Una gata, una casa, un vecino.

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Los primeros rayos del sol entraron por la ventana y despertaron a Alaska, la cual se removió plácidamente en su almohadón. Era un nuevo día, se sorprendió, al ver que no había nadie paseándose por la casa, escucho unos cuantos gritos que entraban por la ventana, bah lo normal, los humano siempre gritan. Se desperezo y decidió asomarse por la ventana para ver que había ocurrido. Pero lo único que vio fue muchos humanos acumulados frente a un gran auto. Enseguida entendió lo que estaba ocurriendo.

Se subió rápidamente a la ventana, una vez allí dio un salto hasta el techo vecino, fue discretamente por el tejado hasta llegar al lugar mas bajo.

-¡Jojo!-Exclamo- Sabía que alguien ya compraría esta horrible casa.-Pero, se le desorbitaron los ojos al ver que de un auto gris, ¡SALIA UN GATO! No, no podía ser. Ella era la única gata dueña de dos casas.

-Oh, ¿Un nuevo gato eh? -Dijo Espuma con ojos centelleantes de risa. Espuma era su amiga desde la infancia.

-Pues ami no me causa mucha gracia- Afirmo-.

-¡Venga! Vamos a conocerlo-Acto seguido, Espuma se lanzó del techo y aterrizo perfectamente en el suelo y Alaska solo la siguió para no parecer una "Antisocial".

[Fin del capitulo 1]

¡Gracias por leer! ^^



Mi vecino de al lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora