Ya para el día siguiente desperté no alegre, pero tampoco triste; simplemente tenía ganas de sonreír y de ir al colegio (¡que milagro!).
Buscaba en mi ropero que podía usar para este día poco inusual.
Edward: Aún resiste un día más - dije mientras olí el polo de mi banda favorita que usaba.
Saludé a mi tía, a mi hermana y mi abuelito; hasta incluso desayuné con ellos como nunca; sin duda, era un día especial. Salí con tiempo de sobra, creo que hoy llegaré temprano; mientras estaba camino hacia la parada del autobús, saqué mi MP4 y audífonos; y empecé a escuchar a Green Day durante todo el viaje hasta llegar al salón de clases.
Amigo: ¡Hola, James!
Edward: Hola, J.G.
Sí, era tanta la indiferencia hacia mi propia vida, que no me había dado cuenta del buen amigo que tengo; lo cual es extraño, ya que soy un asco socializando. Su nombre es Jeremy Gian, pero todos le dicen J.G.; en especial yo. Es mi mejor amigo desde que eramos niños, siempre le cuento mis problemas y él, los suyos a mi. Le gusta leer, le gusta salir (hacer hora) con amigos , ver animes y le gusta tocar la guitarra como a mí.
J.G.: ¡Guau!, hoy si que llegaste temprano ¿estás bien? - dijo con tono burlesco.
Edward: Jajaja, sí, hasta yo me sorprendo.
J.G.: Se supone que no deberías decir eso, si no "siempre hay una primera vez para todo", ¡baka!
Edward: Reí y respondí - Ah, yo también te quiero.
Nos reímos siempre, cada vez que podemos.
Cuando el profesor ingreso, no sentí ninguna sensación de aburrimiento; quizá porque era de letras, específicamente de los cursos de Literatura y Lenguaje; razones por la cual no he dejado el colegio después de mi amigo y de las clases de arte.
Nos sentamos adelante, bueno, en la tercera carpeta en verdad (a comparación de otros días que parábamos atrás), ya que la clase nos gustaba mucho; exactamente al lado de la puerta, yo, más cerca que J.G. En ese momento empecé a escuchar pasos, cada vez más y más claros eran estos.
J.G: Edward, Edward, ¡Edward!
Edward: Dime - contesté sorprendido
J.G.: Hay un chico que se parece a ti...
Edward: ¿A mi? ¿en donde?
J.G: Está justo en la penúltima carpeta...
Edward: Ah, ¿te refieres a André?
J.G.: ¿Lo conoces?
Edward: Sí, de echo el día que faltaste necesitaba las respuestas de algunos ejercicios y bueno se los pedí a él, pero no se parece nada a mi.
J.G.: ¿Bromeas?, tienen mucho en común
Director: ¡Buenos días!, alumnos..
Clase: ¡Buenos días!, director..
Profesor de curso: ¡Buenos días!, señor director
Director: Tomen asiento.., el día de hoy nos acompañará una nueva estudiante, su nombre es ...................
Edward: ¿Qué? - pregunté. Los murmullos de quienes estaban sentados atrás se pronunciaron más, que no escuche el nombre y al parecer el director, mi interrogante. Segundos después, cruza la puerta una chica tan, tan... ¡guau!, es difícil de explicar.
No la perdía con la mirada, mientras ella caminaba hasta que llegó a la última carpeta de la otra fila a la que yo estaba, la cual era la única que estaba libre; se sentó, y cuando vi que su mirada subía, volteé rápidamente.
J.G.: Vaya, ¿que fue eso?
Edward: ¿Que cosa?
J.G.: Nunca te había llamado la atención alguien, al menos así, no.
Edward: ¿Quien dice que me llamo la atención? - dije exaltado
J.G.: Pues, tu reacción da mucho que decir.
Edward: Jajajaja, idiota - dije con seriedad y un poco avergonzado
No sabía que era esto, ¿por que sentía o tenía ganas de voltear hacia atrás?, ¿por qué me sentía nervioso?; obviamente era una sensación nueva y extraña muy diferente a lo que había sentido antes, ¿por qué tenía que sentir esto?, ¿por qué me estoy haciendo tantas preguntas?, ¿de donde salieron?, acaso ¿esa chica tiene que ver con está conducta poco común en mí...?
El profesor acabó su clase diez minutos antes de lo normal, así que nos lo dio para que descansáramos, he hiciéramos lo que quisiéramos. Durante toda la clase estuve normal, J.G. fue a hablar con André, ya que le dije que era una persona interesante y fácil de tratar; pero todavía me daba curiosidad la chica nueva y su descarga de sensaciones que llevaba consigo, así que.... decidí acercármele...
Apenas me puse de pie y di los primeros tres pasos, sentí como mis latidos habían incrementado diez veces su ritmo natural, hice una pausa y asombradámente por aquella reacción decidí tomar una pausa y controlarlo (al menos intentar controlarlo), hasta que legué....
Edward: Hola - dije con ligera dificultad
Desconocida: Hola - respondió, se puso de pié y se me acerco a dar un beso a la mejilla; a lo que respondí de la misma manera.
Después de eso el temor que sentía había disminuido en casi su totalidad. Me senté a su lado, ya que estaba sola
Edward: ¿Que tal?, ¿como estás?
Desconocida: Bien, gracias. ¿Y tú?
Edward: Bien, ¿como te llamas?
Desconocida: Me llamo Larose
Edward: A ya
Larose: ¿Y tú?
Edward: Edward, me llamo Edward
Sentía algo que no sé si podría decir que es agradable, era diferente a lo que sentí antes de hablarle; el saludo cambio del no saber que sentía en un abrir y cerrar de ojos a la comodidad que sentí después. Algo que ya podía deducir que podría ser, quizá todo fue parte de este resultado que casi no tengo duda alguna, la llave que libero un sin fin de sensaciones que no creí que pudiera tener después de tanto tiempo se llama Larose.
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Gemelos Opuestos
RandomEdward y James son dos gemelos que fueron separados al nacer por razones desconocidas, en el camino habrá un sin fin de cosas que pasarán en busca de respuestas.