Miguel pasaba horas y horas acoplado las grandes y pesadas placas de acero, una por una, tuerca por tuerca y tornillo por tornillo... apretaba con tal fuerza cada tuerca y tornillo, que uno de sus dientes se apostilló y ahora tiene un diente a la mitad. Cuando eso ocurrió, le había provocado un fuerte dolor que lo tuvo que poner a descansar por dos días. Durante esos días, Miguel contemplaba su construcción la cual ya tenía una altura similar a la de un rascacielos de los Ángeles California. — ¿Qué tan alto lo pondré para que funcione? (se preguntaba a sí mismo). - Creo que tiene que sobre pasar la atmósfera y sí lo quiero hacer más eficaz, debería casi tocar la Luna, yo creo que... diez centímetros de espacio deberían quedar de la Luna a esta máquina para que no choque cuando prenda.
ESTÁS LEYENDO
Nunca Es Tarde Para Llegar A Tiempo (editando)
De TodoNunca es tarde para llegar a tiempo, aunque el reloj indique lo contrario. Nunca será tarde para ese café prometido, para ese abrazo escondido, para un te amo que desde tiempo se te ha adherido. Nunca será tarde para esa charla, para ese amigo, par...