_____ es una chica nacida en Estados Unidos y de padres sudamericanos.
Tiene 18 años y por lo tanto este año decide asistir al asombroso Tomorrowland en Bélgica junto a su mejor amiga: Erika.
Ambas son amantes de la música electrónica y muy buenas...
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______ se fué con Martijn, dejándome a mí sola, indefensa y a la merced de algún desconocido.
Lo sé, soy buena para trabajar como actriz.
Decidí que bajaría y me tomaría un buen café. Una nube de ojos grises nubló mis pensamientos y sentí un pequeño estremecimiento bajo mi piel.
El día anterior le dí a aquel chico de la recepción mi número. Dijo que en realidad él no trabajaba ahí, sólo estaba cubriéndole el puesto a un buen amigo suyo. Así que ya no lo iba a volver más, al menos eso es lo que imaginé.
De repente sentí que mi teléfono vibraba en el bolsillo. Un mensaje...
Te veo abajo en 30 min. (Andrew)
¡Estoy soñando!
Bueno, no creo que esté dormida... Voy a ponerme un vestido pero, ¿y si hace viento? (-_-)No quiero pensar en esa situación. Creo que unos vaqueros, unas All Stars turquesa y una blusa blanca bastará... ¡Dah!¡Llego tarde!
Bajé corriendo y me imaginé a mí misma corriendo con el vestido 7u7.
—¿Andrew?
—Hola Erika. ¿Avisé muy tarde?
—¡No para nada! ¿Por qué preguntas?
—Porque llevas el pelo un poco alborotado y...
—¿Qué?
—La camiseta al revés...
—¡¿QUÉ?!
—Jajaja. Anda a cambiarte.
—¿Quieres subir a mi habitación? No quiero que esperes aquí afuera.
—Está bien.
Subimos los dos y al entrar le indiqué que se sentara en un lado de la cama.
—No te importa esperar, ¿No?
—Para nada.
Me fuí al baño y le dí la vuelta a mi blusa.
—Ahora sí... —Se levantó y se fué acercando a mí—¡Espera! ¿Qué? —Me apretó contra él y me dió un beso, delicadamente.
—Tenía ganas... ¡Vamos!
—¿Ok?
—¡Dah! ¡Vamos!
Agarró mi mano y bajó conmigo las escaleras.
—¿ A dónde vamos?
—A algún lugar...
— (-_-) ¿Enserio? ¿Me llevas a la Luna?...
—Está demasiado lejos como para ir andando.
—(-_-) ¿¡No me digas!? No me había dado cuenta.
—Bueno miss sarcasmo... ¿Dónde vives?
—En Bruselas.
—Yo también vivo allí.
—¿Enserio?
—Nop.
—... Entonces.
—Espera,¿ves aquel árbol?
—Sería ciega si no veo tremendo árbol —¡Era enorme!
—¡Vamos allí!
—Está bien.
Nos dirigimos hacia el árbol.
—¡Wow! Hay demasiadas marcas... —Habían muchos corazones e iniciales dentro de ellos. Supuse que las parejas enamoradas que salían de Tomorrowland, demostraban su amor ahí.
—No sé porque me da la impresión de que te estas mareando...
—Tal vez... El exceso de azucar me produce mareo.
—¡Oh! y yo que pensaba que eras más sentimental. Tal vez me enrolle con tu amiga.
—¡Qué!
—Es broma... Te quiero a tí y sólo a tí.
Me agarró de la cintura y me dió un placentero beso.
