz del chico que hablo y Lionel sale corriendo hacia donde están ellos y los esquiva. A lo lejos se ve su mascota en una jaula aleteando porque está feliz de verlo. Sigue corriendo Lio hasta llegar a donde estaba su pequeño amigo de plumas...

Lionel: Rojiblanco (Abriendo su jaula, exclama su nombre).

Los hombres se acercan rápidamente y atrapan a Lionel, pero al menos Rojiblanco se alza en vuelo y sobrepasa la cerca del vertedero.

Lionel: ¡SI! No pueden con nosotros. (Dice en gritando y en tono burlón, mientras le sostenían por los brazos).

¿Pero ahora que haré? Ósea Rojiblanco está libre pero ahora estoy aquí con estos dos que me sostienen de los brazos bruscamente y diciéndome muchas cosas. (Piensa Lionel).

Mientras del otro lado del vertedero...

Andrés: (Pensando, escucha a su amigo Lio desde el otro lado de la cerca). ¡Lionel está en problemas! debo hacer algo, ¿Pero qué?

Ohh... (Dice luego de pensar por segundo). ¡Lo tengo!

Andrés saca su balón del bolso y le pega un patadón arrojándolo con fuerza hacia la vigilancia, pasando al lado del vertedero.

Vigilante: ¿Otra vez tu niño? ¿Qué diablos quieres ahora?

Andrés: Me puede pasar mi balón, así me voy de una vez.

Vigilante: Agr, está bien. (Dice refunfuñando).

Cuando este se da la vuelta y avanza unos metros, Andrés pasa corriendo hasta pasar por su lado y este comienza también a perseguirlo. Al pasar unos contenedores observa a Lionel sentado con los dos hombres, coge una piedra y la lanza contra el vidrio de la zona de estar de los trabajadores.

Lionel: Pibe, eres tú. Sabía que no me dejarías. (Exclama mientras uno de los sujetos le sostenía del brazo).


Andrés: Deja el infantilismo y ¡CORRE! (Dice corriendo y gritando).

Vigilante: Ustedes dos atrapen a esos mocosos.

Vamos dicen los hombres. Lionel se levanta de la silla, corre sacudiéndose y soltándose de un hombre que le tomaba de su brazo, pero Andrés agarra un poco de tierra y se la lanza en los ojos al hombre y este suelta a Lionel para que pueda escapar.

Andrés: Vamos Lio, sigue corriendo por tu vida jajaja. (Dice en tono burlón y entre risas).

Lionel: Oye qué persecución (Dice asustado).

Atrás estaban los tres sujetos corriendo lo que podían para alcanzar a Lionel y Andrés a lo cual fue un fracaso para ellos ya que los chicos eran deportistas y corrían mucho más deprisa.

Los chicos logran salir ilesos del vertedero de basura, pero su balón se ha quedado allá, a lo cual no le prestan mucha atención por todo lo que han pasado. Así que se dirigen a casa de Lionel para buscar a su pequeño amigo de plumas. Ya que tenía un hogar en el árbol de su casa al cual se había acostumbrado...

Un Misterio con Alas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora