CAPITULO 1

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Era mayo de 1885 mi esposa y yo nos hospedábamos en un hotel de la ciudad del cual no recuerdo su nombre, todas las tardes solíamos dar un paseo por la alameda, a veces nos quedábamos hasta tarde platicando sobre lo hermoso que lucía el cielo estrellado, las calles las iluminaban candelabros los cuales se encendían siempre y exactamente a las siete de la noche. Una noche como de costumbre salimos del hotel, pasamos por una tienda de artilugios, era nuestra última noche en aquella ciudad, Lissel me insistió en comprar recuerdos; no le pude negar era nuestra luna de miel y la primera vez que salíamos fuera del país. Sus ojos verdes eran como dos hermosas esmeraldas, esa noche ella lucia muy feliz eran 9:30 pm.

-Lissel, cariño, ya es tarde, regresemos a casa.

-Si amor.

Caminamos hacia nuestra casa tomados de la mano, no había nadie en las calles, todo era silencioso, un grupo de tres jóvenes se nos acercó.

-¿Qué hacen caminando tan tarde?- dijo un joven

- Solo caminábamos hacia nuestra casa- respondió Lissel

- no queremos problemas, les agradeceríamos que nos dejaran pasar- dije

- Tranquilo, si nos das lo que traen nada pasara- dijo con tono burlón- y de paso nos entregas a la chica-

Lissel me miro horrorizada ante la petición del joven.

-tranquila no dejare que te lleven- le dije susurrándole

- dame tu cartera y tu traje, Steve toma a la chica- dijo

- déjenla, les daré todo pero a ella no – dije sentí que alguien me tomo de los hombros

- mira te lo pondré fácil, si nos la das no te pasara nada- dijo

- a mí no me interesa, déjenla ir- dije gritando

- como quieras, te lo advertí ahora mira lo que le hacemos a tu linda muñequita. - dijo, se volteó y me dio un golpe en la cabeza con una pistola, caí al suelo, mi vista se fue nublando y lo último que pude escuchar fue a Lissel gritando.

Desperté en un hospital, mi vista no era muy clara aun, intente levantarme pero me interrumpió una enfermera.

-Mr. Laurence, no se levante aún está muy débil.- dijo la enfermera

- Necesito encontrar a mi esposa, ¿Dónde está Lissel?- pregunte

- ehh? ¿Lissel?, no había nadie con usted cuando lo encontramos desmayado-dijo

-¿qué? – La mire desconcertado ante su respuesta- yo necesito encontrarla, ella veía con migo, Lissel, mi Lissel- grite desesperado

- Tranquilícese, Mr. Laurence, ¡DOCTOR!- grito la enfermera tomándome de las muñecas

- Agárrelo bien, que no se suelte- dijo el doctor, cogió un frasco con sedante y con una jeringa me inyecto aquel líquido, poco a poco fui cerrando mis ojos y me sentí cansado me recosté en la cama y creo que me desmaye...

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¿Lissel?..... El comienzo de mi creepypasta :vDonde viven las historias. Descúbrelo ahora